14- Primer despertar juntos

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Alexby abrió sus ojos, estaba consiente que ahí tenía a Fargan, pero al moverse y no sentir su presencia, dirigió su vista, la cama estaba vacía y a decir verdad, no le había sorprendido, ya que tal vez el mayor habría ido al trabajo.

Salio de la cama y se dio una ducha, cuando salió ya listo camino a la cocina en donde miro al castaño cocinar, se veía animado mientras tarareaba.

— ¿Fargan?

— ¡Alesby! ¡Buenos días!

Se aproximó al menor sosteniendo el sarten en mano y beso los labios del más pequeño.

— Crei que te habías ido.

— No me iré, imagina que te levantes y te pase algo, no me lo perdonaría, por eso me quedaré aquí hoy, ya avisé a la comandante que me "enferme".

— Fargan.

— Bueno, solamente le dije que no podría asistir. Pero toma asiento Alesby, que el desayuno que hice es especial, porque es para ti.

El menor miro curioso y camino hacia la silla, tomo asiento y a los pocos minutos el mayor comenzó a colocar unos cuantos platillos. Había pan tostado, hotcake, tortilla de huevo, fruta picada, jugo de naranja y leche en la mesa. Alexby miro asombrado, se veía bien cocinado, bien bonito, inclusive el jarrón del centro con dos flores le daba un toque familiar. Miro curioso a su novio, más este solo sonreía, esperando una crítica del chico.

— No le has puesto veneno ¿cierto?

— No, la mayoría lo hice a mano  solamente haré la mermelada de fresa o ¿quieres que sea de mora?

— La que gustes.

El castaño salió de la cocina. El azabache miró atento dio una probada a la tortilla de huevo, sus ojos se abrieron de golpe, miro una vez más el alimento enfrente y pronto la voz del castaño resonó, el castaño tomó asiento y de la misma manera comenzó a comer.

Fargan miro curioso, como el menor seguía mirando el platillo, comenzó a dudar de que su comida fuera mala.

— ¿No te gustó?

Alexby algo la vista con rapidez hacia el mayor, sin embargo no podía conseguir palabras para describir lo que había sentido.

— Alesby.

— Fargan, ¿quién te enseñó a cocinar?

— He estado aprendiendo, algunos métodos son sacados de libro, más yo le pongo mi toque especial. ¿Por qué? ¿No te gusta?

— Es que... sabe muy diferente, sabe mejor. Yo no sabía que tuvieras un don para la cocina Fargan.

El menor estaba sorprendido y el mayor comenzó a sentirse orgulloso de su talento. La sonrisa de Fargan estaba llena de orgullo, se halagado por el comisario le daba mucha felicidad.

— Muchas gracias.

— Vaya, nunca pensé que fueras tan listo en la cocina.

— Me siento halagado.

El desayuno había terminado lo más normal, el menor ayudó a recoger y a lavar los platos y limpiar la cocina, a decir verdad, no le molestaba en absoluto que su novio se quedara más tiempo con él. 

[. . .]

Alexby estaba casi seguro que todo el día Vegetta pasó con el, no había momento que el héroe número uno de Karmaland estuviera a su lado, por el simple hecho de andar con alguien más. Estaba claro que Vegetta solamente lo protegía de no volver a sentir aquel dolor horrible, como había pasado con Staxx, pero ahora podría decirse que la vida le daba otra oportunidad y el guerrero de ojos morados, no quería que aceptara.

— Vale, te prometo no aceptar nada de nadie, mucho menos de Fargan.

— Bien, me iré primero, la noche es espantosa en este pueblo, descansa, nos veremos mañana.

Dicho esto el azabache de ojos morados partió hacia su casa, estaba claro que en minutos llegaría el castaño, para ese entonces acomodo un poco su desastre y entre sus baúles había encontrado algo extraño, era un huevo.

Miro extrañado, más le pareció curioso y termino por dejarlo ahí, ya después vería que era lo que sería el animal que estuviera dentro del huevo.

Se estaba haciendo de noche, cuando el mayor ingreso a casa, saludando y dándole un besito pequeño al menor.

— Crei que no vendría hoy hasta mañana.

— Bueno, estuve a punto, pero no podría vivir sin ti.

El menor se sonrojo y beso la mejilla del mayor, aún tenía cierta pena en demostrar sus emociones, pero era claro que Fargan no le haría mucho daño ¿cierto?

La noche pasó como cualquier otra, pero a pasar las horas la situación iba cambiando.

— ¿Estas seguro de que lo quieres hacer?

El mayor estaba sobre el menor, ambos estaban en la cama del comisario ¿cómo habían llegado hasta ese punto? Bueno, ambos estaban charlando en la habitación, eran cosas triviales como todos los días, pero hubo un momento en que el menor no aceptaba la respuesta del mayor, dándole fuerte con almohada y dando inicio a dichosa guerra.

Hasta que finalizaron en esa posición, el mayor sobre Alexby, mientras miraba atento la respuesta del menor.

— Quiero intentarlo.

El mayor realmente aceptaba al pequeño, pero no quería lastimarlo, no quería destruir lo que el menor pensaba que seria bueno.

Su jugarreta terminó en una situación muy íntima, en un encuentro que Alexby jamás se imagino. Mucho menos creyó que el más alto lo haría.

[. . .]

Los rayos solares cruzaron los cristales de su ventana, siempre se quejaba de dichosa ventana, por no ponerle cortinas, estaba boca abajo, simplemente giró su cabeza hacia el lado contrario y estaba dispuesto a seguir descansado, sus caderas le dolían a decir verdad.

La noche anterior había sido demasiado placentera, le había provocado una sensación que nunca olvidaría, sobre todo al saber que su amor había sido capaz de darle esos suaves roces, esas suaves caricias y tiernos besos.

El llamado hizo abrir sus ojos, al ver a Fargan, entrar con una especie de charola de madera y ahí el desayuno del menor. Dejo aquello en el mueble donde estaban algunos libros y se dirigió hacia el azabache.

— ¿Ya te has despertado Alesby?

— Hmmm...

— Tomare eso como un si. Vamos Alesby que el desayuno se enfría y este cuerpazo también.

Dicho esto el menor se levantó, el dolor en sus caderas le hizo hacer una mueca que notó el mayor.

— No debí a verte dado fuerte Alesby, ahora no te podrás sentar... ¡Me matará Vegetta!

— Calma Fargan, que ya pasara, fue mi primera vez, debes entender que no iba ser fácil.

— Iré a buscaré una poción, tal vez el doctor Auron tenga una. No tardaré, tu desayuna mientras tanto.

Fargan dejó la comida en el regazo del chico, Alexby ya se había acomodado y todo y miro el desayuno, comenzó a comer con calma, mientras recordaba los sucesos de la noche anterior.

Todo aquello le hizo sentir nervioso, sus mejillas se tiñeron y simplemente queria olvidarlo. Pero esas lindas palabras del mayor le provocaban aún más nervios que le hacía latir el corazón.

「𝙵𝚊𝚛𝚐𝚎𝚡𝚋𝚢 𝙼𝙾𝙽𝚃𝙷」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora