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Kirishima

— ¿Que me ves? —pregunté con mi ceño fruncido. Me encontraba comiendo unas moras y el pelirrojo no dejaba de verme embobado.

— Lo linda que eres mientras comes —confesó.

— ¡No-No me digas eso! Me pones nerviosa...—corrí la mirada.

Este dejó escapar una pequeña risilla y se acostó en la cama, mirándome con sus manos apoyadas en su rostro, a modo de soporte.

— ¿Quieres? —asintió. Extendí una mora cerca de su boca, este la aceptó gustoso, lamiendo mi dedo— ¡Eso no era una mora, Kiri!

Rió.

— Adoro cuando te sonrojas —masticó y tragó la fruta.—. Eres tan linda, no puedo creer que te tengo a mi lado.

Hice una mueca.

— Ni que fuera para tanto...

Se sentó en la cama, veloz, mirándome serio. Su acción me tomó por sorpresa.

— ¡¿Como puedes decir eso?! ¡Si es la gran cosa! ¡¿Te haz visto al espejo?! ¡¿Sabes con los ojos que yo te veo?! ¡¡Eres... Eres.. ¡¡Wow!! —dramatizó con sus manos—. Eres la mujer más bonita que vi en toda mi vida y pareces una Diosa comiendo esas ricas moras —acarició mi mejilla con su mano. Mi cuerpo estaba tenso.—. Eres muy, muy hermosa __(tn) —su mirada era profunda y sincera—. Gracias por estar conmigo —unió nuestras frentes.

《Esas palabras me dejaron sin habla. ¿Por qué es tan perfecto?》

Besé sus labios, cortamente.

— Gracias a ti, por estar conmigo. Eres todo, Kirishima.

— Tengo la mejor novia del mundo —volvió a besar mis labios—, que sabe a moras.

Reímos.

Denki

— ¡Espera que me arregle un poco! —me quejé mientras arreglaba mi cabello.

— ¿Para qué? —tomó de mi cintura, atrayéndome hacia él — ¡Así te ves hermosa! —elevó su mano y sacó la foto.

Admiró la foto por varios segundos.

— ¡Mira que bien se ve tu novio! ¡Mira, mira! —me extendió la foto. Reí negando y la tomé, observandola— ¡¿No hacemos una linda pareja?! ¡Mira que hermosos nos vemos!

— Es cierto, Denki. Eres muy lindo —le devolví la foto.

— No me dejes llevar todo el crédito, soy lindo porque soy feliz y soy feliz porque estoy contigo, __(tn)—agarró la zona baja de mi espalda, apretandome a él.

Frunci el ceño.

— Pero... ¿Que tiene que ver una cosa con la otra?

— Que mi felicidad me la das tú, y las personas felices son el doble de atractivas —unió nuestros labios sin previo aviso.

《Que rara conclusión tiene el rubio...》 reí internamente.

Que novio más raro escogí.

Líquidos || 2da temp Bnh y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora