Extra - Azazel

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NARRA AZAZEL

Tras el nacimiento de Hela, decidí irme un tiempo, Helena me estaba obsesionando, y no podía buscar a alguien que me llenara por completo con ella cerca. Han pasado 10 años, y hoy he decidido volver.

_Vamos Azazel, me muero de ganas de ver a esas vampiritas que irán a la fiesta...

_Baltasar, ¿no piensas en otra cosa?

_¿En qué más puedo pensar? _dice sonriendo altivo.

_Vamos, no soporto verte más esa cara...

_Tranquilo don amargado... ¿Acaso te da miedo ver de nuevo a Helena?

_No seas idiota...

Nosotros bajamos al salón del castillo y allí está mi hermosa reina... Está tan hermosa como siempre, sublime, majestuosa... Mi corazón empieza a latir fuertemente, y es obvio que no ha servido de nada alejarme. Ella me ve y viene hacia mí.

_¡Azazel! ¡Que alegría volver a verte!

_Mi reina, está tan hermosa como siempre... Y supongo, que este pequeño que te acompaña es Eros...

_Así es, es mi ojito derecho _dice con orgullo.

_Suerte que es como tú...

_¿Eso dices a tu rey?

_Dame un abrazo hermano...

Nosotros nos damos un fuerte abrazo, siempre hemos tenido una unión especial.

_Ya estamos todos, puedes ir saludando que en breve comenzaremos la fiesta.

_¿Peleas?

_La duda ofende... _dice Helena riendo.

_¡Azazel!

Ares me salta encima y ambos caemos en el suelo. Es un calco de su padre... Y Lilith sigue con él por lo que veo...

_¿Has visto a la hija de Eva? Está para comérsela...

_No hables así de prima _le riñe Helena.

Seguimos saludando y van llegando los lobos. Veo que las lo as siguen con su encanto de siempre... De pronto siento como alguien gruñe a mi espalda, me voltea y me pone contra una pared.

_Mío...

Yo miro con los ojos como platos. Tengo delante de mí una loba realmente hermosa, de rasgos asiáticos, piel clara y pelo negro muy largo. Sus ojos son totalmente negros y sus colmillos está fuera. Está a medio transformar. Ella huele mi cuello mientras ronronea y luego se aleja para besarme de una forma apasionada. 

_¿Pero qué haces? _le digo extrañado.

_Eres mi mate... Mi pareja predestinada, y eres mío _dice de forma posesiva.

Joder... esto sí que no me lo esperaba... Pero si digo la verdad, estoy muy feliz, estaba deseando encontrar a alguien, y sé que los lobos aman incondicionalmente a sus mates, lo que me llena de alegría. 

_¿Sabes? Saber eso me hace muy feliz, eres muy hermosa _le digo acariciando su pelo y ella se acerca a mi contacto. 

_Quiero marcarte... _me dice cerca de mis labios. 

Yo miro alrededor y todos miran riéndose por cómo me domina a pesar de ser más pequeña, pero me da igual... Su toque me transmite pequeñas descargas eléctricas que hace que desee tocarla. 

_Soy un demonio, ¿no te importa? 

_Si la diosa luna te ha puesto en mi camino, te acepto sin objeción alguna. 

Entre los colmillos de los Bartholy VIII: Lágrimas de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora