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꧁-𝙅𝙖𝙚𝙢𝙞𝙣-꧂

Dicen que cuando corres tu ritmo cardiaco se acelera, tu respiración se vuelve agitada y tus pulmones apenas son capaces de captar bien el aire. Sientes que tus costillas duelen y que tus piernas no pueden más. Se podría decir que, así me sentía yo en estos momentos. Que sentía mis piernas no dar más y mis pulmones por igual y, junto a esos síntomas, la adrenalina subir más y más, hasta golpear fuertemente mi cabeza y dilatar por completo mis pupilas.

No sabía a dónde me dirigía, a donde mis piernas me llevaban en esos momentos, después de todo, lo único que estaba haciendo en esos momentos era correr como el estúpido humano que era. Solo podía correr y correr, sin importar que mi cuerpo no pudiera más, sin importar que lo más probable es que estuviera al borde del colapso y me desmayaría en cualquier momento. Yo solo estaba corriendo y mientras lo hacía mi cuerpo se derrumbaba y la máscara que ocultaba mi rostro se estaba haciendo pedazos hasta romperse por completo, o hasta que un auto empujara mi cuerpo y me dejara sin vida por completo.

Sabía que estaba cegado por completo, que me estaba dejando llevar por mis sentimientos y que no estaba viendo la verdad de porque Ten y Yuta me habían visto, o el por qué Ten estaba allí. Solamente me estaba dejando llevar por lo que mi mente creía que era el por qué estaba allí, o buscándome. «Supo tú verdadera historia y ya no te quiere enseñar a brillar en el escenario y tener a todos besándote los pies, mientras que tú eres el puto jefe del lugar.» Eso era lo que mi mente me decía y mi cuerpo solo colapsaba por sí solo ante esa idea. Porque, realmente, me daba miedo que todos descubran mi verdad y que realmente no soy más que un pobretón tratando de tocar el cielo con las alas que se me han sido arrancadas miles de veces. No quería que supieran que solo era un demonio tratando de llegar al cielo, porque, después de todo, yo era el bueno de la historia ¿verdad?

Sentí un dolor punzante en mis rodillas y luego como todo a mi alrededor se volvía en blanco y las palmas de mis manos ardían y picaban. Allí supe que mis piernas no dieron más y que me había caído; devolviéndome a la realidad que me había auto cegado. Mire a todos lados y habían unos jóvenes y adultos mirándome con rareza, murmurando cosas sobre mí. Solo pude sentir incomodidad y abrazarme a mi mismo, ignorando que mis manos estaban con sangre y que iba a manchar mis ropas nuevas. Solamente me abrace, formando un escudo invisible que me protegiera de sus palabras y miradas -por lo muy infantil que fuera, esa era la única forma que tenía de sentirme protegido-. Sentí lágrimas bajar por mis ojos y como todo mi cuerpo ya no daba más, como mi débil mente estaba a punto de colapsar y como todo a mi alrededor se tornaba borroso y casi imposible de ver. Sentí un débil grito salir desde mi garganta y como las lágrimas salían por montones y, cuando menos lo esperé. Unos brazos rodearon mi débil cuerpo y me hicieron sentir protegido.

-Tranquilo... Todo estará bien, sea lo que sea que te haya pasado todo estará bien. -Me decía el dueño de esa desconocida voz, que me intentaba calmar con sus palabras y sutiles caricias-. Tranquilo. Cuando te calmes vamos a ir a una tienda y limpiaremos tu heridas.

Solamente pude asentir ante sus palabras, para luego acercarme más al desconocido y que este me rodeara más fuerte con sus brazos; ignorando el hecho que pudiera ser un pedofilo, un psicópata o un violador. Solamente me aferre a él e intente llenar el vacío y alejar la tristeza que había en mi cuerpo en esos momentos. Solamente dejé que me brindara calor y me protegiera de esos demonios que querían asustarme y llevarme a la locura.

Luego de unos minutos, dejó de susurrar palabras en mi oído y dejar de darme caricias en mi cuerpo, pero cuando sentí el sonido de un teléfono sonar y vibrar entre sus ropas, supe la razón de su distanciamiento:

-Perdón, debo contestar, es mi especie de novio -se disculpó con una sonrisa, separándose de mí y contestar esa llamada, y de paso cambie esa sonrisa por un rostro serio y con un poco de asco-. ¿Qué parte de no me llames no entiendes? ¿Te caíste de la cama de pequeño? -Preguntó a través de la línea y luego rió irónicamente-. A ver, Mark. Yo solo bailo allí y ofrezco mis servicios a las personas que se me hagan atractivas visualmente y mi ojo jamás tiene fallas... Pero el hecho de que me haya acostado contigo toda la semana, no quiere decir que te ame o algo de ese estilo, así que por favor deja de llamarme y vete a la mierda. -Le escuche bufar por lo bajo luego de colgar y luego solo reír nervioso, y volver a mi-. Lo siento, solo era un cliente. ¿Ya estás mejor? -Me preguntó con preocupación y cambiando el tema. Por mi parte, yo solo asentí levantando un poco mi cabeza y ver por fin el rostro de ese desconocido.

Hustler;;NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora