Café, miel y besos ;; Taegyu [Omegaverse]

O5

Ahí estaba de nuevo ese feo alfa que miraba a su querido omega casi sin parpadear, Beomgyu sentía a su lobito alfa rasgar su interior con rabia ¿quién se creía para ver así a SU pequeño omega? Vamos que aunque no lo hubiera marcado aún su pastelillo olía completamente a él y era obvio que ambos eran pareja para todo el mundo, miro a su pequeño atender una de las mesas continuas a la de ese alfa siendo ajeno a cualquier mirada que este le pudiese dedicar y gruño exasperado, que si eso continuaba así terminaría lamiendo a Taehyun en el baño como todo un idiota solo para dejar en claro al otro alfa que le pertenecía.

Cuando su pequeño pastelillo de betún llegó a su lado el alfa aprovechó y abrazó al omega soltando su aroma para dejar impregnado al omega con este para demostrar que era solo suyo, Taehyun no dijo nada y solo se dejó envolver completamente por el rico aroma que emanaba su alfa, calmando y arrullando completamente todo su ser como a un pequeño cachorro.

—Beomgyunie, ¿está todo bien amor?— dijo con voz melosa su pequeño omega, sin duda se había dado cuenta rápidamente de que algo le molestaba y eso le confirmaba al mayor y alfa que Taehyun era la persona que más lo conocía en todo el mundo.

—Es solo que eres demasiado hermoso, cualquier otro tonto alfa quisiera clavar los colmillos en este lindo cuello que es solo mío—dijo a la vez que enterraba su nariz en el punto exacto donde terminaba el cuello y empezaba la clavícula del lindo omega, absorbiendo todo el dulce aroma a miel y frutos rojos que pudiera y restregandose contra él en un intento de que su aroma quedara aún más impregnado en el lindo omega de mejillas sonrojadas.

—Nadie nos va a separar alfa tontito.— Taehyun tomó cariñosamente la mejilla del contrario por un momento y dio un tierno beso al alfa en sus lindos labios, por supuesto asegurándose antes de que nadie los mirara, tenía cierto problema de timidez con respecto a mostrar su amor en publico, por que era solo suyo y de su alfa, no quería que cualquier intruso mirara lo que solo ellos dos debían.

Cuando Taehyun se fue a seguir atendiendo a los clientes, el alfa sonrió con suficiencia al ver al mismo otro alfa de antes hacer caras por oler a su pequeño omega, si no le quedaba claro a ese tipo que era suyo con eso, estaba seguro que pronto adornaría también el dulce y lechoso cuello de su omega con su bonita marca para remarcar su territorio sobre el lindo omega de ojos bonitos y sonrisas dulces.