Mala Influencia (Camren)

Capítulo 11: Las Navidades

La semana precedente a la Navidad fue complicada.

En casa de los Jauregui, el señor Michael Jauregui ya había vuelto a la casa, y Clara Jauregui no daba a basto.

Lauren no podía soportarlo así que pasaba las tardes en la biblioteca o paseando, ya que con Camila no podía quedar debido a que ésta también estaba pasándolo mal con su familia aquellos días. Lauren echaba de menos tener amigos.

Por parte de Camila, era uno de los momentos más estresantes del año para ella.
En cada festividad cristiana tenía que ser la mujer cristiana que esperaban que fuera. Sus abuelos por parte de padre habían muerto cuando ella era niña, su abuelo materno murió cuando Sinuhe era pequeña, y su abuela materna, la única viva, no tenía buena relación con su hija.

- Perdí relación con ella cuando era niña. Apenas me enteré de lo que ocurrió y mis padres nunca han querido hablarlo. Hace dos años fui a verla por estas fechas. Vive en un pueblo a dos horas de aquí... Me cerró la puerta en las narices-.

Camila suspiró tras contar aquello. Tenía la cabeza agachada y agarraba una mano de Lauren entre las suyas. Ésta la observaba con atención.

Estaban en su lugar, tras el edificio de gimnasia. En aquellos días sólo podían pasar tiempo juntas en los recreos, allí escondidas.q

- Eso es una gran putada, Camz... ¿Por qué lo hizo? Tú no tienes la culpa de lo que pasó-. Camila se encogió de hombros.

- Supongo que ella piensa que sí- replicó.
Lauren suspiró y acarició su espalda con su mano libre. Prefirió no dar su opinión sobre la señora Estrabao por respeto a Camila.

- Así que- volvió a hablar la morena- como sólo somos nosotros tres, pasaremos las Navidades con otra familia de la Iglesia- no parecía ilusionada con la idea. Lauren frunció el ceño.

- ¿Y qué pasa? ¿No te caen bien?- preguntó.

Camila alzó la mirada mordiéndose el labio angustiada y pensó cómo decirlo.

- Verás... Hay un chaval. De mi edad- comenzó. Hubo un breve silencio en el que  Lauren movió la cabeza invitándola a seguir.

- ¿Y?- animó, preocupándose un poco.

- Yo... Bueno, él... Yo le gusté. Y de hecho... Creo que le gusto otra vez- se miraron fijamente a los ojos.

Lauren estaba seria y apretó un poquito la mano que hasta entonces descansaba sobre la espalda de Camila. Camila tomó aire profundamente y le contó lo que ocurrió años antes, cuando Jonás, Dinah y ella eran muy amigos, y lo que pasó cuando los Jansen se fueron.

- Ese chico es estúpido. No tiene personalidad- soltó una indignada ojiverde cuando Camila acabó.

- Bueno, parece ser que ha madurado un poco...- señaló. Lauren le dirigió una mirada penetrante. - ... Pero obviamente no me gusta- añadió inmediatamente, alzando las manos como si la estuvieran deteniendo. De pronto estaba muy nerviosa, pensando que igual la había cagado.

- Es decir, e-es obvio que no me gusta, o sea, él, él jamás me gustaría, o sea vaya tonter...- no pudo añadir nada más antes de que Lauren, debilitada por su ternura, estampara sus labios contra los de ella. 

Le dio un beso suave y tranquilizador. Separaron sus labios lentamente y Camila suspiró, totalmente prendada.

- Es obvio que no te gusta- concluyó Lauren divertida.

Ambas sonrieron con complicidad.

Aunque todo estaba bien entre ellas, no eran novias oficialmente y en el fondo aquello incomodaba a ambas.