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꧁-𝙅𝙖𝙚𝙢𝙞𝙣-꧂

Luego de esa noche, nuestra relación volvió a cambiar, pero ahora para bien. Ya no éramos una pareja que se veía de vez en cuando, que solo se acercaban cuando necesitaban saciar la sed sexual de sus cuerpos. Ahora solo éramos una pareja normal y corriente, éramos una pareja que se amaba y hacían todo lo posible para pasar más tiempo al lado del otro.

Yo amaba a Jeno, tanto que podría llegar a decir que haría todo por él, solo para ver esa bella sonrisa en sus labios y sus ojos en forma de media luna al hacerlo. Pero había algo que no podía dejar por él, y eso eran las drogas. Yo las necesitaba, se me eran vitales y no era nada sin ellas, ya que, luego de tanto tiempo consumiéndolas en exceso ahora necesitaba vivir con ellas, pero hacía que no las necesitaba por él, por ambos, por esta relación que debía seguir funcionando porque Jeno y su felicidad lo eran todo para mi.

Sin embargo, debía de admitir un pequeño error que había cometido, un pequeño error que, si llegaba a ser descubierto, nuestra relación volvería a estar en caída.

Había vuelto a ir al club, no a trabajar, sino a ensayar con "Haechan", pero, para mí mala suerte. Su novio había vuelto a ser mi chofer y guardia, por lo que, un día cuando iba a ensayar, me ofreció algunas pastillas, las cuales me aseguraba la felicidad completa y yo incredulamente y tentado por la abstinencia, las acepté e introduje a mi boca; bajo la excusa de: "Es solo una pastilla, que mal me podría hacer". Y resultó que luego de un periodo de abstinencia, esa pastilla me afectó como si fuera un primerizo en ello. Dejándome mareado y viendo cosas y escuchando voces por todos lados. Haciendo que mi consumo fuera notorio para los ojos de mi compañero de baile, quien se vio obligado a comprarme una botella de agua y cuidarme hasta que los efectos cesarán un poco.

Recuerdo que ese día Jeno no llegó a casa y yo estaba agradecido de que no lo hiciera, porque nuestra relación no hubiera sido como es ahora.

Ahora yo estaba en los camarines de ese club, mirando mi reflejo mientras en mi mano había una de las otras pastillas que me había dado Mark para ese día, bajo la nueva excusa de que la tomara cuando me sintiera nervioso, sentimiento que ahora sentía luego de haber terminado mi presentación personal y ahora seguía la que tenía junto a DongHyuck. Mire mi reflejo una vez más y luego al techo levemente humedecido, en donde le pedí perdón a todas las personas que amaba, que no volvería a hacer esto otra vez e introduje esa pastilla en mi boca. Comenzando a saborearla con mi lengua y papilas gustativas. Comenzando a sentir ese sabor amargo que provenía de ella.

Al terminar de consumirla por completo, me alejé del espejo y cambié mis ropas por pantalón negro -y a sugerencia de Haechan- unos zapatos plateados de tacón con plataformas y un arnés de cuero de color negro. Cambie el maquillaje de mis ojos y luego le guiñe un ojo a mi reflejo.

Caminé con cuidado hacia la salida, haciendo sonar los tacones con cada paso que daba y disfrutando de ese sonido; hasta llegar detrás del escenario, donde DongHyuck tenía unas vestimentas parecidas a las mías. Sentí su mirada sobre mi apenas llegué y como negaba con su cabeza mientras miraba mi rostro, analizando y buscando algún rastro de sobriedad en el, pero tristemente no había.

-Queridos humanos, ¿ustedes creen en los ángeles? Les preguntó, porque ahora verán nuestros dos ángeles brillar. Con ustedes Haechan y Nana.

Dijo el presentador a través del micrófono, para luego hacer que las cortinas del escenario se elevarán y con ellas que nuestros cuerpos fueran mostrados. Cuando estuvimos a la vista de todos, yo solo miré al frente con una sonrisa ladina en mis labios y caminando como un modelo sobre una pasarela, disfrutando tener los ojos de todos sobre mi, esperando que haga una minúscula cosa para hacerles subir la temperatura de sus cuerpos.

Hustler;;NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora