Capítulo 34 - Irina

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Antes de comenzar la conversación con Irina, entro en su mente.

_Irina, hablaremos por aquí, quiero que tengas total intimidad, así no se entrarán ni nos leerán los labios _le digo con una sonrisa.

_Gracias mi reina.

_Dime, ¿por qué quieres convertirte? Y antes de nada, te aviso que sabré si me mientes. Por favor, siéntete libre de responder según lo que sientas, no te juzgaré.

_Bueno yo... _veo miedo en sus ojos.

_Tranquila, nada de lo que digas te va a perjudicar, te lo prometo.

Ella suspira intentando relajar sus nervios. Puedo sentir que Alexander no nos quita ojo, mientras que Víktor y Conor se ocupan del resto. Azazel está a mi lado como siempre vigilando que no se acerque nadie.

_Mi reina, lo amo con todo mi corazón. Es tan... Especial, atento, pasional...

Sus ojos me hablan de él con un brillo especial, es verdad que esta mujer está enamorada.

_¿Sabes lo que pasa una vez te conviertes?

_Sí mi reina. La sed de sangre y la eternidad.

Yo estoy en su mente, y la verdad es que ella está realmente convencida. No ha sido manipulada, se ha dejado seducir por el lado misterioso de los vampiros. Y por lo que veo, no controlan su mente.

_Bien, hemos acabado. Volvamos con el resto.

Nosotros nos acercamos, y Alexander mira a Irina preocupado y va hacia ella. Quien diría que hasta está enamorado... Yo miro a Conor, que me entiende perfectamente sin necesidad de hablar.

_Familia Petrov, a partir de hoy, Irina pasará a ser parte de vuestra familia _dice Conor feliz.

_¡Eso se merece una celebración! ¡Gracias mi reina! _dice Alexander feliz. La verdad es que engañaba mucho en la oficina.

Puedo sentir como algunos de su familia me miran extrañados, supongo que esperaban que les pusiera pegas... Y como no podía ser de otra forma, salen varios humanos, 12 concretamente, todos desnudos.

_Déjenme ofrecerles una cena de calidad... Son unos buenos especímenes, vírgenes, con un sabor excepcional. Si mis reyes hacen el honor...

Y una mierda muerdo yo a esta gente, para que les hayan dado algo... Ni loca...

_Es un honor, pero yo no bebo de simples humanos _digo altiva. _Mis gustan son más... Selectos...

_Sería una deshonra para nuestra familia que rechazace el ofrecimiento.

_Será un placer entonces _dice Conor.

Él me mira también desconfiado, pero al parecer no tenemos opción... Yo sé que Dante está conmigo, es lo único que me permite estar tranquila. Me acerco a los humanos que hay ahí, y elijo a un joven mientras Conor elige a una chica joven. Nosotros sacamos nuestros dientes y los mordemos. No bebo demasiado, lo justo por cumplir el papel. Conor parece más ávido que yo por beber sangre, aunque la verdad es que yo ya he bebido bastante antes de venir...

_¡Queda inaugurada la fiesta!

La música se pone a sonar, y mis acompañantes son invitados a beber junto a los Petrov. Siento el gusto del alcohol. Parece que tienen la costumbre de darles de beber a los humanos para cambiar el sabor de su sangre. Azazel y los lobos se mantienen a mi lado sin beber ni comer nada, ya que tampoco se fían. Los vampiros se entregan al placer junto a Conor.

La escena se me antoja muy desagradable, supongo que ellos no quieren estar de comida, y los Petrov no son de mi agrado. Pero me doy cuenta de un detalle... Yo hablo con Jack, Ayumi, Azazel y Dante.

Entre los colmillos de los Bartholy VIII: Lágrimas de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora