XXIV

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Había despertado hace unos minutos, me encontraba solo en una habitación color amarillo pastel y con el único sonido de la televisión frente a mi. No se necesitaba ser inteligente para saber que es lo que me había pasado.

Mire con aburrimiento la televisión, solo pasaban canales informativos. Además mi ansiedad me comía por dentro, no tenia ni idea de día en el que estaba, tampoco la gravedad de mi estado, no tenia noticias del paradero de Peter y por ultimo ¡que había pasado con Johnny!

EL sonido de la puerta siendo abierta hizo que volteara rápidamente, al parecer era solo una enfermera, chequeo las maquinas en las que estaba conectado, las anoto en sus papeles y se fue.

Un simple saludo o algo hubiera sido menos incomodo.

Me quede mirando el techo unos cuantos minutos hasta que, nuevamente, la puerta fue abierta. A diferencia de la primera vez, en esta ocasión había entrado un Doctor.

- Me alegro que usted esté bien, Señor Stark. Pero temo informar que su situación es de suma delicadeza.- Dijo mientras leí el informe en sus manos y me examinaba con la mirada.- Su mano izquierda ha sufrido una leve torcedura, en unas dos semana debería de poder sanar, su cuerpo, por otro lado, tiene fuertes hematomas, su cabeza recibió un duro impacto pero por fortuna no recibió mayor daño daño, su espalda fue un caso aparte, posee aproximadamente cinco puntos en la zona baja...

- ¿Y mi bebé?- Pregunte con temor.

- Él se encuentra fuera de riesgo, creemos que fue un milagro, pero con todo lo que sufrió debo decirle que, como sugerencia medica, debe internarse en el hospital hasta que de a luz. Cualquier movimiento brusco o sobre esfuerzo puede encender la alarma de aborto.- Asentí con miedo.- De cualquier caso, usted siempre tiene la última palabra, le haré informe a su familia de que ya despertó. Con su permiso me retiro.

Me quede pensando en lo que dijo el Doctor, esa maldita desgraciada, casi hace que mi pequeño mundo decayera.

Yo no era muy fan de la venganza, pero haré que ella caiga en el mismo infierno.

☘️

Cerca de la hora de almuerzo me habían visitado Peter y Loki, mi felicidad había crecido una vez que vi a mi bebé, mi sonrisa creció aun mas cuando me dio entrega de un pequeño regalo, era unos simples dibujos donde estábamos él y yo.

- Papá te extraño mucho, Tío Doctor Strange me había dicho que tuviste un accidente, pero que no podíamos venir hasta que despiertes.- Dijo con un tierno puchero.

- Lo siento cariño, juro reponerme pronto para que vayamos a salir, quizás al cine solo tu y yo.- Al parecer mi comentario lo alegrarse y subirse el animo.

Nos quedamos unas horas mas hablando e intentando de convencer a Peter de que me encontraba bien. Sin embargo, Thor había llegado y se llevo a mi bebé a dar una vuelta y traerme unos dulces a escondidas.

- La demanda ya fue hecha, se ha puesto un comunicado para buscarla, solo falta que tú declares y será oficial, si ella no aparece en un máximo de un mes y no presenta nada, el juez tomara tu declaración, el informe medico de tu salud y el testimonio de Strange, con eso es suficiente para meterla en la cárcel, no habría necesidad de tramitar mas cosas.-  Dijo mientras me hacían entrega de unos papeles, los leía con cuidado y todo lo que dijo Loki estaba ahí. En estos momento me encantaría abrasar a Loki.

- Gracias...no se que haría sin ti.

- No tienes de que agradecer, cariño, solo estoy cuidando de mi familia.- Sonreí con alegría.

Nos quedamos unos minutos minutas hablando de cosas triviales, le comenté también el estado de mi bebé, y sentí que el peli negro volvía a respirar.

- ¿...Y Stephen?- Pregunte al no ver al Alfa en todo el día.

- Según se él tiene el día ocupado, creo que el trabajo se le había acumulado ya que en los días que estuviste inconsciente no se había separado de tu lado.- Lo mire incrédulo, ¿él había hecho eso?

Ahora me sentía ansioso, deseaba verlo y gritarle que estábamos bien, quería ver Stephen.

Hasta que tú nos separes |Superfamily, Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora