Promesas. (32)

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Taehyung.

Tres semanas habían transcurrido desde que llegué a Corea y vi a Jungkook intentando luchar mas por la vida de nuestro hijo que por la de el. Tres semanas en las que he vivido la peor pesadilla de toda mi vida, el estado de Jungkook no mejora, ya cumplió el quinto mes de embarazo y podíamos saber el género del bebé era un niño, íbamos a tener un niño, cuando supe se lo conté pero no hubo reacción, sus latidos seguían débiles y su respiración era igual de débil.

No me movía del hospital, solo salía una hora diaria para tomar un baño y cambiarme, debo tener un estado detestable para que Jin se este preocupando por mi después de la rabia que tenía hacia mí.

-  Taehyung ve a descansar o por lo menos a comer algo.

-  Estoy bien Jin hyung.

-  No lo estás, un muerto tiene mejor aspecto que tú.

-  Es lo que merezco después de todo el daño que he causado.

Jin suspiró frustrado y me miró con pena, nos encontrábamos fuera de la habitación, Minho había venido a visitar a su padre, el pequeño no paraba de llorar pidiendo ver a su padre. Observé como Minho abrazaba el cuerpo de Jungkook y entre lágrimas le pedía que se despertará.

-  Ustedes ya habían sufrido mucho, creí que había llegado a sus vidas para mejorar las cosas, pero solo logré que la herida se hiciera mucho más profunda.

-  No digas eso, mira te quiero mucho y me duele verte así, y aunque la rabia no me se me haya pasado del todo, no quiero que pienses de esa manera. Jungkook volvió a sonreír porque tú estabas a su lado, lo hiciste muy feliz y te estoy muy agradecido por eso, lo que está pasando ahora solo es una mala jugada del destino y las acciones de ambos empeoró las cosas.

-  El no tuvo la culpa.

-  En parte si la tuvo, se estuvo sobre esforzando para cuidarnos a mí y a Jimin, inclusive nosotros dos tenemos parte de culpa de todo lo que está pasando. No tengo ninguna explicación ni excusa para toda la situación, solo se que si estamos pasando por todo esto es por una razón en específico y tenemos que aprender alguna enseñanza de todo esto, el destino es cruel pero las cosas siempre pasan por algo.

-  Se hace tarde, no quiero que Minho enfermé, puedes llevarlo a casa.

-  Taehyung...

-  Agradezco que te preocupes por mi y también agradezco tus palabras de apoyo hyung, pero no me quiero separar de Kookie, por favor, no te.pido que me entiendas, solo te pido que por favor me ayudes con Minho.

-  El también te necesita Taehyung.

-  No merezco llamarlo hijo después de que llorara tantas veces por mi culpa.

Jin iba a decir algo más pero lo deje con la palabra en la boca e ingresé a la habitación, Minho seguía abrazado a Jungkook y la culpa en mi crecía, acaricie suavemente su cabeza para llamar su atención, el alzo su mirada hacia mi y luego se lanzó a abrazarme y se quebró en llanto. Yo lo abrace con fuerza e intentaba calmarlo pero las lágrimas no dejaban de caer, Jin entro preocupado y al ver la situación el también lloró.

-  Porque no despierta, no me gusta que duerma tanto.

-  Ya lo hará, solo hay que esperar un poco más.

-  No quiero esperar, quiero que papi despierte, no quiero estar solito.

-  No estás solo hijito tus tíos te están acompañando.

-  Pero yo quiero que ustedes estén conmigo, ni papi Jungkook, ni tu están conmigo, me siento solito y no quiero.

Jin salió de la habitación lleno de lágrimas y yo abrazando el cuerpo de mi pequeño me di cuenta que a pesar de mis errores Minho me seguía considerándo su padre, me di cuenta que otra vez estaba cometiendo otro error al alejarme de mi hijo por cobarde, porque la culpa que sentía era tan grande que tenía miedo que Minho me odiara, pero otra vez me equivoqué.

La Huella De Nuestro AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora