CAPÍTULO 27: MARCAS

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P.O.V Draco

La guerra había acabado, ya era mediados de julio, hace una semana me había mudado junto a Fred y George, me sentía completamente feliz estando con mis dos alfas, fueron de mucha ayuda mientras pase por el juicio de mis padres y el mío, pero todo salió bien. Acabábamos de llegar de visitar a Harry y mi padrino, el pobre pasa aburrido encerrado en casa ya que no puede hacer mayor cosa sino quiere poner al bebé en peligro, estaba emocionado por la llegada del pequeño cachorro, solo espero con ilusión el día que tenga los míos, pero aún no es tiempo primero quiero estudiar para ser medimago y luego vendrán los bebés.

Me encontraba recostado en la cama, esperando que llegaran mis alfas ya que estaban en la tienda de bromas, sentía un calor horrible, había tomado una ducha pero no me refrescaba, imágenes llenan mi mente de cuando mis alfas me toman fuertemente cuando los siento dentro de mí, me doy cuenta que mi mano está dentro de mi ropa interior y tomo mi pene comenzando a masturbarme, me quitó el pequeño short junto con mis boxer y saco mi camisa, quedando completamente desnudo. Siento como el lubricante comienza a resbalar de mi entrada y gimo suavemente, llevo mis dedos más abajo, hago un masaje sobre mi entrada, el calor en la habitación se vuelve más fuerte, siento como gotas de sudor corren desde mi frente hasta mi cuello, y una voz me saca de mi burbuja de pasión.

- Vaya tenemos un pequeño omega muy calenturiento, hermano

- Al parecer si Fred

- Por favor... - jadeo-

Veo como empiezan a retirar su ropa, escaneo sus cuerpos,no dejo de acariciar mi entrada en ningún momento, estoy en medio de la cama, ambos se acercan, George se pone en medio de mis piernas llevando su cara hasta mi entrada para empezar a lamer, Fred se coloca sobre mi cabeza ambas piernas a cada lado quedando de frente para ver a su gemelo comer mi entrada, toma su pene y acaricia mis labios con el, abro mi boca y lo introduce, empiezo a hacerle una mamada como se que le gusta, puedo sentirlo llegando hasta el fondo de mi garganta, me siento abrumado al sentir también como la lengua de George penetra mi entrada, cuando ambos están satisfechos se apartan de mi, veo como se dan un beso y es tan caliente porque Fred puede probar mi sabor de la boca de George, luego cambian lugares, Fred come mi entrada y George disfruta de una buena mamada.

Al terminar ambos se dan un beso de nuevo, me quejo, pues no me han dado un besito desde que vinieron, ambos se sientan a cada lado de mi, nuestras erecciones erguidas necesitadas por una liberación, se acercan y me besan la mejilla, luego George es el primero en darme un beso en los labios y luego Fred.

Fred se acuesta en la cama, me coloco sobre el, nuestras erecciones se juntan y comienzo una fricción, George lleva sus dedos a mi entrada e introduce uno y de un momento a otro son cuatro dedos en mi interior, cuando los saca protesto por sentirme vacío, me levanta un poco para tomar el pene de Fred, pone una mano en mi cadera y la otra sigue en su hermano, y lentamente introduce el pene dentro de mí y cuando esta completamente dentro gimo fuertemente, luego de un tiempo siento como George empieza a entrar, me relajo completamente, recuerdo la primera vez que lo hicimos, dolió como el infierno, pero ahora mi cuerpo ya se había acostumbrado a tener a dos alfas en su interior, cuando por fin ambos están adentro, suelto el aire y gimo de satisfacción, ambos comienzan a moverse primero es un ritmo lento, suave, como una caricia, por Merlín siento que estoy en el cielo, y el ritmo empieza a elevarse, la habitación se llena de jadeos, gemidos, el choque de nuestras pieles, nuestras feromonas mezclándose creando una fragancia magnífica.

Ambos nudos comienzan a crecer en mi interior, me siento tan lleno y eso es suficiente para correrme, cuando ambos están formados una ola de semen llena mis entrañas, tan caliente.

- Alfas - lloriqueo- yo ... Yo ... Quiero, lo quiero - lloro

Mis palabras no salían pero ambos lo entendieron, siento los dientes de ambos traspasar mi piel, las emociones explotaron en mi interior, era tanto me sentía abrumado y sobre estimulado lo que causó que me volviera a correr, ambos alfas comenzaron a lamer sus mordidas, limpiando la sangre, ahora en cada lado de mi cuello llevaría con orgullo las marcas de mis alfas. Buscamos una posición cómoda para recostarnos, nos pusimos de lado para esperar que los nudos bajarán, me sentía tan feliz y relajado que en segundos me quedé dormido, siendo amado por mis dos alfas, estar con ellos me hacía sentir libre.

Nos encontrábamos en la casa de mi padrino la mansión Prince, al llegar todos nos habían felicitado por completar nuestra unión, me sentía muy feliz, era domingo todo el mundo había decidió venir a visitar a Severus, aunque dice que hacemos mucho ruido se que le encanta tenerlos a todos cerca, la señora Weasley junto a Harry, Hermione y mi madre estaban preparando el almuerzo, los hermanos Weasley, su padre,mi padre, Sirius, Remus, el pequeño Teddy de solo 2 meses de edad, Severus y yo nos encontrábamos en el jardín, se estaba llevando acabo un pequeño juego de quidditch, mi padrino y yo éramos simples espectadores junto al pequeño Teddy que descansaba en los brazos de mi padrino.

- Padrino - aparta su vista de Teddy y me observa - ¿Volverás a Hogwarts?

- Pues, este año escolar regresaré, Harry tiene que cursar su último año al igual que todos los demás.

- Y... ¿seguirás dando clases?

- Claro, solo que empezaré a dar clases hasta enero, el bebé nacerá en septiembre y lo he pensado mucho pero los primeros tres meses no quiero separarme de él.

- ¿ Darás pociones o defensa?

- Vaya pequeño Dragón has venido muy preguntón - suelta una pequeña risa.

- Lo siento padrino - río.

- Me recuerda cuando estabas pequeño, siempre has sido muy curioso - sonríe con nostalgia- pero respondiendo a tu pregunta seguiré con pociones, aún me gusta defensa pero siento que amo mas hacer posiones.

- Es tu decisión y me alegra que te haga feliz - Sirius se acerca y toma al pequeño Ted para llevarlo a recostar ya que se quedó dormido. Y ahora noto como a crecido la pansita de mi padrino- Ya se nota más.

- Si, ya la otra semana cumplo los seis meses - lleva sus manos hasta su estómago y comienza con pequeñas caricias.

- Y pronto cumplirás el mes de reposo y ya podrás realizar más actividades - le digo feliz.

- Si, no soporto más estar sin hacer ni un movimiento, pero todo sea porque mi pequeño o pequeña estén bien.

- ¿ Cuando sabrán el sexo ?

- En la cita de la otra semana

- Todo el mundo mágico ya quiere saber - veo como su rostro se endurece - ¿ ocurre algo ?

- Me molesta tanto que todos quieran saber sobre nuestra vida privada. - dice -

- Bueno es el precio por salir con el héroe del mundo mágico - trato de hacerlo reír, pero al parecer eso le molesta más.

- Al parecer - dice amargamente- Draco, a veces siento que no puedo con toda la fama que lo rodea - su tono de voz baja.

- Pero tu también tienes fama, el mundo te adora por haber arriesgado tu vida espiando para Dumbledore.

- Eso no es así, Harry y Dumbledore limpiaron mi nombre y todos creyeron en su palabra, claro recibía obsequios o cartas de algunas personas en forma de agradecimiento, pero cuando fue la rueda de prensa en dónde Harry anuncio a todos que yo era su omega y estaba esperando a su cachorro, más cartas y obsequios empezaron a llegar. Toda la atención que tengo es por qué soy el Omega del héroe del mundo mágico.

- ¿Te molesta que te reconozcan por Harry y no solo por ti ?

- No, lo que me molesta es recibir atención, siempre he sido una persona muy privada, no me gusta ser el foco de atención y mucho menos que lo que sucede en mi vida ande en la boca de todos.

- con el tiempo todo se calmara, ahorita está muy reciente, verás que todo mejorará.

- Lo se, es solo que con todo esto del embarazo mis hormonas están más alborotadas y me afecta mucho toda esta situación.

- Me imagino que has hablado de como te sientes con Harry.

- Si, el es muy comprensivo, y está de acuerdo en mantener nuestra vida lo más privado posible sobre todo con respecto a nuestro bebé.

- Eso esta bien, ahora lo mejor es que te cuides y no tengas disgustos - lo abrazo

- Gracias mi pequeño Dragón, había extrañado todos estos años pasar un momento así contigo.

El almuerzo estuvo listo y todos nos reunimos en la mesa, la tarde paso entre risas y todo estaba perfecto. Tenía a mis dos alfas a mi lado y eso era más que suficiente para mí.

Es caprichoso el azarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora