꧁-𝙅𝙖𝙚𝙢𝙞𝙣-꧂
-¿Cuándo abrieron? -Le pregunté a la chica de la barra y esta solo posó sus ojos sobre mi, mientras limpiaba los vasos de cristal rojo.
-Aún no lo hacemos, pero el jefe nos pidió a todos estar aquí veinte minutos antes. Por temas de que, Ten, su amigo, vendría a fiscalizar uno de los bailarines para transferir.
-Jungwoo -le interrumpí y ella asintió para luego solo volver a girarse dándome la espalda y volver a concentrarse en limpiar esos vasos de cristal tintado.
Hice una mueca con mis labios y caminé de vuelta a los camerines, pero en estos solo estaba Jungwoo con el rostro serio y mirándose fijamente en el espejo. Como si tratara de buscar algo en su cuerpo, algo que él con sus propios ojos no podía ver, pero que sí en ese espejo. Seguí caminando hasta llegar a los baños privados y allí me encerré a tomar agua del grifo para regular mi cansancio y respiración que aún estaban intranquilas. Escuche como la puerta del baño era fuertemente abierta y como Jungwoo ahora entraba corriendo por esta, hasta de caer de rodillas frente al cubículo más cercano y comenzar a vomitar. Haciendo que sus arcadas y el sonido de los flujos estomacales resonaran por todo el baño.
Debía de admitir que me sentía incómodo estando allí con él y más, luego de que esa tarde, me culpo por haberle quitado una simple canción.
Le mire de pies a cabeza y como solo llevaba ropa interior de marca, un corset negro y esté atado a un minúsculo arnés que terminaba en su cuello. Mire sus brazos como estos tenían cicatrices de posibles jeringas y elementos quirúrgicos inyectados en ellos, además de unas cicatrices de cortes y golpes, al igual que su ancha espalda.
Le seguí mirando y analizando, pese al miedo que sentía de estar a solas con él. Pero la curiosidad en esos momentos era más grande y solo queria saber porque el chico estaba vomitando sin fin y porque sus brazos y espalda estaban llenos de cicatrices. Le escuche jalar de la cadena y como luego solo apoyaba su desnuda espalda contra la sucia pared del cubículo, con su mirada ida y mirando a la nada, dando a notar que estaba en otro mundo y dimensión que no era en la que estábamos.
-¿E-Estas bien? -Le pregunté aún asustado y él solo asintió, aún ido de sí.
Volví a hacer una mueca con mis labios y mordí fuertemente el interior de mi mejilla hasta sentí el sabor metálico y semi amargo de mi sangre, pero aún así, sin importarme que me podría golpearme en esos momentos, o tan solo gritarme hasta que su garganta se desgarrara. Me acerqué lentamente a él, mirando de más cerca sus ojos y cómo sus pupilas estaban fuertemente dilatadas y su pulso era lento.
-¡Jungwoo! ¡Es tu turno, la gran hora ha llegado!
Escuche los llamados y gritos de Taeyong mientras se acercaba hasta donde estábamos y me separé de golpe de su cuerpo, para luego solo volver a pegar los labios al grifo y beber de esa agua sin parar, jurando que esa iba a ser mi salvación en esos momentos.
-¡Jungwoo! -Volvió a llamar Taeyong mientras empujaba la puerta del baño con una sonrisa en sus labios, la cual se esfumó tan rápido como lo vio en piso del baño con la mirada ida-. ¿Se drogo? -Me pregunto con un tono serio y yo asentí asustado.
-Eso creo... -Le respondí y él solo asintió lentamente.
-¿Podrías dejarnos solos?
Me preguntó con una siniestra sonrisa en sus labios y yo asentí lentamente, mientras me retiraba de ese cuarto. Caminando por el pasillo de los camarines, hasta llegar a la puerta que me llevaba al club. Pero cuando iba en la mitad de ese camino escuché los gritos de furia de Taeyong y como luego el sonido de unos fuertes golpes llegaban. Sentí mis piernas flaquear del miedo, pero aún así seguí caminando hacia la salida, ignorando lo que pasaba y cuando llegue solo me encontré con un chico de nariz respingada, ojos serios y cejas arqueadas. Mirando hacia el escenario en donde las barras se encontraban bajo las luces rojas y violetas.
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Hustler;;Nomin
FanfictionAmbos éramos malos para el uno y el otro, decían que no debíamos de conocernos. Pero aquí estábamos viéndonos rostro a rostro. Nuestras respiraciones chocando. Sintiéndonos en el cielo cuando realmente estábamos en el infierno, ardiendo como los dos...