Prólogo.

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Miro una vez más el reloj, faltan quince minutos para la medianoche, espero esta vez sí poder llegar a tiempo, no quiero otro regaño más.

-Te ves preocupado.

¿Se nota demasiado? Miro a Plaga mientras él solo está comiendo, claro que a él nada le preocupa, bueno si algo, no tener suficiente queso para comer solo eso, a veces quisiera ser como él.

-Para nada ¿Ya terminaste? Tenemos que irnos pronto- Miro otra vez el reloj, faltan exactamente diez minutos para media noche.

-Quisiera que tuvieras un poco más de queso, esto apenas me llena- Plaga usualmente solo sabía quejarse y criticarme.

-Es difícil tomar tanto queso sin que se den cuenta, ahora no es momento de quejarse- Él continuo comiendo.

Mientras comía yo solo lo observaba, ya había pasado un mes desde Plaga llego a mi vida, no tengo idea de cómo o porque yo, él solo me dio una tarea que desde luego acepte.

La ciudad no era muy segura en estos tiempos, solo hay crimen y poco a poco la ciudad se hundía cada vez más, utilizando los poderes que Plaga me da junto con otro portador nos hemos encargado de tratar de normalizar la ciudad.

No había sido nada fácil y aun continuo preguntándome porque de todas las personas fui el elegido, tener una doble vida me estaba costando más de lo que pensaba; toco mi anillo pensando en que quizás esta tarea no sea para mí.

-Has estado actuando extraño estos días ¿Qué te sucede?- Plaga interrumpe mis pensamientos, cuando lo veo estará flotando sobre mí.

-Sabes que tengo muchas dudas sobre esto, dudas que no has querido llenar y todas las noches arriesgo mi vida- Él solo me mira -Solo quisiera saber porque.

-No tengo permitido decirte nada, lo sabrás algún día- Siempre dice eso -Además estas perfectamente a salvo, peleas contra simples humanos sin poderes,

-Solo quisiera saber...

-Fuiste elegido por una razón, eres portador del miraculous de la destrucción, no a cualquiera se lo dan, además deberías sentirte afortunado de tenerme a mí- Suelto una risa.

-Sí, eres mi único amigo Plaga, además te puedo llevar a cualquier parte conmigo- Plaga me sonrío.

Regreso la mirada al reloj y veo que se me ha hecho tarde de nuevo; ella estará muy molesta conmigo.

-¡Plaga las garras!- Grité y salí de ahí.

Corro entre los edificios tratando de encontrarla, es algo complicado ya que debemos estar al tanto de toda la ciudad; pienso en una excusa creíble pero sé que de todas formas no me creerá.

Llego a la zona donde está el museo de Louvre, me detengo enseguida cuando alcanzo a verla, pelea con un sujeto, nunca había visto alguien así, se mueve casi tan rápido como nosotros, ella intenta golpearlo con su yo-yo pero él lo esquiva con facilidad; creo que he llegado justo a tiempo.

Creo que tiene más o menos nuestra altura, aunque su piel es de color ¿Azul? Tan extraño, trae una rara vestimenta y sostiene con su mano lo que parece una pistola pero no se ve real sino como si fuera un juguete.

Él está por golpearla, ya es momento de mi entrada, me dirijo hacia ellos y antes de que pueda tocarla lo golpeado con mi bastón, alejándolo de ella.

-¿Llego en buen momento?- Él retrocede inmediatamente.

-Hasta que llegas, no es posible que siempre llegues tarde- Regaño -No tengo idea a lo que nos enfrentamos.

-Ahora que están los dos, entréguenme sus miraculous- ¡Que! ¿Cómo es que él sabe...?

-¿Cómo sabes eso? Además para que los necesitas, estos prodigios deben ser usados solo para el bien- Comento mi compañera.

𝐼𝑚𝑝𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎 [𝐺𝑎𝑏𝑟𝑖𝑛𝑒𝑡𝑡𝑒]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora