Estaba todo listo, desde esta mañana no habíamos parado ni un segundo. Al fin, después de casi diez años mi padre volvía de las fuerzas armadas. Aún recuerdo el día en el que nos dijo que tendría que irse, mi madre siempre me había convencido de que él iba a estar bien, pero a pesar de tener ocho años en ese momento, sabía que en cuanto saliera por esa puerta, había una posibilidad de que ya no volviera más.
Mi madre estaba expectante, por una vez los ojos le brillaban, había estado sonriendo todo el día, las dos estábamos esperando con ansias la llegada de mi padre.
En cuánto el timbre suena, ambas nos miramos, tanto ella cómo yo teníamos el corazón a mil. Mi madre se acerca a la puerta y en cuánto la abre, comienza a llorar tirándose a los brazos de mi padre.
Yo aún no puedo moverme, estoy paralizada, había echado muchísimos de menos a mi padre, las cartas que nos mandaba apenas eran suficientes.
Cuando se separa de ella, me mira a mí, él se queda unos segundos mirándome con su mirada puesta en mí y me sonríe.
- Cuando me fui eras una niña y mírate, ahora eres toda una mujer. - Sin pensarlo dos veces, corro hacia él y lo abrazó con todas mis fuerzas, cómo si fuera la última vez que podría hacerlo.
- Te he echado de menos papá, no sabes cuánto, mamá y yo te hemos necesitado siempre. - Mi padre acaricia mi pelo y besa mi cabeza tranquilizándome.
- Estoy aquí pequeña, ya no me voy a ir más. - Me mira sonriendo y deja un beso en mi frente. Se separa de mí y se acerca de nuevo hacia la puerta. - Ven, puedes pasar. - Frunzo el ceño, ¿A quién le estaba hablando?
De repente, un hombre entra en nuestra casa, aún estaba confundida, no sabía lo que estaba pasando. ¿Quién era él?
Tenía el pelo corto, aunque rizado, sus ojos verdes eran realmente hipnotizantes, sus labios eran rosados y carnosos y cuando sonríe se le forman dos hoyuelos.
- Él es Harry, ha sido compañero mío estos años, va a quedarse unos días aquí, no tiene familia y necesita algún lugar donde quedarse. - Elevo una ceja, ¿Está hablando en serio? ¿Acaba de llegar y ya nos va a meter a un desconocido en casa?
Mi madre dice que no hay problema, que puede quedarse todo el tiempo que quisiera, teníamos una habitación libre, la de mi hermano.
Hace tiempo que se fue y no ha vuelto, pero ninguno saca el tema.
Harry se acerca a mí y me extiende su mano, yo le observo durante unos segundos hasta que al final acepto.
- ¿Cómo te llamas?
- Sarah. - Su mano sigue sujetando la mía, nos hemos quedado unos segundos mirando el uno al otro hasta que finalmente, me separo de él. Vaya, eso ha sido raro.
- Si no os importa, iré a dejar mis cosas y acostarme, no quiero molestar. - Mi madre acompaña a Harry a la habitación, mi padre se acerca a mí y me mira.
- Hija, solo será unos días, además, Harry es un tipo solitario y callado, a veces no te darás cuenta de que está aquí.
- ¿Cómo puede ser tu amigo? ¿Qué tiene? ¿Veintidós años? - Mi padre ríe y rueda los ojos, ¿Qué le hace tanta gracia?
- Sarah, tiene treinta y seis. - Abro mis ojos sorprendida al escucharle. ¿Está hablando en serio? ¿Treinta y seis? No los aparentaba para nada, ¿Qué clase de pacto satánico habrá hecho? - Ven, vamos a sentarnos, tenemos que ponernos al día de todo.
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Harry's dirty (One shots) TERMINADA
Fiksi Penggemar"Sólo tenemos sexo cuando son las cinco y media, el único momento que te digo que eres mía. Sólo me gustas cuando me tocas, no cuando sientes algo por mí. " ¿Es sucio el sexo? Únicamente si se hace bien. Woody Allen Una colección de one shots ínti...