XXVI

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Pasaron unas cuantas semanas donde las visitas eran cada vez más calidad. Peter venia sin falta todos los días y me contaba lo que había hecho en sus clases, también me traía dibujos y le leía cuentos a Johnny. Después estaban Loki y Thor que me traían algunas cosas para comer y sentirme más cómodo en mi instancia en el Hospital, por ultimo Stephen venia a la hora de la cena, donde me platicaba de algunas cosas y me preguntaba si tenia algún malestar. De Steve no sabia absolutamente nada, mucho menos su paradero o algo por el estilo.

Una verdadera catástrofe.

También, el día anterior había venido el abogado que llevaría mi caso, por obvias razonas no podía estar presente con el juez por lo que la medida que se tomo fue hacer la audiencia mediante una vídeo llamada. Él me explico el sencillo procedimiento y yo me dedique a decir la verdad. Nos tomo casi dos horas terminar con el proceso y cuando estuvo todo listo, el abogado se fue no sin antes decir que me mantendría informado con lo que pase con el caso.

Después de eso no sabia que mas hacer, estaba aburrido, no podía salir y el pase que me podían dar para ir a la cafetería aun no estaba aprobado. Así que solo me limitaba a leer los diferentes libros que me traían y a ver las múltiples series que tenia acceso.

🌻

- Papá, ¡vine acompañado!- Grito mi bebé al momento de entrar a la habitación, por un momento pensé que iba a ser Loki o Thor, pero grande fue mi sorpresa cuando vi al "amigo" de Peter.

- ¡Que tal suegra!

Ese descarado.

- ¡¿Que haces con mi bebé?!- Pregunte levemente enojado, y es que no me culpen, ese niño tiene un aura de depravado. 

- ¿Que no es obvio, suegris?, ahora somos pareja.- Dijo al momento de tomar la inocente mano de Peter.

- ¡Que!- Grite al momento de sentarme de golpe en la cama.

- Si, Wade me dijo que así seremos mejores amigos.- Menciono inocentemente.

- ¡Pet!, te dije que eso no se mencionaba.- Río algo nervoso.

- Niño, espero que tengas buenos órganos, por que pienso venderlos para cuando tu no existas.- Lo mire de la manera más amenazante posible, después se disculpo con Peter sin dejar de ser confiado y simplemente se fue de la habitación.

Lleve mi mano libre a la cabeza y me la sobe con cansancio, él de verdad que era un dolor de cabeza, pero el el amigo de Peter, uno muy raro.

- Papá.- Llamo mi atención mi bebé obteniéndola al instante.- En el colegio nos hicieron la prueba de castas, me llego hoy el sobre y quería leerlo contigo. ¿Puedo?

Oh por los Dioses. Hoy era el gran día de Peter, con tantas cosas que habían pasado se me había olvidado sobre la casta de mi bebé.

Él se sentó en la cama y con un notable nerviosismo rompió la parte superior del sobre, una vez que tenia las pruebas en sus manos me paso la hoja. La leí con calma y llegue a la parte que me interesaba.

- Eres Omega.- Dije con un susurro, aunque yo tenia mis sospechas, aun así me tenia sorprendido.- Eres un Omega, bebé.- Esta vez lo dije con firmeza.

Peter primero me miro dudoso, quizás asumiendo su segundo genero, pero después sonrió con emoción y una notable felicidad.

- Soy un Omega, igual que papá.- Dijo a la par que me dio un cuidadoso abrazo.

- Así es, bebé, somos Omegas.

Hasta que tú nos separes |Superfamily, Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora