Luna de Miel en Paris

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Etienne:

Enojado es poco lo que siento cuando mis ojos observan en primer plano toda la situación, debo decir que después de hacer una larga cola para comprar el pollo y correr hasta aquí para traerlo aun caliente, hubiera preferido tardar unos minutos más que llegar justo para ser testigo de tan gloriosa escena.

Alain baise- gringas

Siento los músculos tensados, el estómago contraído y me niego a hablar porque seguramente sacare una estupidez de mi boca.

—¿Y el pollo frito?.—Me pregunta mi padre cuando llego al departamento.

Le entrego el bote con las únicas piezas de pollo que se salvaron y no cayeron sobre la alfombra.

—¿Solo esto compraste?

—Mucho pollo frito te hará mal.

—Tonterías, hoy más que nunca tengo muy buena salud.

El parece muy feliz.

¿Es por Fallon y su madre? ¿Cómo puede estar feliz?

Mi padre le da un mordisco al pollo.

—¿Quieres un poco?

—No.

El sigue comiendo, trago el nudo que siento en la garganta mientras recuerdo lo poco que puedo a esa mujer.

—¿Qué fue lo que te dijo, Ma belle?

Mi padre se detiene, alza una ceja y me observa confuso.

—¿Ma belle?

Mierda.

—Fallon, hablo de Fallon.

—Así que le llamas, Ma belle.—Sonríe.—Nunca te he visto llamar a una chica así.

¿Por qué la llamo Ma belle?

Fue lo primero que se me ocurrió decirle cuando la encontré como un gatito asustado en medio de todos esos hombres que sabe quién le habrían hecho de no haber llegado a tiempo.

—¿Te gusta?

Abro los ojos.

¿Cómo se volvió esto a una conversación que yo quería tener sobre el a pasar sobre lo que siento por la recién llegada?

—Que no te apene decirlo, es muy guapa.. Como Luz.

No lo entiendo.—¿Cómo puedes seguir pensando en ella después de lo que te hizo?

Mi padre suspira, esta conversación lo pone mal, pero haga lo que haga, jamás podre entenderlo.

—Cuando estés enamorado lo sabrás.

Mi madre murió tiempo después de que yo nací y la primera imagen "Materna" que pude conocer fue la madre de Fallon, llegue a creer que al fin podría tener la familia que siempre quise y luego mi padre, estaba tan frágil que le abrió su corazón, se enamoraron y ella permitió que sucediera, dejo que se enamorara sabiendo que venia del dolor de perder a una mujer en su vida pasada y que no soportaría una perdida más.

Aun así, no le importo y se marchó.

¿Por qué mi padre sigue amándola?

—Claro que no.

Mi padre pone los ojos en mí.

—No creo llegar a entender eso nunca.

Sus ojos me miran detenidamente, él sonríe.

—Yo decía lo mismo cuando.—Papá toma un respiro.—¿Entonces.. Si te gusta?

—Iré a tomar aire un rato.