Hasta que tú nos separes |Superfamily, Omegaverse|

XXVII

El tiempo había pasado, en unos días más cumpliría ocho meses, y creo que esta demás decir que la rubia de Sharon nunca apareció. Es por eso que las autoridades la buscaran y cuando la encuentren será encerrada sin posibilidades de apelar a su salida. Eso me alegraba, por lo menos no vería su horrible cara.

Steve era un caso aparte, a finales de mi quinto mes él había ido al Hospital, por un momento había pensado que me iba a amenazar o a mi mala suerte hacerme algún tipo de daño, pero él me había sorprendido al decir que iría a mi defensa si es que se llegara a ir con el juez. Me explico que le era muy difícil creer que Sharon pudiera hacer algún daño, pero busco sus propias pruebas, pidió las cámaras de la entrada de los baños y ahí pudo ver como la rubia entraba al baño de Omegas, asimismo él encontró algunos datos "amenazantes" en sus papeles y mensajes. En dado caso, Steve aclaro que se sentía culpable por no proteger a su hijo, y si la presencia de él causaba problemas en el desarrollo de Johnny lo mejor será tratar desde lejos, también añadió que el bebé iba a tener una muy buena forma paterna, haciendo alusión a Stephen. Y finalmente añadió que desde ahora estará viviendo con su James.

Después de eso venia cada cierto tiempo a visitar a Johnny y, por supuesto, a Peter.

Por otro lado, Johnny crecía muy saludable en mi vientre, aunque existían días en las que de verdad golpeaba muy fuerte y los dolores eran interminables. Además de sufrir cambios en mi cuerpo, un claro ejemplo de ello es la zona de los pezones, y aunque con Peter también existieron estas alteraciones, nunca había llegado a darle leche directamente. Se podría decir que sería mi primera vez.

Cambiando de tema, hoy había conseguido un pase por una hora para ir a la cafetería, eso si con supervisor y sin pasarme con mis comidas. Me transportaban en silla de ruedas, disfrutaba del aire fresco y el adictivo aroma a café.

Como estaba en un punto sensible, el obstetra me había dado un botón que avisara a las enfermeras cuando empezaran las contracciones, me explico que en estos meses es cuando más probabilidades tengo para dar a luz, aún si no cumplía con los nueve meses. 

🌻

Quince días después.

- ¡Por todos los demonios!- Grite a la par que sujetaba entre mis manos las sabanas. Hace unos minutos habían comenzado con las dolorosas contracciones, podía calcular diez minutos de separación por cada una. Con dificultad estiré mi mano y oprimí el botón dos veces, a los pocos minutos aparecieron dos enfermeras, rápidamente le explique mi situación y, con la autorización del obstetra me llevaron a un pabellón.

Ahí dentro me habían ordenado hacer la secuencia de respiración y con el ultrasonido pudieron verificar la posición del bebé.

- Esto es grave, el bebé se esta enrollando con el cordón umbilical, debemos actuar rápido.- Todas las enfermeras actuar al momento, alguna bajaron la parte de la cabecera de la camilla, otras traían lo necesario para la cesaría.

- Espere...- Dije nervioso, y es que uno no se prepara mentalmente cuando se exponen esa noticia, me sentía aterrado.- Necesito a Stephen, por favor.- Susurre.

- Llamen a Strange a pabellón.- Dijo al momento de colocar la anestesia en el sector de la espalda, gemí por el leve dolor.

Cubrieron la parte de mi abdomen, la anestesia comenzó a hacer efecto, pero aun así no evitaba sentirme con temor. No quería hacer esto solo, no otra vez.

Por favor Stephen, llega rápido.