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Maki

Golpeé la inmensa puerta tres veces para pedir el permiso y entrar.

— Adelante.

Abrí la puerta de madera y caminé  hacia dentro.

— Director Nezu.

— Maki, ¿Ocurre algo?

— Uhm... No me encuentro muy bien y quisiera pedir unos días para visitar a mis padres, si puede ser posible.

— ¿Necesitas descansar? ¿Que te ocurre?

— Bueno, no se si está al tanto de mi habilidad de convertir mi cuerpo en humo... Y esa habilidad no podré  seguir haciéndola.

— Oh, sí.  Estoy al tanto de todos los estudiantes, eso te incluye. ¿Estas triste por eso? ¿Porque no puedes usar esa habilidad?

— Algo así... Es decir, aún puedo seguir utilizando mi singularidad: Humo. Pero no puedo combinarla con mi cuerpo. Sé que no es nada grave ni nada por el estilo pero para mí es muy importante...

— De acuerdo, joven Maki. Pero te perderás una actividad que teníamos  planeada para ustedes, ¿Estas de acuerdo con eso?

Asentí.

— Es importante. Necesito volver con mis padres. No los veo hace un año director, por favor. Creo que eso me haría sentir mejor.

— Esta bien. Supongo que cuando vuelvas podrías ir y sumarte a la actividad.

Asentí eufórica.

— Prometo que apenas vuelva iré directo a donde se encuentren todos para no perderme absolutamente nada.

— Entonces supongo que está bien. No veo problema alguno. La actividad que teníamos programada para la clase 1-A y B es que vayan a una mini isla que se encuentra bajo la protección de algunos héroes. Es para que vean como son las actividades y responsabilidades de los profesionales. Ya lo vieron en ciudad, ahora lo verán en un lugar menos...Poblado,  podría decirse.

— Suena interesante.

— ¡Lo es! —añadió animado—. No digas nada a tus compañeros.

Cerré mis labios con mis dedos.

— Una tumba.

(...)

— Bakugo —llamé pero este me ignoró—. Bakugo —volví a intentar—. Katsuki —nada—. ¡Bakugo idiota!

Volteó a verme irritado y con ganas de asesinarme.

— ¿Puedes explicarme este ejercicio? Nunca creí que te lo pediría... Ya sabes... Tienes fachada de ser un idiota —reí corta—. En fin, ¿Puedes?

— Tch. No.

— ¡¿Por que no?!

— Acabas de llamarme idiota.

Deje escapar un gruñido.

— Esta bien. Se lo pediré a Rui.

Apenas di un paso su voz me detuvo.

—  ¡Oe! ¿Qué es lo que no entiendes? —gruñó.

Sonreí feliz y me acerqué mirándolo con emoción.

— ¿En serio me explicaras? ¡Gracias!

Rió amargo y su gesto cambió  a uno sádico.

— No creas que será gratis, tontita.

Frunci el ceño.

— ¿Que es lo que quieres? —me crucé de brazos.

Este sonrió malévolo.

— Serás mi esclava por dos días. Harás todo lo que te ordene.

— Que sea un día y trato hecho.

— Dos.

— Uno y te preparo comida picante.

A regañadientes aceptó.

— Será mejor que entiendas, inútil. No voy a repetir todo sesenta veces, maldita bastarda.

《¿Es que no puede dejar sus insultos ni un segundo?》

— No te prometo nada pero lo intentaré.

Suspiró.

— Muestrame el ejercicio  y como lo haces.

—No sé hacerlo directamente.

— ¡¿Hah?! —gritó— ¡¿Prestas atención a las clases?! ¡¿Tan estúpida  eres?!

— ¡Es que mi mente no adora matemáticas! ¡Entiende!

— Tch —agarró mi cuaderno brusco y  empezó  a escribir cosas en este para luego tirarmelo—. Ahí tienes, lee y dime si lo entiendes —añadió mirando a otro lado con su mano apoyada en su boca algo avergonzada.

《Que lindo...》

— ¡Oe! ¡Presta atención!

Salí de mi trance y fijé  mi vista en el cuaderno con mis mejillas enrojecidas.

Wow... Que prolijidad, me sorprende  que alguien tan... "Bakugo" pueda ser tan aplicado en los estudios. Me gusta y sorprende bastante esa parte de él. Es inesperado.

— ¿Y bien?

— Creo que entiendo... Creo.

— Hazlo. Hazlo y yo seré quien diga si lo entiendes o no, idiota.

Tragué duro y asentí empezando  a resolverlo.

¡¿Que me pasa?! ¡La forma en que lo dijo fue tan... Fue tan...! Oh dios, oh dios...

•••
¡hola y adiós!

Líquidos || 2da temp Bnh y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora