Capítulo 9: Tristeza

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NARRA HELENA

Antes de nada, voy a ir a desquitarme al menos parte del enfado porque si no, capaz soy de algo que no deba. Me voy a la manada de Erik, al campo de entrenamiento, y me lo veo allí entrando.

_¡Luna, qué sorpresa!

Erik me saluda muy contento, aunque luego, su ceño se frunce y me mira con preocupación. Yo vuelvo a estar con mis ojos transformados y mis colmillos fuera, mostrando mi enfado.

_Luna, ¿qué te ocurre?

_ ¿Podemos pelear?

_Claro.

_Tranquilo, no usaré mis poderes.

Erik se posiciona y yo también, sello el lugar para que nadie nos moleste. Yo comienzo atacando a Erik, y él enseguida se defiende. Así empezamos una lucha muy intensa, en la que ambos somos muy difíciles de derrotar, Erik es realmente bueno en la lucha. De momento luchamos en nuestra firma humana, y yo no uso ningún tipo de poder. Consigo darle una patada en el costado a Erik y me devuelve un puñetazo en el pómulo que duele bastante.

_ ¿Estás bien?

Yo toco mi pómulo, y tengo sangre, aunque no es la primera vez que me hace un corte del golpe.

_Sí, tranquilo, sigamos.

Seguimos peleando, y nos damos golpes mutuos, aunque la mayoría somos capaces de bloquearlos. Yo le doy un fuerte golpe en la cara que hace que caiga al suelo.

_Erik, ¿estás bien?

Yo le tiendo mi mano para ayudarlo a levantarse, pero el muy perro aprovecha para hacerme una llave y tirarme al suelo, poniéndose sobre mí e inmovilizando mi brazo.

_Eres un tramposo, ¿lo sabías? _digo molesta.

_Lo sé, pero no te pienso soltar hasta que me digas que te ocurre.

_Erik, es mejor que me sueltes a que me suelte yo por la fuerza, créeme.

_Eso, si puedes soltarte, recuerda que no puedes usar tus poderes...

_ ¿Crees que no podría sin ellos? Que equivocado estás...

Yo le doy un cabezazo en su cara, la cual tenía cerca, grave error... Y en un rápido movimiento estoy sobre él, con mis garras apuntando a su garganta.

_Eres perrito muerto si quiero... ¿Te rindes? _digo con una sonrisa sádica.

_Sabes que esa palabra no está en mi vocabulario... _dice con una sonrisa perversa.

Me da un fuerte empujón, y se convierte en lobo, que mal perder tiene. Seguimos luchando, y yo le doy muchos golpes y él a mí varios mordiscos, hasta que ya me siento más relajada y paramos.

_Empate, mi Luna. Aun en tu forma humana peleas realmente bien.

_No me quedó más remedio que aprender.

Erik se acerca y yo curo sus heridas, y él me abraza.

_Vamos Helena, ¿qué te ocurre? _me dice mientras me abraza. _Sabes que puedes confiar en mí.

Yo me pongo a llorar en sus brazos sin poder evitarlo, me vengo a bajo tras haber sacado toda mi ira, ahora me queda tristeza.

_Azazel y Jack han traicionado mi confianza, diciéndole cosas a Dante que no debían, no ellos, y he tenido una gran pelea con Dante. Nunca nos habíamos peleado así, parece que no confía en mí, y me ha tratado realmente mal.

_Tranquila... _dice acariciando mi pelo. _Puedes confiar en mí, pero seguro que, conociéndolos, lo hicieron para intentar protegerte o ayudarte.

_Ese es el problema, yo necesitaba un amigo que me guardara un secreto, no que me vigilen y controlen como una niña pequeña.

Entre los colmillos de los Bartholy VIII: Lágrimas de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora