+Otro año más+

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- Madre, hola.

-Hola hijo¿Cómo te fue hoy?

-Bastante bien.

El hombre se sentó junto a la anciana, dejó su maletín sobre la mesa y se quitó las gafas para frotar sus ojos. Ella levantó su vista hacia él y colocó sus manos temblorosas sobre las suyas.

- Anteayer no pudimos ir al cementerio¿Podemos ir hoy?

-Claro que sí madre, llamaré a Juan José para saber si está libre, así nos vamos los tres

-Gracias Hernán... Ya se cumplen 33 años desde esa tragedia...

- Sí... a todos nos dolió mucho la partida de Celine y de Elián, sé bien que aún le duele haber perdido a su único hijo.

-Pero los tengo a ustedes, a Juan José y a ti, ustedes fueron mi fuerza, si no hubieran llegado a mi vida me hubiera quedado totalmente sola.

-Pues mi hermano y yo también necesitábamos de usted, y le estamos muy agradecidos.

-Mírate Hernan- Dijo María Luisa con orgullo- Eres una gran hombre, mi duraznito estaría muy orgullosa de ti, un prestigioso abogado con 42 años bien puestos- dijo riendo.

-Hablando de años... ya se acerca tu cumpleaños- dijo divertido- son 86 años bien puestos.

Ambos rieron, Hernan perdió a Celine cuando tenía 9 años y después de tanto tiempo seguía sintiendo el mismo amor por ella aunque ya casi no se acuerde de su rostro siempre recordará todo lo que su hermana mayor luchó por él y su hermano, ahora cada quién tenía su vida hecha, pero no habían dejado de extrañarla.

- Otro año más... cada vez mi vida se agota más.
- No digas eso mamá, tienes que vivir mil años más.

La anciana lo miró con dulzura, cuando Celine dejó a sus hermanos ellos eran aún unos niños, y ella se encargó de hacerlos felices y dedicar todos sus esfuerzos y sacrificios por ellos, tal como su hermana lo habría hecho.

- Tu hermano y tú ya son dos hombres, cada quien con su vida hecha, ya no necesitan a esta vieja.

- Claro que aún te necesitamos, has sido una verdadera mamá para nosotros.

- Sabes Hernán...Quisiera ver a mi hijo, almenos una vez más...
- Se que lo extrañas, es algo que jamás se supera...
- Recuerdo esa noche...como si hubiera sucedido hace poco...

- Señora María Luisa- dijo el pequeño tímidamente- ¿Puedo ayudar a lavar los trastes? Mi hermana vendrá muy cansada y yo quiero ayudar
- Claro que sí Hernan- dijo la señora enternecida- Juan José y tú me ayudarán y juntos limpiaremos todo.

Y Los tres empezaron la limpieza al terminar de cenar, los pequeños reían con sus propias ocurrencias y Maria Luisa cantaba una dulce canción.
Entre risas y juegos todos terminaron agotados, La mujer dejó a ambos niños en la habitación y cerró la puerta con cuidado. En silencio y tarareando la misma canción, salió de su casa para poner las bolsas de basura.
En eso escuchó un sonido muy fuerte que hizo que todos los vecinos salieran de sus casas o a sus balcones y se preguntaban entre ellos que era lo que sucedía.
María Luisa empezó a sentir una pequeña punzada en el pecho, todos empezaron a señalar la gran nube negra que se había formado a lo lejos, en eso se empezaron a escuchar muchos disparos lo que los alertó más.

Un hombre sudoroso y sucio se acercó a ella con desesperación intentando decir algo, estaba tan agitado que tuvo que apoyar sus manos en sus rodillas un momento para recuperar el aliento, María Luisa estaba angustiada y preguntaba una y otra vez que sucedía.

-Luisa.... allá- dijo señalando temblorosamente el humo- un coche bomba...los terroristas destrozaron todo....tu hijo...tu hijo está allá

TU HIJO ESTÁ ALLA

Sintió que la sangre se le congelaba, entró a su casa y sacó su abrigo, cerró la puerta y le pidió a su vecina que cuide a los niños.
La señora y su esposo le dijeron que no se preocupe, que los niños estarían a salvo.
Y así empezó a correr
Una bella mujer de lindo vestido y abrigo que corría con lágrimas, de naríz colorada y los labios resecos
Con un corazón que se aceleraba cada vez más.
Su desesperación hacía que el camino se hiciera largo, pero finalmente llegó, habían coches de policía, y dos ambulancias, el ruido aturdía a cualquiera sumandole el bullicio de la multitud que rodeaba la escena y comentaba al respecto.
Los paramédicos levantaron a dos policías heridos de bala y con quemaduras, la mujer logró ver a que aún habían dos personas más en el suelo.
María Luisa se acercó al tumulto y comenzó a empujar a las personas gritando que la dejen pasar.

Lo que ella vio en ese momento, iba a ser un recuerdo que permanecería en su memoria hasta el último de sus días.

- ¿Es usted familiar?- Preguntó un paramédico.
- Es mi hijo...son mis hijos- Pudo apenas decir entre lágrimas y arrodillandose
-Lo lamento señora, no podemos hacer nada, estas personas ya fallecieron.

-Esa noche... lloré y grite de dolor hasta perder el conocimiento- decía la anciana.
-Fue doloroso para todos...Pero a Elián no le gustaría que sigas llorando.
- Tienes razón...
- Juan José me envió un mensaje- dijo mirando su movil- dice que hoy está de turno pero mañana estará libre y podemos ir los tres al cementerio.
- Ese hombre no descansa
- Está muy ocupado, pero Mirella dijo que se aseguraría de que coma como se debe.
- Juan tiene mucha suerte de haberse casado con una mujer tan linda y buena como ella.
- Sí, que bueno que mi sobrino salió a ella- dijo divertido
- No digas eso- refutó la anciana riendo un poco- Es un gran médico y un buen hombre, ¿Y tú? No piensas rehacer tu vida?
- Ya no soy tan joven mamá, ya no estoy para esas cosas, además, quiero dedicarme solo a mi hija, desde que su madre falleció ha sido muy dificil todo.
- Bueno, si quieres dedicarte solo a Paula entonces esta bien.
- Por cierto, hoy ella vendrá a visitarte, dice que ama hornear galletas contigo.
- Esa niña es un amor, este año cumple 15, deberíamos hacer algo especial.
- Ya lo organizaremos después- dijo mirando su reloj de mano- debo irme, Paula está por salir de la escuela y debo ir por ella, le prometi que al terminar sus clases pasaria por ella para llevarla a su restaurante favorito.
Hernan tomó su maletín nuevamente y abrió la puerta.

- Cuidate mamá
- Ve con cuidado hijo- dijo la anciana.

Cuando Hernan se fue; María Luisa tomó su bastón y se puso de pie apoyandose de este, dió unos pasos lentos y temblorosos hasta llegar al espejo.
Se observó durante un momento. El hermoso cabello que tenía cuando era joven ahora era totalmente blanco y corto, tenía los párpados caídos y la piel arrugada, pero seguía usando joyas y siendo tan elegante y amable como siempre.
Una lágrima se escapó.
También le hubiera gustado ver a su hijo convertido en un adulto.

En el mundo hay corazones que esperan incansablemente por años
Y por vidas....

La segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora