Cap.1 │Regreso

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Maletas listas, boletos en la mano, enciendo el auto y un corto viaje de una hora para llegar al aeropuerto me espera, hoy no es una noche cualquiera aquí en Bruselas, hoy tomo un viaje que pensé que jamás tomaría, hoy tomo un avión con destino a ...

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Maletas listas, boletos en la mano, enciendo el auto y un corto viaje de una hora para llegar al aeropuerto me espera, hoy no es una noche cualquiera aquí en Bruselas, hoy tomo un viaje que pensé que jamás tomaría, hoy tomo un avión con destino a un lugar que no pensé en volver, hoy vuelvo rumbo a Perú.

Y es verdad jamás pensé regresar allí, han pasado ya seis años desde que me fui de mi país, seis años desde que estuve en su casa por última vez, seis años en los que simplemente construí una nueva vida fuera, viajando por el mundo gracias a mi carrera de fotógrafo, la cual me ha tenido ocupado en los lugares más hermosos y paradisíacos, pero, al parecer es como dicen, "no se puede huir de tu pasado", por más que luches y te resistas, el pasado te alcanza.

Todo empezó hace tres semanas cuando recibí un correo de alguien a quien no había visto en bastante tiempo, no era una persona cualquiera, no un simple conocido, Fernando Hernández es mi mejor amigo. Nos conocemos desde pequeños cuando asistíamos a la misma escuela primaria, desde ese entonces éramos inseparables, siempre creímos que nada nos separaría, éramos como hermanos, pero, las cosas cambiaron hacía seis años cuando me fui, desde ese entonces había evitado tener contacto con él, muchas veces me había pedido volver, "Que si vuelves para fiestas navideñas", "que si vuelves para el verano"... y todas las veces siempre terminaban con la misma respuesta, un rotundo "no". Pero como dije, había recibido un correo electrónico de su parte, en ese correo me pedía volver una vez más, el hombre cumplía 31 años, y que le gustaría compartir ese día conmigo, con su mejor amigo, y bueno, quizá, me tomó en un momento vulnerable, pero decidí aceptar, quizá me sentía fuerte y preparado para volver a verlo luego de tantos años, así que tomando valor acepté, y le dije que ese mismo día estaría con él, recuerdo que estaba con un vaso de whisky, eran las tres y media de la mañana cuando decidí entrar a la página de la agencia de viajes para comprar un pasaje para la fecha de su cumpleaños, recuerdo que era un sábado cuando hice esta locura, recuerdo que la dama que estaba conmigo se despertó por la luz de la laptop.

— ¿Qué es lo que haces? — preguntó la señorita... no recuerdo su nombre.

— Dame solo un momento, estoy haciendo algo antes de que me arrepienta. — Respondí.

— Podrías dejarlo para después, ¿no lo crees? — se levantó de la cama y acarició mi espalda —, vuelve aquí que aún no hemos terminado.

— Ok... listo — cerré la laptop —, Ahora, ¿dónde nos quedamos?

Me fui sobre sus senos, la besé apasionadamente, hicimos el amor como dos animales en celo, quizá necesitaba relajarme, soltar la tensión de lo que estaba ocurriendo en mi vida, y la verdad, no existe mejor remedio que una buena sesión de sexo ardiente y sin censura. Y eso fue lo que hice... durante toda la noche.

A la mañana siguiente le comenté a Fernando que había comprado el pasaje y estaba listo, ya no había marcha atrás.

Fernando y yo éramos los tipos de personas que siempre se relacionaban con todo mundo, éramos... "sociables", por decirlo de alguna manera, no había fiesta a la cual no asistíamos y para terminar siendo el alma de la fiesta, él y yo éramos algo diferentes en la personalidad, a pesar de ser chicos muy sociables y de tener a varias chicas a nuestra disposición, él era siempre de la idea de tener una mujer para compartir su vida, a diferencia mía, que solo buscaba las emociones fuertes, no creía en las relaciones estables, sólo en pasarla bien, gozar, será por eso que tuve mi primera vez antes que él, aún lo recuerdo, a ambos nos gustaba la misma chica, pero fue a mí a quien se entregó primero, era delicioso el poder tocar el cuerpo de una bella mujer, sentir sus senos, sentir mi miembro entrar en ella, la experiencia dejó una fuerte impresión en mí, Fernando por su parte lo hizo con otra chica a lo cual fue toda una aventura para él, siempre fue así entre nosotros, yo era el loco y atrevido, él era "el señor correcto", algo que aún hasta el día de hoy lo es.

Prometo Guardar Nuestro SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora