꧁-𝙅𝙖𝙚𝙢𝙞𝙣-꧂
Estaba con Jeno a mi lado, el chico me llevaba cerca del territorio de Ten, pero yo estaba muy distraído como saberlo. Lo único que pasaba por mi mente era si había empacado mis drogas, las cuales habían pasado de ser un objeto que me perturbaba y me llenaba de cosas extrañas la mente, a algo que me hacía sentir completo, que me hacía sentir lo que era estar vivo y sobre todo, que me hacía sacar el verdadero Na Jaemin que había dentro de mi.
Ahora entendía el porqué mis padres -sobre todo mi madre- dependía de las drogas como si fueran sus tres comidas diarias. Porque las drogas eran las únicas que nos alejaban de la dolorosa realidad, eran las únicas que nos hacían sentir la euforia de la vida sin tener que sufrir. Sin tener que sentir el dolor de realidad golpearte.
Mire a Jeno, ese misterioso y peligroso chico que estaba a mi lado. Con su ceño fruncido y ojos fijos en el camino. Analice su rostro y solo pude ver lo marcada de su mandíbula, lo leve que se marcaban sus pómulos y por sobre todo ese lunar que estaba debajo de su ojos, que solo me daban ganas de besarlo.
Seguí analizando su rostro, guardándolo en mi mente antes que el efecto de la drogas que iba a consumir en la noche me hagan borrarlo, pero sabía que un hermoso rostro como el de él, era imposible de borrar.
-¿Por qué me miras? -Me preguntó aún con sus ojos fijos en el camino, mientras giraba el manubrio, haciendo que pasáramos de un camino pavimentado a uno de tierra.
-Porque eres lindo... Tienes algo que no me deja dejar de mirarte, además ¿qué hay de malo con mirar a mi demonio?
Pregunté de vuelta, llamándolo igual como recordaba que se llamaba la voz de mi mente. Pero el solo rió ante ese apodo y luego estacionó el vehículo frente a una enorme y blanquecina casa, en donde había un niño parecido a Jisung sentado en la escalera. Pero la ansiedad y las ganas de saber si era él, o solo una ilusión de mi sobria mente; eran mayores.
No sé cómo, abrí esa puerta rápido y menos como mis piernas llegaron al lado de ese chico, el cual, cuando estuve cerca de él sólo se lanzó a mis brazos y comenzó a llorar, y yo, luego de unos segundos también lo hice. Puesto que, luego de bastante tiempo luchando por ambos, por fin lo volvía a tener a mi lado. Por fin Jigung estaba nuevamente conmigo y esta vez, esperaba que fuera para siempre.
Le abracé por un largo tiempo, dándome igual que Jeno estuviera viéndonos por detrás, en esos momentos solo me importaba una persona y esa era Jisung, y el hecho de que por fin le tenía en mis brazos, al igual que el primer día que le conocí.
-hmm... Lamento su bella reunión, pero deben entrar -habló una desconocida voz a mis espaldas-. Y tú niño debes decirle todo al bailarín destacado -volvió a hablar esa desconocida voz.
-Lo se -dijo Jisung separándose de mí y de paso, dejándome ver al autor de la desconocida voz.
-¿Quién eres tú? -Pregunté de forma cortante y él solo rió, para luego mirar hacia su derecha en donde Jeno tenía una sonrisa lasciva en sus labios, mientras miraba el desconocido frente a mi.
-Renjun y tú eres Na Jaemin. El ángel de Ten y Taeyong, el último fruto de su historia de amor. Eres Jaemin el favorito de Lee Jeno, el hombre más deseado del club -habló de forma irónica, para luego caminar hacia Jeno y golpearle en la cabeza-. Ya todos te conocemos y más yo, porque serás el que bailará conmigo al final de este mes.
Dijo sin más y yo solo asentí extrañado y procesando sus palabras, tratando de guardarlas en mi mente. En eso, mire nuevamente a Jisung quien miraba todo con una sonrisa en sus labios, mientras que sus ojos estaban llenos de lágrimas. Al verle en ese estado, lo único que hice fue agarrarlo de la manga de su sudadera y llevarlo al interior de la casa, para que así, pudiera lavar su rostro y de paso, decirme porque se había ido y porque ahora estaba aquí, en esta enorme casa y con los hombres que trabajaban conmigo en el club.
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Hustler;;Nomin
FanficAmbos éramos malos para el uno y el otro, decían que no debíamos de conocernos. Pero aquí estábamos viéndonos rostro a rostro. Nuestras respiraciones chocando. Sintiéndonos en el cielo cuando realmente estábamos en el infierno, ardiendo como los dos...