Las risas de los pequeños niños llenaba aquella habitación, jugaban juntos, sin importarles nada más, aunque distraerse tanto de la realidad no siempre es bueno, uno de ellos termino tropezando, cayendo al piso y llevándose consigo un jarrón.
Ambos pequeños se miraron con miedo, sobre todo el que tenía aquella estrella, no era algo valioso, pero sabían que el español no estaría feliz, ¡No quería otro castigo!.
_¡Escondete!_ le dijo aquel niño de verdes ojos, y obedeció su orden, escuchando los pesados pasos del español subiendo las escaleras.
_¿¡Qué mierda, Argentina!? ¿¡No puedes dejar de ser un desastre por dos segundos!?_ el español tomó al pequeño albiceleste del brazo con algo de brutalidad para llevarlo directamente arrastrándolo, el pequeño ni siquiera intentó quejarse o resistir, sabía que sería inútil.
Chile miró al argentino sintiéndose culpable, las pocas zonas en donde su piel era visible se podían ver moretones y algunas marcas de cinto, el era el culpable y sin embargo Argentina recibió aquel castigo.
Estaban en su lugar favorito, uno que ni España ni nadie más sabía que existía, aunque no solían pasar mucho tiempo ahí porque era realmente difícil llegar, así que lo guardaban para "ocasiones especiales", y una disculpa era algo muy especial.
_Lo siento_ le dijo agachando la cabeza, no era muy de pedir disculpas, pero creía que lo hizo bien.
_No fue tu culpa, además no me dolió_ le dijo el argentino con una sonrisa, aunque no le creyó nada, si había sido su culpa y dudaba que aquellos golpes no duelan.
_¿Puedo preguntarte algo?_ preguntó el chileno, a lo cual el otro asintió.
_¿Por qué no dijiste que yo lo rompí?_ le pregunto dudoso.
_Porque sos mi mejor amigo y te quiero_ le dijo Argentina con una sonrisa y las mejillas ligeramente sonrojadas.
_¿Me prometes que será así para siempre?_ le preguntó a lo cual Argentina asintió, poniéndose de pie y llevándose una mano al corazón, solo para dar a entender que era algo serio.
_Yo, Argentina, prometo quererte para siempre_ dijo con una sonrisa, y después de un silencio entre ambos, le hizo una seña al otro para que entendiera que también debía hacerlo.
_¡Ah, si! Y-yo, Chile, prometo quererte para siempre_ le dijo ligeramente sonrojado, a lo cual ambos sonrieron, no importaba cuántos jarrones rompan, seguirían siendo amigos.
Las risas del lugar lo trajeron nuevamente a la realidad, notando que Argentina sonreía de igual forma que en aquel entonces, aunque está vez no era para el.
Era extraño, pero sentía la necesidad de alejarlo de cualquier otro y tenerlo solo para el, aunque siempre que solían hablarse, verse y demás, había alguien más entre ellos, y si es que los dejaban solos, todo se volvía incómodo y el silencio los acosaba.
Se llevaban bien y eran "buenos amigos", pero no eran capaces de llevar una conversación, como si las palabras se les acabarán antes de siquiera pensar en decir algo, tal vez algo dentro de ellos les intentaba decir que no debían hablarse, que debían hacer otra cosa, pero era mejor seguir Intentando hablar.
_Chale, ya me tengo que ir_ dijo el mexicano con cierto espanto mirando su teléfono.
_¿Qué?, ¿Te pega tu novio?_ le preguntó el argentino a modo de broma, aunque después de ver cómo el estadounidense incluso lo estaba esperando afuera y se lo llevó haciendo todo un escándalo, comenzaba a creer que era verdad.
_Arge..._ pronunció casi en un susurro el chileno, intentando llamar su atención, cosa que logró, sacándole de sus pensamientos sobre la relación tóxica de México.
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🌹One-Shots con Arge Pasivo 🌹
RastgeleArgentina y su ganado en distintas situaciones. ~+18 Fecha de inicio: 21/07/20