22

16K 1.4K 74
                                    

Fallon:

Etienne esta aquí...

Etienne esta aquí...

He tomado el primer taxi saliendo del departamento de Verónica, no le di muchos detalles a ella más el que saber que de alguna forma el estaba aquí.

Le pagué con un par de billetes al taxista cuando se detiene justo en la plaza donde quede verlo y salgo rápidamente.

No sé por dónde empezar a buscar y mucho más cuando todos los días hay extranjeros visitando la plaza.

Voy hacia el medio y cojo mi teléfono, intento llamar y me envía am buzón.

—Ma belle.

¿Es cierto?

¿Esto está pasando justo ahora?

Me giro y lo compruebo yo mismo.

Etienne con su sonrisa brillante y su rostro atractivo, todo el atractivo mirándome de frente, parado unos metros de distancia de mi.

El corazón me late muy rápido y mis labios se separan.

—¿Cómo supiste que era yo?. —Pregunto, mi voz a salido clara a pesar de que sigo creyendo que este es un hermoso sueño del que no quiero despertar.

—¿Crees que ni reconocería la silueta de mi Ma belle?. —Etienne me señala, lleva cargando una mochila en su espalda. —Aunque ya no seas castaña.

Dios mío.

—Eres rubia. —Pronuncia sorprendido, es cierto que a el jamás se lo dije.

—Etienne..

—Debo decirlo, te ves más sexy .. aunque desde que te conozco todo el tiempo has sido sexy.

Aprieto los labios.

—¿Qué haces aquí?

Su mirada se vuelve seria. —Vine a ver a la chica que me gusta.

Mis labios se separan.

—Dijiste que te sentías aliviado de no haberte enamorado de mi.

Etienne guarda silencio y se acerca hasta pararse justo delante de mi.

—Al final me di cuenta que aunque solo me gustas esa chica, quiero y estoy seguro de querer enamorarme de ella.

El sonríe y siento mi corazón conmoverse.

—Quiero enamorarme de ti, Ma belle.

Dios mío.

—¿Me permites enamorarme de ti, Fallon? . —Me pregunta y estoy a punto de colapsar. —Esta vez quiero que nuestra historia sea diferente a la de nuestros padres. Quiero que tengamos un final feliz.

—Yo también lo quiero.

Etienne sonríe.

—Gracias por venir.

—Gracias por abrirme los ojos.

El corazón se me acelera.

—Me gustas mucho, Ma belle.

Ya no lo soporto más y el me termina recibiendo en sus brazos cuando lo rodeó con los míos.

Me aprieta y se ríe.

Lo único que puedo decir es…

—Te extrañé. Aunque fue solo unos días te extrañé mucho.

—Yo también te extrañé, Ma belle.

Hay que crear nuestra propia historia, Etienne, solo nuestra historia.

Luna de Miel en ParisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora