Capítulo 12

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No podía creerlo, ser humana es un asco lo sé o al menos por ahora lo es, pero ¿por qué compadecerme? no voy a suicidarme ni tampoco es el fin del mundo, nací como híbrida, así que podré volver a serlo, solo debemos encontrar como, debería de alterarme más pero Angelo dice que alterado es como menos funcionan las cosas, mejor analizar la situación, pensar como arreglarlo y solucionar las cosas.

--¿Morgan?-- lo ignore y seguí caminando, empecé a subir las escaleras-- oye espera-- me gire para verlo

--¿Qué quieres Kenay?

--Andas enseñando tus pantis negras, en otras palabras andas mostrando tu trasero-- dijo queriendo reír y yo por instinto me lleve las manos al trasero, se me olvido que tenia puesta la bata

--Eres un idiota, me voy-- dije girandome empezando a subir los escalones con las manos atrás tapando mi trasero, qué vergüenza, escuche la risa de Kenay al pie de las escaleras, es un idiota, pero de los buenos.

Por fin llegue a la habitación, entre y lo unico que queria era un baño, la tina con agua caliente un poco de rosas y seria mi baño perfecto, cuando me dispuse a tomar las rosas necesarias me di cuenta que no hay rosas, perfecto. Entonces solo será un baño de agua tibia, puse a llenar la tina, me quite la mugrosa bata, mis pantis y ahora sí, un perfecto baño para poder estar tranquila, tengo mucho que pensar, más ahora que soy humana.

Empecé a escuchar golpes en mi puerta, no quiero abrir pero el agua ya está fría y ya tengo la piel de abuela, no me queda otra opción que ir a ver quien es y que quiere, así que salgo y me envuelvo en una toalla, mientras termino de ajustarla vuelven a tocar pero esta vez con mucha más insistencia.

--Con un jodido demonio, YA VOY!!-- grite y pararon los golpes, ahora si abri la puerta-- ¿qué demonios quieres?-- eran Isaac y Max        

--Nuestro padre nos busca, así que cámbiate, te esperamos-- dijo Max dandome una leve sonrisa, yo solo achiqué los ojos y azote la puerta.

Fui a mi armario y me decidí por un pantalón estilo militar, una blusa de tirantes blanca y mis botas negras, mi cabello lo deje suelto para que así se secara y como de costumbre me dirigí a tomar una máscara, las observe durante un minuto o dos, hasta que volvieron a tocar la puerta, suspire y me dirigí a la puerta.

--Vamos-- dije saliendo y cerrando.

Ninguno dijo nada en parte lo agradecia, pero igual siento que lo hacen porque saben de la situación, se que pueden olerme, me molesta que crean que sufro o que haré alguna idiotez, no sé si creen que soy tan débil, ya no sé qué demonios piensan o creen saber de mi.

Llegamos a la oficina de Jonathan y ya estaban todos ahí.

--Lamento la tardanza, me estaba bañando cuando llegaron por mí-- dije viendo a Jonathan y sentándome en un sofá individual

--No te preocupes-- dijo suspirando, ¿él igual me esta compadeciendo? en este preciso instante odio a todos dentro de esta oficina-- bueno hijos míos los cite aquí para informarles que dentro de 4 días se irán a Miami, ya están todos sanos-- nos veía a todos-- la condición que puse para que todos se fueran al mismo tiempo es que tuvieran un cambio de imagen, pero ahora tengo otra condición a la cual ninguno se puede negar-- guardó silencio

--Lo dirás o ¿lo tenemos que adivinar?-- dijo Isaac

--Todos deben de ir a la preparatoria -- dijo muy rápido pero todos le entendimos a la perfección y empezaron los alegatos

--Pero ¿por qué?-- dijo Kenay

--Ya estudiamos lo suficiente-- dijo Clarke

--Eso es un estupidez-- dijo Isaac

HíbridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora