Híbrida

Capítulo 5

Llegue al punto de encuentro y ya estaba Jaim con Kenay, esos dos desde que se conocieron se llevaron muy bien.

--Hola chicos-- salude y voltearon a verme

--Hola mi pequeña niña-- saluda Jaim al tiempo en que me abraza alzandome.

--Demonios Jaim-- digo algo sofocada por la fuerza de su abrazo

--Dejala hombre-- dice Kenay sonriendo

--Gracias-- digo cuando me baja

--Me gusta-- dice Kenay apuntando con la barbilla, viendo la máscara y luego mis ojos.

--Oh!-- dije tocando la máscara-- gracias

--CHICOS!-- escuchamos un grito detrás nuestro, yo me gire para ver quien era.

--Por fin llegan, llevamos toda una vida esperando-- dice de manera exagerada Jaim, a Max que viene con los demás chicos, Kenay y yo solo negamos con la cabeza por el drama de Jaim.

--Vengan, les enseñaré un lugar-- dice Amonet entrando al bosque, todos la seguimos sin ningún problema-- lo encontré un día que me moleste con todos en el castillo y no quería ver a nadie-- dice mientras camina y voltea a vernos.

--No pensarás en comernos, verdad?-- pregunta Jaim-- dejame te informo que mi sangre sabe feo.

--A mi si me muerdes te dolerá el estómago-- dice Kenay siguiéndole el juego a Jaim.

--No me los voy a comer, ninguno de ustedes se me antoja-- dice sin vernos.

--Es bueno saberlo-- dice Máx.

--Bueno y ¿qué poderes tienen?--pregunté-- ustedes saben de los míos.

--Oh bueno pues yo no tengo mucho, solo soy un nefilim, mitad ángel mitad humano-- dice Jaim aún caminando-- tengo alas, es todo.

Todos volteamos a verlo, yo tenía las cejas alzadas, Kenay tentaba el aire detrás de la espalda de Jaim, los demás solo tenían la boca en expresión de sorpresa, no me di cuenta en qué momento nos detuvimos para verlo.

--Bueno, ya, ni que fuera algo nuevo que un nefilim tenga alas-- dice.

--Es que tú, con alas, es... Bueno, algo que nunca imaginas-- dice Clarke.

Todos coincidimos con ella, Jaim es atractivo aunque pensándolo bien, tiene sentido es atractivo cual ángel y es obvio que tenga alas, en fin es muy distraído espero sea bueno con las alas.

--No soy tan malo con ellas, vuelo muy bien--aseguró

--Bueno, hasta no ver no creer-- dijo Amonet, acompañado de una risita, todos la seguimos en la risita-- continuemos, ya no falta mucho.

Continuamos siguiendo a Amonet, íbamos entre bromas y risas, siguen con la misma actitud risueña, nos entrenaron para ser serios, inexpresivos pero es imposible entre nosotros. Son la mejor familia, daría lo que fuera por ellos. Los observo y recuerdo que tanto los quiero, este es de esos momentos perfectos.

--Bien, llegamos-- dice Amonet volteando a vernos, estamos enfrente de una cabaña, tiene un tamaño considerable-- vamos-- dice con un movimiento de cabeza y caminando hacia ella.

Subimos unos escalones, Amonet abrió la puerta y entró, todos la imitamos, no estaba mal, parecía un cuarto de juegos, incluso tenía un librero bien surtido, un refrigerador de tamaño considerable, bueno era cálido y agradable.

--¿Y todo esto-- dije Kenay parado comiendo quien sabe que-- de donde salió?

--Lo traje de poco

--Ya veo-- dice metiéndose algo a la boca