Híbrida

Capítulo 31

Ahora soy yo la que muere de hambre, mi estómago lo implora, deseo comida, estoy en la cama mirando el techo, por momentos me concentro en mis sentidos, siento como todo vuelve a mi, me refiero a mis poderes, mi yo real. La Morgan Sariego original.

--Volví amada-- fruncí el ceño

--No me digas amada

--Estoy en mi papel de amado diabético-- me miro con reproche, solo me reí ligeramente

--Ya no deben de tardar en avisar sobre la comida-- le estiré la mano con la paleta-- cómela o solo métela a tu boca-- me miro extrañado-- eres diabético-- dije obvia

--Cierto, dame eso-- me la arrebato-- mi vida pende de una paleta de cereza

Ambos nos recostamos en la cama, parecíamos parte de esas viejas fotografías en donde ponían al difunto para velarlo, las manos sobre el estómago y ni un solo ruido. Tocaron la puerta ligeramente y la abrieron.

--Esta lista la cena-- era Pablo

--Ya vamos-- ambos nos levantamos

--¿Estas mejor?

--Claro que si, muchas gracias-- dijo mostrando la paleta

--Perfecto, entonces cenemos-- me miró y luego miro la máscara, tal parece que apenas se dio cuenta de ella-- esa...

--Me la quitaré para comer-- Pablo solo asintió, no dijimos nada más y caminamos al comedor, la chica ya estaba ahí acomodando la mesa para los cuatro, realmente huele exquisito, a pesar del hambre me uní a ella para terminar pronto mientras Jack y Pablo iban por la comida

Por fin estábamos cenando, había una gran variedad de comida, no repare exactamente en qué era cada cosa, solo se que era comida típica de Italia.

--¿Para qué utilizas eso?-- me pregunto Bianca la hija de pablo, señaló la máscara que ahora reposaba en la mesa a un lado mío

--Es... costumbre, creó-- la mire y ella solo me dio una sonrisa de boca cerrada, al contrario de Pablo que frunció el ceño

--¿Costumbre?-- habló pablo

--De pequeña me enfermaba mucho entonces lo use para mantener mi sistema al margen-- lo dije lo más segura que pude, incluso puede que hasta Jack me creyera, ya que me analizo.

Pov. Circe

Con un maldito demonio, volvimos a casa luego de que Jack saltó detrás del portal de Morgan, pero, oh sorpresa, ella no está aquí, tiene un don innato para estar en problemas. Ahora todos están en caos una vez más.

--¡Dejen de gritar!-- alce la voz, eran muchos gritos sin sentido, tenía la atención de todos

--Circe, se que no entiendes esto, pero necesitamos encontrarla-- definitivamente Angelo cree que no sé quién es ella

--Morgan debe de volver, no puedo creer que de nuevo este con ese tipo-- Clarke se veía algo alterada

--Se quien es ella y porque debe de volver-- hable muy tranquila, todos me miraron como si hubiera dicho una locura

--No sé de qué...

--Claro que sabes de qué hablo, lo saben muy bien-- los mire a todos-- ahora bien, no sé porque lo ocultan y por el momento no quiero saberlo, pero definitivamente deben de estar centrados para buscarla, ya saben como va su futuro.

Luego del griterío y de que yo les dijera que ya lo sé, me encontraba en la cocina esperando a que mi té estuviera listo, ya lo necesito, hay mucho estrés en esta casa.

--¿Cómo lo supiste?-- me gire para ver quien era, la vampira, Amonet

--¿El que?

--Lo de Morgan

--Me di cuenta cuando la vi en persona-- dije tranquila mientras me servía un poco de té

--Eso no lo explica-- suspire viéndola

--Puedo oler lo que son, de qué especie o manada eres, pero ella tiene... un aroma demasiado peculiar que solo olí en una mujer hace un poca más de un siglo

--¿Conociste a Leila?-- frunció el ceño mirándome

--No, no conocí a Leila-- ella ahora parece confundida-- ¿Quién es Leila?-- mi pregunta la trajo de vuelta de sus pensamientos

--Olvida que dije eso-- y salió de la cocina como alma que lleva el diablo.

Todos en esta casa son extraños, si, yo soy extraña normalmente, pero estos chicos, son... otro nivel definitivamente, además de que esconden algo muy grande para ellos, no entiendo a Angelo al estar aquí, o quizás sí lo sé, sólo necesito a Morgan de vuelta.

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