Fallon:
Estoy cerca de 40 minutos en la recepción, esperando que a Etienne se le ocurra aparecer, aunque no quedamos realmente que el día de desayuno sería hoy.
¿Aunque se supone, no?
Eso me gano por no pedirle su número.
Veo a Alain bajar las escaleras. —Fallon.
Hago una mueca.
—Hola.
—Ahora que te veo quiero que hablemos de..
Mi cara se sonroja y yo lo detengo. —No hace falta.
Alain me observa con los ojos muy abiertos.
—Etienne ya me explico lo ocurrido. —Ahora siento vergüenza de haberle vomitado encima. —Lamento la camiseta.
Mi mirada observa la que trae ahora mismo y mis ojos regresan a los suyos.
Alain tira de su camiseta y sonríe volviendo a mirarme.
—¿Eso? Es una tontería. Además , me gustó dormir contigo.
Mi cara vuelve a sonrojarse.
Alain me observa con una expresión bromista. —Aunque patea mucho.
Mierda, otra vez siento vergüenza.
El señala hacia la puerta.
—Iba a desayunar ¿Vienes conmigo?
Observo la recepción y el sigue mi mirada.
—Uhh.. ¿Quedaste con Etienne?
—No realmente. —Pronuncio y Alain me observa muy confundido. —Quedamos en desayunar, pero no hoy en específico. Solo quedamos.
—Bien...
Se acerca a mi y me rodea.
—Entonces esta dicho.. ¿Cuánto has esperado ya? Se hace tarde, podrás desayunar con el mañana.
Me lleva con el y yo le doy una última mirada a la recepción vacía.
Tampoco me dijo para desayunar exactamente hoy ¿No?
(*)
—¿Qué es lo que trae a una mujer extranjera como tú a París?
Rompo con mis dedos un pedazo de pan.
Antes de meterlo en mi boca, le respondo. —¿No sueles encontrar extranjeras que les guste viajar solas?
—No en el hotel.
Termino de masticar y paso el pan.
—Algo así me dijo Etienne.
Ignorando mi respuesta, vuelve a hacer esa pregunta curioso.—¿Entonces qué te trae aquí?
Tomo un poco de mi café y pongo los ojos en el.
—¿Huyes de la justicia como dice Etienne?
Sonrio bajando mi café. —¿Por qué su insistencia en que huyó de la justicia?
—Digamos que no es normal que mujer guapa y de buena posición vengan a quedarse en el hotel.
Trago saliva. —Tengo un motivo.
—¿Y ese motivo?
Lo primero que viene a mi mente es mamá y su diario, pero respondo otra cosa, que no esta lejos de ser cierta.
—Descubrí a mi esposo engañándome con mi madrastra dos horas después de habernos casado.
Los ojos de Alain se abren.
—Si, estoy en un proceso complicado de divorcio. —Pronuncio. —Aunque no le envíe aún la demanda, quise primero disfrutar de mi luna de miel yo sola antes de volver a casa y amargarme la vida con eso.
—¿Entonces descubriste que tu esposo te engañaba con tu madrastra y viniste directo a Paris?
—Fue lo mejor que se me ocurrió. —Respondo. —Ya tenía los boletos y mi mejor amiga me impulsó.
—Pues es una buena amiga y estoy sorprendido.
Toma de su café.
—Eres una mujer interesante, Fallon.
(*)
—Gracias por el desayuno.
Le sonrió. —Gracias a ti.
El me da el pase para ingresar primero y he comprendido los caballeros que son los hombres franceses gracias a Etienne y Alain.
Le sonrió y esta se acaba al poner la mirada adelante.
Es Etienne.
Quien pasa la mirada de mi a Alain, pronto su expresión se vuelve entre estar enfadada y decepcionada.
Mis labios se separan y cuando intento hablar, una voz me detiene. La voz del hombre mayor quizás de la misma edad que mi padre y que se encuentra al lado de Etienne.
—Luz..
¿Luz?
—¿Luz?. —Vuelve a pronunciar ese hombre, me mira muy sorprendido y entiendo porque. —¿Eres tú, Luz?
Luz…
Ese es el nombre de mi madre.
ESTÁS LEYENDO
Luna de Miel en Paris
RomanceA Fallon Hamilton le rompieron el corazón dos horas después de su boda y no tuvo mejor idea que irse a celebrar su "Luna de miel" por si misma. "Paris", La ciudad del amor. Y el lugar donde esta el. Etienne.