Capítulo 15 - Enfrentamiento familiar

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Tras desestresarme con Baltasar, lo cual ayuda bastante a bajar la ira y traerme tranquilidad, termino de repasar los informes con su ayuda. Estamos con la última carpeta cuando llama Azazel y le digo que entre.

_Mi reina, disculpas antes de nada.

_Aceptadas. ¿Qué ocurre?

_La cena está lista, la esperan abajo.

_Bien, bajamos en seguida, ya estamos acabando.

Terminamos la última carpeta y vamos hacia el salón. Están todos allí, vaya sorpresa. Yo miro sorprendida a todos, y Dante viene a mi encuentro.

_Sorpresa mi amor.

Me siento un poco abrumada. Está la familia, los alphas, el consejo de demonios, Conor y los más cercanos, y la familia. Hasta los hermanos de Dante están presentes. Víktor me ve desde su sitio y me mira orgulloso, algo es algo, y está sentando con Mefisto y nuestros hijos.

_Me alegro veros a todos _digo mientras vamos a nuestro sitio. _Supongo que ya os habrá dicho algo Dante, pero la reunión era con un motivo _digo mirando a Dante invitándolo a seguir.

_Vamos a ser padres, otra vez _dice con una gran sonrisa.

Yo sonrío por fuera, aunque realmente no es que esté feliz, más bien estoy preocupada por la visión, y para qué negarlo, sigo enfadada. Mamá, papá, mis tíos y hermanos me abrazan mientras me dan la enhorabuena. Sebastian se me acerca, me mira pidiendo permiso, y yo le sonrío y me da un abrazo.

_Felicidades Helena.

_Gracias, tío Sebastian.

_Ánimo Helena, lo estás haciendo muy bien.

_¿Tanto se me nota?

_No, pero te conozco, eres como yo.

No sé si alegrarme o no de las palabras de Víktor, pero tampoco me apetece pensar en ello ahora mismo.

Pasamos la cena y yo sólo me dedico a pensar en cosas neutras, y conversar con los que me hablan. Tras la cena, se me acerca Víktor y puedo ver como todos se tensan.

_Helena, ¿puedo pedirte algo?

_Claro, ¿qué necesitas?

_Necesitaría un par de demonios a mi mando. Y me gustaría contar con mis antiguos aliados vampiros.

_Respecto a lo primero no hay problema, respecto a lo segundo, posiblemente habré acabado con ellos. Y si lo dices por Baltasar, lo siento pero es mío, te lo puedo prestar cuando necesites, pero me es muy útil y es uno de mis hombres de confianza. Pero puedo asignarte a otros.

_Está bien, aunque he de decir que a Baltasar me lo has robado _dice con su risa que a todos les parece espeluznante.

_Técnicamente me lo dejaste a mi cargo... _le sonrió sincera.

_Tranquila, no pienso discutir, sería como discutir con otro yo, y eso es imposible.

_¿Qué tipo de demonios y vampiros necesitas?

_Los que tú consideres.

_Bien, mañana los tendrás a tu disposición.

_Muchas gracias, y creo que te debo algo.

Víktor se vuelve hacia el resto y llama la atención para hablar, aunque evidentemente, ya tenía la atención de todos.

_Yo, Víktor Bartholy, reconzco públicamente a mi nieta, Helena Bartholy, como mi reina.

Entre los colmillos de los Bartholy VIII: Lágrimas de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora