+ Yo sabía que vendrías +

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-Necesitamos hablar-dijo Goran sentándose al lado de Aiko-¿Enserio le contaste toda esa sarta de cosas al médico? Creí que habías dejado atrás ese tema.

-El fue mi hermano hace muchos años, fue él quien me reconoció. Yo sé que suena loco pero tienes que creerme.

-¿Cómo pretendes que creamos eso?-dijo Romina sentándose al lado de Goran.

Aiko sacó su libreta de notas y se la entregó a Romina.

-A ti te consta que yo tenía esta libreta mucho antes de este viaje, léanla, estoy dispuesta a probar que todo lo que está ahí en realidad si pasó.

El móvil de Romina sonó, salió de la habitación para atender la llamada de su madre

-Sé que es difícil de creer...

-Yo te creo- Dijo Goran levantándose de su asiento y abrazándola- En verdad te creo.

Después de ver ese recorte de periódico estaba obligado a creerle.

-Pero- aclaró Goran separándose de ella- si antes te amé, eso se quedó atrás, de hecho tengo algo que decirte...

-¿Qué cosa?

-Si todo sale bien...al acabar nuestras carreras le pediré a Romina que se case conmigo, porque sin importar el pasado, en esta vida la amo a ella.

Hay personas que viven aferradas al pasado, otras que disfrutan su presente, y otras que viven preocupadas por el futuro.

- Aiko...- Dijo Romina encendiendo las luces de la habitación- ¿Ya estás dormida?
- No puedo dormir- dijo Aiko sentandose en su cama.

Romina se sentó a su lado, no tenía la mirada alegre de siempre.

- ¿Tú amas a Goran?
- Amé a Elián, ahora entre Goran y yo no hay nada.
- Eso no fue lo que pregunté... ¿Estarías bien si me quedo con Goran?
- No hay razón para que te preocupes por eso.
- Leí tus notas... ustedes iban a casarse, y los mataron la noche anterior a su boda.
- Sí...es una pena. Pero como Goran dijo, no importa el pasado, en esta vida él te ama a ti.
- Yo... yo quiero que él recuerde.
- ¿Qué?

- Quisiera saber, si él me seguiría amando a pesar de recordar.

- No quiero que él recuerde, solo quiero saber cual es la razón de que yo recuerde, quiero saber que propósito tiene encontrármelo otra vez. También quiero saber que pasó con mi familia anterior.

- Vayamos entonces, Tu hermano debe de saber donde está Hernán y Maria Luisa.
-¿Segura?
-Sí, Goran y tú, deben saber que pasó.

Que suceda lo que tenga que suceder.

- Yo no quiero saber más de esto...- Replicaba Goran mientras era empujado por Romina
- No seas llorón cretino.
- Entonces... ¿Elián no recuerda nada?- Dijo Juan José mientras sacaba sus llaves para entrar a la casa.
- Ni quiero recordar...
- Por favor- dijo Juan antes de abrir la puerta- sé que no recuerdas nada, pero la mujer que está aquí adentro, ha estado esperándote durante 33 años. No seas grocero con ella, es todo lo que te pido.
- Esta bien...

Los cuatro entraron a la casa, estaban sentados en el sofá Hernán y su hija.

- Hernan se levantó del sofá y abrazó a Aiko con un llanto que parecía interminable. Aiko se sentía emocionada de ver a sus hermanos convertidos en hombres.

- Ya no son mis chiquitos-  dijo entre lágrimas

- Pero seguimos siendo nosotros.

Los tres se dieron un abrazo.

- ¿Y la señora Maria Luisa?
- Te está esperando en tu habitación ¿Recuerdas dónde está tu habitación?
- Claro que sí.

Aiko se dirigió a las escaleras, los hermanos y Romina decidieron quedarse a esperar.

-Síguela Goran- dijo Rom.

El no estaba convencido si esto era una buena idea pero también se sentía intrigado.

Goran subía las escaleras detrás de Aiko, la casa era bastante grande, sin embargo la bajita conocía todo perfectamente, una prueba más de que todo este tiempo dijo la verdad.

Llegó hasta una de las habitaciones, puso la mano sobre la perilla pero se detuvo, no se atrevía a abrirla.

- ¿Que sucede?- Preguntó Goran.
- Estoy nerviosa... María Luisa era tu madre, pero me encariñe mucho como si fuera la mía también.

Goran colocó su mano sobre la mano de Aiko y la miró a los ojos.

- Abramos esa puerta, juntos.

Y así ella encontró valor para girar la perilla y entrar.

No podía creerlo, su habitación estaba tal cual la dejó, había una anciana sentada en la cama dándoles la espalda, estaba mirando un cuadro de Celine.

- Eres tú pero con cabello largo...-susurró Goran boquiabierto.

La anciana se volvió hacia ellos y los miró fijamente.
Aiko empezó a acercarse lentamente, mientras que la anciana se ponía de pie con ayuda de su bastón.
Cuando ambas estuvieron cerca, Aiko no pudo evitar enrojecerse y llorar.

- ¿Es verdad que eres tú?
- Si señora María Luisa, soy yo...duraznito, ¿Me recuerda?
- ¿Qué si te recuerdo?

La anciana acunó el rostro de Aiko en sus manos y llorando le dijo:

"Dijeron que estaba loca...pero yo sabía que vendrías"

Aiko se alejó un poco de ella y le pedió a Goran con gestos que se acerque.

- No vine sola señora.

La anciana, con una sonrisa temblorosa se acercó a Goran

- Yo le pedí a Dios...abrazarte una vez más, pensé en ti cada día desde que te fuiste de mi lado.

El corazón tiene memoria, y aunque en tu cabeza los recuerdos de lo que sucedió no están, en tu corazón siempre estaran los recuerdos de lo que sentiste.

Goran sintió algo que nunca había experimentado antes, tuvo la sensación de congelarse por dentro y podía sentir que el corazón se le hacía pequeño.
La anciana dejó caer su bastón y  lo abrazó, como si fuese una niña pequeña y lloró... lloró con la misma intensidad que cuando lo perdió.

La anciana, temblorosa,  lo guió hasta la que un día fue  su habitación.
Goran nunca estuvo en esa casa, mucho menos en ese cuarto, pero todo se le hacía familiar, como si tuviese un deja vu gigantesco.

Todo esto era demasiado confuso para él.

- ¡Jesabel!

Romina se levantó asustada del sofá de la sala y vió a una chica de pie que estaba aún más asustada.

- Te estás confundiendo...mi nombre es Romina.
- No! Jesabel, eres tú, ¡estoy segura!, ¿No me recuerdas? Soy Paula.
- Perdóname...- dijo Romina totalmente confundida- No conozco a ninguna Paula...

Paula tomó la mano de Romina

- Tienes que acordarte de mi, hace muchos años tu y yo....

- ¿Tú y yo....?

Todos guardamos una historia, solo que tuvimos el privilegio de olvidarla.
Pero hay quienes dicen que, en esta vida o en la otra, tarde o temprano, el corazón encuentra su lugar.

La segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora