Hasta que tú nos separes |Superfamily, Omegaverse|

XI

El almuerzo, en gusto y paladar estuvo deliciosa, lastima que los anfitriones sean de una manera tóxicos y poco agradables, bueno solo conmigo, con Peter son un pan de Dios. Por otro lado, el postre no fue el agrado de mi porotito, ya que al momento de que el olor llegará a mis fosas nasales las arcadas no faltaron, aunque sea el cuarto mes, esto era algo muy poco común, y agradezco a las fuerzas divinas de que la camisa de Sharon estuviera cerca, porque sino mis zapatos hubieran sufrido de mis fluidos.

Steve no me miro de buena manera, pero mi bebé se estaba aguantando las risas por la dramática cara de la Beta. Me disculpe, a mi manera, y fui al baño a lavarme la boca, tome un poco de agua y volví para darle fin a la velada.

- Según las personas de cuidados infantiles, Peter debe contestar unas preguntas en privado. Debe de ser muy honesto y claro con lo que quiera expresar, eso después sera presentado como un informe valido, además de una visita con la psicóloga y la juez.- Dijo de la forma mas seria que puede haber existido. Saco de un maletín unas hojas y se las dio a Peter, además unos cuantos lápices.

Steve le explicó algunas cosas que no entendía y después dejamos a Peter solo para que no se sienta presionado o incomodo. 

Solo fueron unos quince minutos donde Sharon no paraba de aludir de forma disimulada mi nuevo peso, aunque las poleras pudieron tapar gran parte de la curvatura, al sentarme mi porotiro se hacia notar levemente, eso llevaba a hablar a la rubia. Aunque yo no le hacia mayor caso.

Cuando Peter termino entrego los papeles a Steve y le dijo que por favor no los leyera.

- ¿...Y se quedaran a cenar?- Pregunto Sharon una vez estuvimos todos en la sala.

- Eso no será posible, querida. Tenemos una cita en el parque en unos minutos.- Le dije mientras respondía un mensaje de Strange, este decía que estaba a unos cuentos minutos de la casa del rubio, acompaño el mensaje con unos cuantos emoticones románticos, de manera involuntaria sonreí.

Unos segundos después se escucho un motor de automóvil fuera de la residencia.

- Vamos Peter, vinieron por nosotros.- Tome mis cosas y le ofrecí la mano a mi bebe, este se despidió de Sharon y de Steve, ellos, por otra parte, le prometieron guardarle el postre que le había gustado y de paso decir que se verían mañana. Tomo mi mano y salimos.

Frente de la casa había un hermosos BMW color negro, aunque yo me fijaba mas en el conductor que en el auto.

- Bueno Steve, fue bueno verte y todo eso, te espero mañana en mi casa para el almuerzo. Adiós.-  Con todo el estilo Stark, ambos subimos al auto. De reojo pude ver la cara de asombro de los rubios.

🌻

Llevábamos unos minutos caminado por el parque, a Peter le conseguimos un helado de vainilla y a mi uno de menta. Tenia rato debatiéndome si debía hablarle a Peter o no de mi, aun no seria relación.

Aunque si Stephen estaba aquí, pues lo correcto era hacerlo.

- Peter, ¿te parece si nos sentamos un rato?- Asintió y fuimos a unas bancas que daba sombra.- Bueno...lo que te quiero decir, nosotros...

- Estoy saliendo con tu Padre, y nos gustamos mucho.- Fue la sorprendente y directa confesion por parte de Stephen, obviamente por sus palabras me había enfadado unos instantes, esa no era la manera correcta de decirle a un niño que su Padre Omega estaba saliendo con un desconocido Alfa. Quería que fuera mas suave la noticia, ahora que es lo que dirá Peter me preocupaba.

- Ya lo sabia.- Dijo con tranquilidad mientras lamia su helado.

¿Que?

- Espera, bebé, ¿como es eso de que ya lo sabes?

- Papá eres muy obvio, además hablas mientras duermes...- Ante eso mi rostro se torno de un color rojo por la vergüenza, ¡¿Peter me escuchaba mientras duermo?!

- Pero, ¿tú estas bien?, me refiero a que esta bien que yo salga...

- Si, además Papá Steve esta saliendo con tía Sharon. No me siento incomodo, solo si tú estas feliz y mi hermanito también...

- Oh claro que si, Peter.- Sonreí agradecido, Peter lo aceptaba y no parecía molesto. Tenia un peso menos en mis hombros.

El resto de la tarde ambos se la pasaban conversando, Peter sabiendo mas de Stephen y viceversa. Tenían muchas cosas en común y una de ellas era sobre temas relacionados con la ciencia, proyectos y revistas de convenciones. Después la conversa se desvió al almuerzo de mañana, y de los diversos postres que podrían ser la opción del día.

Respire agradecido, de verdad que me siento muy feliz.