Mala Influencia (Camren)

Capítulo 12: Inseguridades resueltas

Los días pasaron y por fin la Navidad acabó. Las chicas quedaron en cuanto les fue posible. El 2 de enero quedaron con todo el grupo, y el 3 ellas dos. Por fin solas.

Paseaban por el centro comercial de la ciudad, Lauren quería descambiar una camisa que le habían regalado sus padres que no le gustaba por alguna que le agradara.

- No suelen acertar en cuanto a mi estilo, aunque es bastante sencillo. Igualmente, agradezco que al menos busquen algo en vez de darme directamente el dinero- explicaba la ojiverde encogiéndose de hombros.

Camila asintió y sonrió algo distraída. Lauren frunció el ceño. Había notado a Camila rara desde el momento en que se encontraron esa tarde.

La morena no dejaba de mirar a los lados y tras ellas, como buscando a alguien. Estaba distraída, pesando en sus cosasy al mismo tiempo muy pendiente de todo. Se la notaba nerviosa, inquieta, angustiada...

Llegaron por fin a la tienda y Lauren empezó a buscar. Camila se quedó en la zona más cercana a la puerta, mirando por ahí. Lauren suspiró y entendió que apenas podría contar con ella para eso. 

Encontró una camisa que le convenció especialmente. La cogió y fue al encuentro de la morena, a ver qué opinaba.

- Ey, Camz- la llamó y rozó su brazo con su mano libre. 

Camila dio un respingo y se volvió hacia ella, apartando su brazo con algo de violencia. Su expresión rozaba el terror, Lauren no sabía qué sentir.

El rostro de Camila se relajó inmediatamente y se dio cuenta de lo que acababa de hacer. La expresión de Lauren denotaba dolor, pero se acercó con prudencia. Alzó la camisa mostrándosela.

- Creo que me voy a llevar esta. ¿Qué te parece?- preguntó como si nada, aunque su voz sonaba débil. Camila acarició su brazo disimuladamente.

- Me gusta- contestó.
Un silencio se cernió sobre ellas, en el que se miraban fijamente, admirando las facciones de la otra. Camila entendió que jamás podría renunciar a Lauren.

- ¿Me acompañas a probármela? pidió la ojiverde.

Segundos después, Camila esperaba fuera de los probadores.

- Tss, Camila- susurró Lauren desde el probador.
Camila frunció el ceño. Se aseguró de que nadie la veía, y entró con ella.

- ¿Sí? ¿Qué pas...- No pudo hablar más al ver lo que le esperaba.

Lauren la miraba fijamente, apoyada en una esquina del cubículo, con la camisa desabrochada, dejando ver perfectamente su torso en sujetador. La miraba con timidez, fingiendo inocencia.

No le dio tiempo a hacer una propuesta traviesa antes de que Camila atacara su boca con insistencia.
Lauren reaccionó rápido, poniendo sus manos en las mejillas de Camila, acercándola todo lo que podía. Camila la agarraba de la cintura, estrechándola contra su cuerpo.

Bajó con sus besos hacia su cuello a la par que sus manos subían a sus abdominales y los acariciaban. Se sentía demasiado bien como para estar mal.

Lauren acariciaba su pelo con cariño. Ella estaba más tranquila, pero Camila moría de pasión.

- Wo wo, tranquilo, tigre- bromeó la mayor separándose un poco cuando el toque de Camila se intensificaba.

Apoyaron sus frentes la una en la otra y Camila soltó aire a la par que reía. 

- Perdón- se sonrojó. Lauren puso sus manos en sus mejillas de nuevo y la miró fijamente a los ojos.

- Nunca me pidas perdón por desearme- pidió en voz muy baja y tranquila.