Capítulo 19 - Lobitos

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Una vez fuera, recupero mis poderes y respiro tranquila. Dante esta enseguida abrazándome y allí está Azazel y mis hijos también.

_¿Estás bien? _dice mirando con preocupación mi mano.

_Sí, no te preocupes.

_Tienes mala cara, y te han escuchado vomitar.

_Dentro estaba como humana, regalo especial de mamá. Ahora, por favor, vámonos.

_Claro cariño.

Nosotros nos aparecemos en el castillo, en el salón de cine y ellos se ponen a mi alrededor.

_¿Por qué te han hecho eso?

_No tenían otra forma de obligarme a estar allí. Querían disculparse y escuchar mi explicación _digo con resignación.

_Tranquila mamá, estaremos aquí contigo _dice Diana.

_Lo sé cariño, y os lo agradezco. ¿Por cierto, dónde está Tánatos?

_No tengo idea, anda haciendo algo en el hospital.

_Me alegro que seáis felices. Porque tú también lo eres con Lilith, ¿no cariño?

_Sí mamá.

_Me alegro mucho. Ahora si os parece, podemos echar un día en femilia, si Lilith y Tánatos quieren unirse, pueden hacerlo cuando quieran. Voy a cambiarme de ropa.

Yo me voy a la habitación y me cambio de ropa. Tengo sed, supongo que por haber estado sin mis poderes.

_Azazel, ¿estás libre?

_Sí, mi reina.

_Te veo en mi despacho.

Yo me voy al despacho y Azazel está allí esperándome. Yo le doy un abrazo, y él me lo devuelve.

_Te he echado de menos, ¿sabes?

_Y yo a ti mi reina, muchísimo.

Azazel me da un beso suave en los labios, y la verdad que es la primera vez que lo hace.

_Mi reina, sabes que la quiero, ¿cierto? Y que nunca ha sido mi intención lastimarla.

_Lo sé Azazel, y sabes que yo a ti también.

_Lo sé, y no sabes cuán feliz me hace _dice poniendo un mechón tras mi oreja.

_¿Te importa si bebo de ti?

_En absoluto, es un placer.

Yo empiezo a dar besos desde la comisura de sus labios bajando por su cuello hasta llegar a la vena. Siento la excitation de Azazel, y yo muerdo su cuello mientras él gime. Él lleva su mano a mi feminidad, y me hace gemir de placer mientras lo muerdo, y no dejo de beber de él hasta que me hace llegar al orgasmo. Yo lo miro y tiene sus ojos negros de lujuria.

Yo bajo sus pantalones y con mi boca le devuelvo el favor, está muy excitado y no tardará en llegar.

_Azazel, esta noche quiero algo especial _le digo sonriendo.

_Entendido mi reina...

Tras acabar con Azazel, me voy al salón y pasamos un día en familia de lo más agradable. En la tarde se unieron Tánatos y Lilith, y la verdad es que había un ambiente muy agradable. Tras la cena cada uno se fue a su casa y nos quedamos nosotros solos.

_Mi reina, ¿puede venir? Tengo una sorpresa.

_Claro Azazel. ¿Vienes? _le digo a Dante.

_No amor, te dejo en buenas manos, o más le vale _dice mirando a Azazel.

Entre los colmillos de los Bartholy VIII: Lágrimas de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora