+Una gran y poco creíble historia+

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*Escuchar la canción es opcional*

-Mamá- Dijo un hombre vestido de médico- ¿Como estás?¿Y Hernán?

-No tarda en llegar, Paula quiso venir con nosotros, por eso se han retrasado un poco- decía la anciana mientras subía las escaleras.

-¿A dónde vas?- Decía Juan José mientras se apresuraba en ayudarla a subir.

-A la habitación de Celine, quiero mostrarte algo.

-¿No piensas quitar sus cosas? Mamá han pasado 33 años, esas cosas ya están viejas...

-Me eh encargado de limpiar y restaurar todo cada cierto tiempo, no hay nada viejo, entra y verás que el tiempo no ha pasado en esa habitación.

Juan José se quedó boquiabierto al ver que en efecto, las cosas en la habitación lucían muy antiguas, propias de la época anterior, pero todo estaba en perfecto estado.

- La habitación luce igual que mi corazón- dijo la anciana mientras se sentaba en la cama de Celine- El tiempo no ha pasado por aquí...

-¿Aún tienes la habitación de Elián?

-Que cosas preguntas Juanjo...Por supuesto que sí, pero tengo algo todavía mejor.

La anciana se levantó de la cama y buscó en el cajón de la mesita de noche que había en la habitación, sacó una pequeña caja de madera y volvió a sentarse al lado de Juan.

-Esa noche fue trágica... pero recuperé esto- dijo abriendo la caja y sacando un pañuelo doblado

-¿Un pañuelo?

-Era de mi hijo, y esto era de mi duraznito- decía mientras desdoblaba el pañuelo

-No puede ser... creí que se había perdido para siempre ¿Tú lo tuviste todo este tiempo?

-Así es... Pensé muchas veces en botar este collar... porque me recordaba mucho a ellos, y eso me lastimaba, pero hace años pasó algo increíble.

-¿Qué pasó?

-Fue un 5 de junio de 1998, Tu hermana y mi hijo cumplían 12 años de fallecidos, pero a mi me dolía igual que el mismísimo día de su muerte, una amiga me recomendó botar sus cosas porque me hacía daño tenerlas.

-¿Qué te hizo cambiar de opinión?

-Qué esa noche cuando iba a botarlo el collar brilló de una forma especial, como si fuese un pequeño foco y--

-Mamá que cosas dices- comenzó a reír.

En eso tocaron la puerta, era Hernán, estaba junto a su hija Paula. Juan José abrió la puerta mientras la anciana regresaba las cosas a su lugar y salía de la habitación.

-Deja que te ayudemos a bajar las escaleras mamá- dijo Hernán subiendo presurosamente.

-No me traten como una inútil, estoy perfectamente.

-Aún así mamá, déjanos cuidarte- refutó Juan José.

- Hola abue- dijo la pequeña señorita de ojos caramelo y grandes gafas.
- Hola mi pequeña Paula- Dijo la anciana acariciando su lindo cabello castaño claro- Es bueno verte.
- Me alegra verte tambien abue- Respondió con un abrazo y una sonrisa.
Y así los tres partieron al cementerio.

El tiempo no puede hacer que el corazón olvide.

- Nos vamos a Perú- dijo Romina mientras sacudía los boletos en la cara de Aiko.
- Será genial- respondió Aiko apartandola un poco- La proxima semana haremos un gran viaje.
- Será mejor que se preparen y vean que es lo que van a llevar y luego no ocurra ningún retraso, organicen todo- Replicó Goran.
- irginicin tidi- Dijo Romina para despues bufar molesta.
- Sobre todo tú, cretina.
- Ey esa es mi palabra

Aiko solo reía, para cualquiera era lindo verlos juntos. Aunque una parte de ella sentía dolor.
Había un gran pasado que no podía dejar ir y es comprensible, estaba a punto de casarse y de un momento para otro todo se destruyó y volvía a estar frente a la persona que tanto había amado.

Pero era otra vida, otro contexto, y su gran historia juntos era solo eso
Una gran y poco creíble historia, una que aún no estaba muy clara, pero que pronto iba a averiguar.











La segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora