- La policía ya te está buscando por lo que sucedió la otra vez.
- Que miedo tengo...
- ¿En verdad no te importa destruír tu vida?
- No, ¿Querías sensibilizarme? Buen intento pero eso no va a funcionar.
- ¿Hacia dónde vamos?- Preguntó con temor.
- Hacia dónde nadie te vuelva a ver, al menos hasta que decidas ayudarme, ¿No quisieras a Elián para ti?
- El no me eligió a mí, y yo respeto eso, tu deberías hacer lo mismo.
- Nunca. Tengo mi segunda oportunidad y no voy a dejarlo pasar.
- Por favor para esto- dijo comenzando a llorar y pateando con todas las fuerzas que le daban las piernas la puerta del auto.
- No te molestes, el auto está modificado, solo se abre por fuera.
Goran había pasado todo el día junto a Romina buscando en los posibles lugares a donde pudo haber ido Aiko, pero sin exito.
Llegaron a buscar incluso en los hospitales y nadie sabía nada de ella, parecía que se la había tragado la tierra.
Después ya de varias horas llamaron a la policía para registrar las cámaras de seguridad donde al fin hayaron una respuesta, Esthella se la había llevado, en complicidad de alguien más.
Intentaron seguir el camino que tomó el auto pero se alejaron tanto que llegaron a lugares donde no hay cámaras, perdiendo así el rastro.
Nadie tenía ánimos de nada, Romina se sentía frustrada pues su amiga la había salvado arriesgando su vida y ahora ella se encontraba sin siquiera saber en donde buscar.
Y así pasó una semana
Y con cada día que transcurría iban perdiendo las esperanzas.
Goran caminaba de un lado a otro con el movil en mano mientras Romina estaba sentada en el sofá. Ambos ansiosos, esperando una llamada, un mensaje, una señal, lo que sea que fuera que les pudiese servir.
Pero ese susurro de esperanza nunca llegó.
Si antes a Goran le preocupaba Aiko, ese sentimiento se multiplicaba por mil ahora que podía recordar todo.
Finalmente después de otro día más sin saber nada de ella Goran se marchó a su departamento, se sentó en su cama y miró el collar que colgaba al lado de su closet, sus ojos se llenaron de lágrimas al recordar el último día, en el que hizo todo por salvarla y no lo logró.
Y ahora ella volvía a encontrarse en peligro y él estaba ahí sin poder hacer nada nuevamente.
Dio un golpe a su pared con frustración y dejo escapar las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos para despues tirarse a su cama.
En dónde podría buscar
¿Seguirá viva después de tantos días?
Removió su cabeza tratando de alejar esos pensamientos.
Su vista se perdió para aterrizar en la pequeña caja que la anciana le dio, esa que no quiso abrir.
Se incorporó nuevamente y acomodó sus gafas para tomar el pequeño objeto y abrirlo con el mayor cuidado posible.
No era un anillo cualquiera, Elián había mandado a hacerlo especialmente para ella, un pequeño aro dorado que parecía una corona de hojas y en el centro una rosa que tenía un diamante incrustado.
Si antes se sentía bastante mal
Ahora se sentía peor.
Era el anillo de compromiso, de un compromiso roto.
Y él ahora iba a casarse con otra mujer, cosa de la que cada vez estaba menos seguro.
Empezó a pensar en todo hasta finalmente quedarse dormido.
- ¡Nos vamos a la playa!
Juan José y Hernán saltaron de alegría y empezaron a correr por toda la casa buscando a su hermana para darle la buena noticia.
Elián estaba en la cocina junto con su madre preparando el desayuno en lo que vieron a Celine bajar casi corriendo por las escaleras, tenía el cabello revuelto y estaba aún en pijama.
- Lo siento, lo siento mucho, me quedé dormida, por favor sientense, terminaré de preparar el desayuno y limpiare todo enseguida, lo sient---
- Te ves linda hoy- interrumpió Elián con una sonrisa burlona.
Celine trató de arreglar su cabello usando sus manos totalmente apenada.
