CAPÍTULO 7: NO ESTOY CELOSO

15K 1.1K 138
                                    

P.O.V Severus

Han pasado tres semanas desde que tuvimos la plática con Harry en mi despacho, la verdad que aún no le he dicho nada con respecto a lo de conocernos mejor, he estado pensando mucho en que hacer, y la verdad es que sí quiero darme la oportunidad de conocer a Harry, aunque es algo que me aterra porque también significa que tendría que abrirme a él y no quiero terminar lastimado, se que tengo algo malo en mi, ya que no soy agradable para ninguna persona, y aunque por fuera demuestre ser alguien fuerte se que por dentro me puedo quebrar fácilmente, por eso siempre me he encerrado en mi mismo sin dejar que nadie externo entre y vea mis virtudes y defectos, claro que en este caso serían más defectos que otra cosa .

Estas semanas he visto a Harry solo en las clases y en las horas de comida y nuestro trato delante de los demás sigue siendo el mismo que han visto siempre, aunque ahora ya no lo castigo por media equivocación o le bajó puntos a su casa, creo que es un gran avance. Lo que si he notado diferente en Potter es que últimamente se está llevando más con mi ahijado, Draco, los he visto muy cerca, incluso se ha empezado a juntar con la señorita Granger y el joven Weasley, al verlos juntos mi corazón se oprime un poco, Draco es un omega hermoso, tiene unos ojos azules como el mar, su piel es de un blanco hermoso, su cabello rubio y sedoso, su cuerpo lleno de curvas, ni hablar de su olor a verano  con un toque a  cítricos y lo más importante tiene la misma edad que Harry. Y luego estoy yo con unos ojos y cabellos negros, mi piel pálida, mi cuerpo, mi nariz, mi olor todo horrible y lo peor es que le dobló la edad. Por más que me duela aceptarlo Harry merece un omega cómo Draco.

Llegar a esa conclusión entristece a mi omega y de paso a mí, pero no podía dejar verme débil, cambio a mi habitual cara de indiferencia ante el mundo y me dirijo a dar la clase de pociones para los quintos años, justo lo que necesito, ver a Potter, pienso sarcásticamente. Cuando entro al salón todos estan en sus puestos y puedo notar que Harry y Draco se han sentado juntos, un extraño sentimiento combinado con furia corre dentro de mí, lo ignoro rápidamente y comienzo con la clase.

Mientras preparaban la poción iba pasando por cada mesa pero siempre que estaba por llegar a la de Potter daba la vuelta inmediatamente. En un momento de la clase Draco levanta la mano y lo paso por alto, por Merlín que estoy haciendo se supone que es mi ahijado, no tendría porque estar molesto con él, ya que no tiene la culpa de mis desdichas, estaba actuando cómo un completo idiota, estaba tan metido en mis pensamientos que no escuché que Draco me estaba llamando hasta que estaba delante de mí.

-¿Profesor?

- ¿Requiere algo Señor Malfoy?

- Solo tengo una duda con respecto a un paso de la poción.

Luego de eso la clase paso volando, los estudiantes dejaron una muestra de su posición en mi escritorio para posteriormente retirarse.

El fin de semana llego en un abrir y cerrar de ojos, estaba decidido a darle mi respuesta a Potter, pase toda la mañana buscándolo pero no lo encontre, estaba pensando en mandarle una carta para verlo en mi despacho, pero eso sería luego, por el momento necesitaba un poco de aire fresco por lo que decido salir a caminar por el lago negro, estaba observando la naturaleza y las pocas aves que andaban revoloteando por los árboles, cuando me fijo en dos figuras sentadas a la orilla del lago muy cerca una de la otra, decido acercarme lo más silenciosamente posible, cuando estoy a unos metros puedo distinguir ambas figuras el Señor Potter y Malfoy, lanzo un hechizo para poder escuchar lo que hablaban.

-... Eres un omega muy hermoso Draco, no tienes que dudarlo nunca.

-Gracias Potty, tu eres un alfa muy guapo - dice soltando una pequeña risita-

No quiero seguir  escuchar nada más, me doy la vuelta y regrese al castillo, creo que mi decisión con respecto a Potter a cambiado, lo mejor es que me aleje y así podrá estar con un omega perfecto para el.

Paso la tarde haciendo algunas pociones que Poppy me había pedido para la enfermería, al ver la hora me doy cuenta que ya faltaba poco para la cena, salgo rumbo al gran comedor, al llegar me siento junto a Minerva y ella me regala una pequeña sonrisa respondo a está  con un pequeño asentimiento de cabeza. A mitad de mi cena veo como Draco y Potter salen del gran comedor, trato de no darle importancia y terminar mi cena tranquilamente, al acabar con todo en mi plato me despido de los demás profesores y me dirijo a mi habitación, en el camino me encuentro con Potter y Malfoy muy abrazados.

- Este no es lugar para montar escenas, Señor Potter- digo con desprecio, ambos chicos se separan sobresaltados.

- padrino no es...

- No estoy pidiendo excusas, absténgase de darmelas.

Con pasos decididos me alejo lo más rápido que puedo, mis manos estaban apretadas en puños, mi corazón dolía, sentía tristeza pero me dominaba más la irá, de lo furioso que iba no note que me estaban siguiendo hasta que estuve delante de la puerta de mi habitación.

- Profesor... podemos... hablar - Harry dice con la voz agitada.

Me sobresalto un poco al escuchar su voz, me doy la vuelta para enfrentarlo.

- Usted y yo no tenemos nada de que hablar, hágame el favor de retirarse.- entrl a mi cuarto, estaba apunto de cerrar la puerta pero un pie me lo impide.

- Yo creo... que me debe una respuesta a mi propuesta de la vez pasada, Señor.

-Entre - me siento en la pequeña salita, que consistía en dos sillones individuales y una pequeña mesa de centro, llamo un pequeño servicio de te y sirvo dos tazas, Harry toma asiento.

-Profesor, lo de afue...

-No. - lo interrumpí - no acepto su propuesta Señor Potter. - veo como se queda en blanco por un momento.

-Pero ¿Por qué ?, Somos destinados, por lo menos debemos darnos la oportunidad de conocernos y ver qué pasa.

-Es lo mejor.

-¿Para quien? - pregunta.

-Para ambos, esto es lo mejor para ambos, es lo mejor para ti créeme.

- Creo que yo soy el que tengo que decidir que es y que no es mejor para mi- puedo notar la furia en su tono de voz.

- No sé porque quieres intentarlo, cuando has estado tan apega a Draco durante estás semanas.- Digo finalmente lo que me estaba molestando.

-Espera, todo esto es por Draco. - Dice con una sonrisa burlona, mi irá aumenta.

- No te atrevas a burlarte Potter, y claro que no es por el. Mereces algo mejor para tu vida un o una omega que este a tu porte.

- ¿Estás celoso Severus?

- No estoy celoso, como se te ocurren esas estupideces - termino frunciendo mi boca.

- Estás seguro, a mí me parece que si.

- Que no

- Si

- No

- Si

- No

- Si

- SI MIERDA SI, estoy celoso - el silencio reina en la habitación, de repente caí en cuenta de mis palabras, bajo mi mirada y siento como mis mejillas se ponen calientes.

- Draco y yo solo somos amigos- siento como se acerca  a dónde me encontraba sentado, sus dedos se posan en mi menton y me obligaba levantar mi rostro, desvió mis ojos de los suyos- Mírame.- trato de resistirme , pero al final mis ojos se posan en los suyos, odiaba mostrar mis emociones ante los demás, me sentía tan vulnerable.- No ha pasado nada ni con Draco ni con nadie más, simplemente somos buenos amigos, enserio quiero conocerte mejor, eres mi destinado y se que podemos formar nuestro vínculo, solo necesito que confíes en mí y me dejes conocerte.

Puedo sentir como mis labios temblaban, mi mirada pasaba de sus ojos a sus labios, tenía tantas ganas de probarlos de nuevo, al parece Harry lee mis pensamientos y acortó la distancia que nos separaba, nuestros labios encajaban tan bien, su sabor era dulce por el pastel de melaza que seguro tomo en el gran comedor, me sentía en la nueves, su mano acariciaba mi mejilla, poco a poco nos separamos.

-Esta bien, acepto el conocernos mejor y ver dónde nos lleva todo esto- digo sobre sus labios, Harry me regala una pequeña sonrisa y vuelve a besarme.

Es caprichoso el azarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora