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꧁-𝙅𝙖𝙚𝙢𝙞𝙣-꧂

No recordaba nada de ese día -el día de ayer-, no sabía para qué fui a ese lugar cuando aún no me correspondía trabajar y menos como fue que llegué a mi casa. No sabía si me había encontrado con ese hombre que tanto anhelaba y menos sabía que había hecho en ese lugar. Pero lo que sí sabía era que mi cuerpo dolía, más bien, que mi cabeza y espalda baja dolían.

Tenía fragmentos borrosos de esa noche, pero solo recordaba una voz levemente ronca y una sonrisa ladina. Una sonrisa que con tan solo recordarla quedaba hipnotizado, como en una especie de trance, pero en uno en el que, jamás desearía salir. Recordaba borrosamente unas manos sobre mi y como me hicieron sentir como un verdadero ángel en el cielo, como su tacto me hizo sentir como nadie jamás me había hecho sentir, pero temía. Ahora temía a que ese desconocido tacto y hermosa sonrisa, me impidan disfrutar al estar con otros hombres, que me impidan sentirme libre de esa cárcel que me encerraba mi mente. Temía a que todas esas desconocidas sensaciones solo habían sido un cruel efecto de las drogas y de mi imaginación junto a ellas. Pero sobre todo, temía a que mi cuerpo ya sea haya hecho adicto a ese tipo de tacto, a su tacto.

Me puse de pie, soportando el dolor de mi cabeza y espalda, y me miré en el roto espejo de mi habitación y como mis ojos lucían cansados, como habían unas ligeras marcas en mi cuerpo y cuello. Mire mis labios y subí unos de mis dedos, presionandolos y hacer que superen esa tan desconocida sensación sobre ellos. Me alejé del espejo y caminé al baño dispuesto a tomar una ducha y luego salir a comprar algo para comer y distraer mi mente de esas sensaciones.

Al llegar al baño solo abrí el grifo de la ducha y me quite las pocas y sucias ropas de la noche anterior -que aún llevaba- e introduje mi cuerpo en esa ducha, dejando que la tibia agua chocara contra mi cuerpo y borre las marcas imaginarias que estaban sobre mi. Pase mis manos en donde esas marcas estaban y por esos lugares en donde recordaba que ese maravilloso desconocido me había tocado. Obligándome a cerrar mis ojos y recordar cada uno de los pequeños sucesos que había mantenido en mi frágil mente, como me había hecho suyo solo con su mirada y sonrisa. Como me hizo estar de rodillas y rogar por él cuando solo puso un dedo en mi.

Cuando disfrute todos mis recuerdos de esa noche, salí de aquella ducha y caminé a mi habitación. En donde me coloqué ropas limpias y me deshice de las sucias, para luego solo tomar mis cosas y salir a comprar algo para comer y pasar el tiempo, pero cuando apenas puse un pie en el comedor me encontré con una nota de un leve color amarillo y con unas palabras de color negro en ella y a su lado una tarjeta de presentación y una bolsa blanca:

"𝙴𝚜𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚊𝚕 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚎𝚛𝚝𝚊𝚛 𝚟𝚎𝚊𝚜 𝚎𝚜𝚝𝚘.
𝚂𝚘́𝚕𝚘 𝚎𝚜𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚜𝚝𝚎́𝚜 𝚋𝚒𝚎𝚗 𝚢 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚞́ 𝚌𝚞𝚎𝚛𝚙𝚘 𝚗𝚘 𝚍𝚞𝚎𝚕𝚊 𝚝𝚊𝚗𝚝𝚘, 𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚜𝚒 𝚎𝚜 𝚊𝚜𝚒. 𝙳𝚎𝚓𝚎 𝚞𝚗𝚊 𝚋𝚘𝚕𝚜𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝚙𝚊𝚜𝚝𝚒𝚕𝚕𝚊𝚜 𝚊𝚕 𝚕𝚊𝚍𝚘.
𝙴𝚜𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚟𝚘𝚕𝚟𝚎𝚛 𝚊 𝚟𝚎𝚛𝚝𝚎. 𝙼𝚒 𝚍𝚎𝚖𝚘𝚗𝚒𝚘 𝚍𝚒𝚜𝚏𝚛𝚊𝚣𝚊𝚍𝚘 𝚍𝚎 𝚊́𝚗𝚐𝚎𝚕".

Decía la nota y yo solo la miré extrañado, mientras la movía entre mis dedos y trataba de comprender el dueño de esas palabras y cómo es que había llegado a entrar en mi casa. Dejé la nota en su lugar y luego tomé la tarjeta de presentación entre mis dedos y solo quedé sorprendido al leer su nombre en él y como en mi mente se me hacía tan conocido.

-Lee Jeno -leí en voz alta-. Asistente y guardia de "The devil's cups" -terminé de leer y luego me quedé pensando en ese tan conocido y a la vez desconocido nombre para mi mente. Pero pensar en él y quien podría ser fue en vano, puesto a que no recordaba nada de ese día, más bien, de la noche anterior.

Hustler;;NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora