P.O.V Severus
Abro mis ojos lentamente, me siento tan cansado, mi cuerpo duele, puedo percibir pequeñas caricias por mi espalda, me doy la vuelta para encontrarme con mi alfa.
- Buenos días, precioso. - dice dándome un pequeño beso en mi mejilla.
- Buen día - suelto alegremente.
- Ten bebe esto, lo tome de tu pequeño botiquín del baño. - me entrega una pócima para aliviar el dolor, me la tomo rápidamente.
- Gracias. - me recuesto en su pecho- pudiste comunicarte con Black y Lupin
- Si, les escribí una carta en lo que esperaba que te despertarás, les avise que llegaría mañana, este día me quedaré para cuidarte.- Mi corazón se llena de un calor adictivo, una pequeña sonrisa se asoma en mis labios.
- Me alegro que puedas quedarte - lo abrazo más fuerte.- extrañaré tenerte a mi lado - le susurro.
- Vendré a visitarte seguido y tú podrás visitarme las veces que quieras. ¿Te parece ?
- Me parece perfecto, Harry.
Seguimos charlando un rato más, luego tomamos un baño y bajamos a desayunar, bueno aunque por la hora creo que ya es almuerzo, el cansancio poco a poco deja mi cuerpo, pasamos todo el día ya sea recostados en el sofá de mi sala o en la cama, mi Omega estaba contento y satisfecho. La noche llego y nos quedamos dormidos rápidamente ambos aún un poco cansados por las actividades de esta semana. Al día siguiente desayunamos y antes del almuerzo Harry se retira a su casa, debo admitir que me hace sentir triste que mi alfa se fuera de mi lado.
Las vacaciones pasan rápido, y como Harry lo prometió venía a visitarme seguido y aunque no fuera de mi total agrado yo también llegaba a la casa de Black, todo por pasar con mi alfa. Había días en que no miraba a Harry ya que este salía con sus amigos o iba a la casa de los Weasley, la verdad que eso me daba un poco de celos ya que por obvias razones estaría cerca de la comadreja menor, Ginevra Weasley, esa pequeña tiene algo con mi MI ALFA, pero me tranquilizaba confiando en que mi alfa tiene ojos solo para mí.
El cumpleaños número 16 de Harry se acercaba, a veces la diferencia de edad me afectaba un poco, aunque es tonto, ya que en el mundo mágico los magos llegan a vivir por largos años y una diferencia ya marcada de edad para un mago sería de 50 años, y aún así muchos no tenían problemas, pero al haberme criado durante mi infancia con los muggles es algo que me había quedado. Volviendo a lo importante se acercaba el cumpleaños de Harry y no sabía que regalarle por lo que me encontraba caminando por las calles del callejón Diagon, buscar un regalo era algo difícil para mí puesto que a lo mucho regalaba una botella de vino para navidad a mis colegas, nunca pensé que sería tan complicado. Casi al terminar la tarde regresaba a casa con el regalo perfecto para mí alfa.
Y el día llegó, me estaba preparando con mi típica vestimenta negra, me coloque un poco de colonia y salí de la casa, no usaría la red flu ya que el resto de la orden estará presente al igual que los amigos de Harry, por lo que había que guardar apariencias.
Me encontraba frente la puerta y doy unos pequeños toques, espero unos momentos hasta que un sonriente Remus abre la puerta.- Severus, me alegra que vinieras, el estará muy feliz de verte, ven pasa, pasa. - Dice mientras se mueve de la entrada para dejarme pasar
- Gracias por la invitación.
Nos dirigimos a la sala donde ya estaban todos reunidos, al parecer solo faltaba yo, doy una rápida mirada a la habitación y encuentro a mi objetivo, Harry me da una pequeña sonrisa y le respondo con un asentimiento de cabeza, puedo notar cómo los demás mostraban sorpresa en su rostro por verme, tenía ganas de rodar los ojos pero me controle.
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Es caprichoso el azar
FanfictionSeverus nunca pensó que su alfa destinado fuera 20 años menor que el... "Tanto tiempo esperándote, fue sin querer, es caprichoso el azar".