28

16.2K 1.3K 27
                                    

Fallon:

—Leí el diario. —Pronuncio y los ojos de papá se abren.

El sigue en cama y mientras lo miro sonrio, la vista otra vez se me nubla por las lágrimas igual como lo hicieron mientras terminaba de leer el diario.

—Fui muy tonta por tener miedo de seguir leyendo.

—A veces el miedo nos detiene.

Me limpio con el pulgar algunas lágrimas que se han formado en las esquinas de mis ojos.

—No dejaré que el miedo me impida nada a partir de ahora.

—Salió una buena lección después de esto ¿no?

—Hubiera preferido que fuera diferente. —Comento viendo en la cama.

—Tu padre es fuerte, Fallon. Yo estoy bien.

Sonrio.

Ambos guardamos silencio.

—¿Realmente deseas divorciarte?. —Me pregunta tomándome desprevenida. —Las parejas pasan altibajos.. quizás tu quieras reconsiderarlo, no te lo estoy pidiendo, solo si tu deseas salvar tu matrimonio.

—Si lo amara quizás..

Papá me observa en silencio.

—Y mi historia no es como la tuya y mamá , yo ya sentía que lo amaba cuando nos dijimos el si, pero deje de amarlo cuando lo descubrí engañándome.

Papá me entiende.

Me muerdo el labio por unos segundos, pero enseguida lo suelto.

—Además me interesa alguien más.

Papá me examina.

—Quiero intentarlo con el. Aunque llevemos poco tiempo de conocernos, tanto el como yo estamos dispuestos a enamorarnos.

Papá guarda silencio.

—¿Entonces si no hay nada que te hará cambiar de opinión?

—Nada, papá. —Comento.

Papá toma un respiro, su pecho se infla y por un instante siento miedo de que pueda darle otro ataque.

—Esta bien, parece que tu historia de amor no será como la mía con tu madre, esperaba que si.. si es que  estabas dispuesta a darle una oportunidad a tu matrimonio, pero no puedo obligarte.

—Gracias, papá.

—Además también he tomado una decisión. —Me asegura y al decirme me quedo con la boca abierta.
















(*)




















Etienne continúa esperándome fuera de la casa  de mis padres, yo me sonrió al verlo aunque el este dándome la espalda.

Corro hacia el y le rodeó la cintura con los brazos.

—¿Ma belle?

Mi corazón se acelera, me aparto y el me toma el rostro con las manos.

Me examina preocupado.

—¿Estas bien?

Asiento con la cabeza.

—¿Empezamos a hacer nuestra historia de amor?

Los ojos de Etienne se abren, pero pasa de la sorpresa a tener una perfecta sonrisa.

—Empecemos, Ma belle.


Luna de Miel en ParisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora