—Estaba tan asustada, pensé que iba a hacerle daño a mi hija —dijo Annabeth abrazando a la pequeña contra su pecho.
—No te preocupes nada va a pasarle. Lo que dije fue muy enserio.
—Pero tú me prometiste que no harías nada en su contra que dejarías todo por la paz.
—Estoy muy consciente de lo que te prometí —recordó sentándose frente a ella— y lo hice para que pudiéramos vivir en paz, pero es algo que claramente ellos no quieren y si lo que quieren es una guerra entonces eso es lo que voy a darles.
—Percy la forma en que lo dices me asusta —lo miro intensamente—. Ya no quiero más guerras solo quiero vivir en paz y poder ver crecer a mis hijas, estar contigo sin tener que estar en todo momento luchando por sobrevivir.
—Yo también quiero que tengamos paz —tomo su mano—. Para que estés más tranquila voy a prometerte algo. Yo no haré nada en sus contras mientras ellos no hagan nada en contra nuestra. Mantendré la paz, pero si ellos abren fuego entonces lo siento, pero no voy a quedarme sentado a ver cómo nos destruyen.
—Se que solo quieres lo mejor para nosotros —lo rodeo con su brazo libre—. Gracias por entenderme.
En ese momento el timbre sonó.
—Voy a ver quién es —dijo Percy al ver la incertidumbre en sus ojos—. Tranquila.
Percy salió de la habitación y ella esperó por unos minutos a que volviera, pero en su lugar llego alguien más.
—¡Annabeth! —la saludo con euforia al entrar.
—Thalia, pero ¿qué haces aquí?
—pregunto dándole un ligero abrazo—. Hace tanto tiempo que no se nada de ti.
—¿Cómo que, que hago aquí? —pregunto indignada—. Vine a conocer a mis sobrinas —respondió y entonces su mirada azul se posó en la bebé que Annabeth llevaba en brazos—. Es tan linda.
—¿Quieres sostenerla? —le pregunto al ver cierto anhelo en su mirada.
—Sii —dijo entonces tomo a la bebé—. Aww me siento como si otra vez hubiese vuelto a hacer una niña mientras cuidaba de Jason. Pero es que esta tan linda —le acaricio las mejillas mientras la observa hacer un sube puchero al despertar— hasta siento que se parece a mí.
—Si, podría serlo —susurro Annabeth con nerviosismo al percatarse que Thalia tenía razón al decir que su hija se parecía a ella.
—Ella es nuestra otra hija —le dijo Percy entrando con Sally en brazos.
—Ella también es una lindura, se parece a ti.
—Así que crees que soy una lindura —dijo Percy para molestarla.
—Tu no Sesos de Alga, pero ella sí. Y a todo esto ¿cómo se llaman mis sobrinas?
—Son Atenea y Sally —respondió señalándolas respectivamente.
—Me alegro tanto por ustedes —dijo sinceramente.
Se acerco a Percy y lo abrazo.
—Ten mucho cuidado, los dioses comienzan a tomar bandos —le susurro muy bajito al separarse de él.
Él solo le dio una mirada de agradecimiento por el aviso.
—Cuídate Annabeth y cuida mucho de estas nenas y sobre todo a mi hermanita.
Annabeth se sorprendió por lo que dijo.
—Pero tú ¿cómo...
—Todos los dioses lo saben ya, Hera hizo un escándalo hace unas horas —explico—. Hay mucha tensión en el Olimpo por la noticia y la amenaza de Poseidón a Zeus hace tiempo, la mayoría cree que se avecina una guerra entre ellos y los dioses ya están eligiendo un bando —dijo con mucha seriedad—. Me temo que la guerra está por estallar.

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𝓡𝓞𝓢𝓐𝓢 𝓟𝓐𝓡𝓐 𝓐𝓝𝓝𝓐𝓑𝓔𝓣𝓗
FanficA partir de una peculiar mañana Annabeth comienza a encontrar una rosa roja en su cama todos los días. ¿Quién será aquella misteriosa persona que le deja las rosas? ¿Qué pasara cuando Annabeth lo descubra? ¿Qué consecuencias tendrá en su vida a caus...