Mala Influencia (Camren)

Capítulo 29: ¿Estás segura?

Camila revolvía la cuchara en el fondo de su taza de té mirando a Lauren de reojo de vez en cuando. Intentaba disimular el temblor de sus manos con este gesto automático que se había alargado ya unos minutos.

Pararía si no fuera porque el silencio de Lauren se le estaba haciendo inaguantable. Intentaba encontrar el momento para contarle lo que había acontecido los últimos días y la decisión que había tomado, pero por la manera en que Lauren le había dicho de verse aquella mañana en el instituto, con un semblante serio y algo triste; sentía que debía hablar ella primero.

Lauren, por su parte, estaba desenvolviendo la magdalena que se había pedido en la cafetería en la que estaban con aparente tranquilidad, pero en realidad intentaba hacer tiempo para encontrar las palabras exactas. De una manera u otra, sabía que lo que estaba por decir afectaría a su relación.

Suspiró profundamente y levantó la mirada por fin. Camila detuvo lo que hacía y la miró, atenta y ansiosa. - ¿Qué tal te fue tu examen?- preguntó impaciente. Lauren sonrió con suavidad, avergonzada.

- Era una presentación. Te... Te mentí. Necesitaba ir a la biblioteca para pensar-. Camila abrió ligeramente la boca en señal de sorpresa, pero mantuvo silencio. Comprendió que Lauren tenía algo realmente importante que decir, así que esperó.

La ojiverde suspiró otra vez y su sonrisa desapareció. Dio un sorbo de su café con leche para posarlo suavemente sobre la mesa después. Volvió a mirar a su novia leyendo pánico en su rostro. - Tranquila, no tienes porqué asustarte.. Quiero hablar de algo serio hoy pero, tranquila- intentó calmarla torpemente, y por toda respuesta ella frunció el ceño.

- Sólo dilo, Lolo. Me estás asustando- murmuró cortando contacto visual y rascándose la nuca. Lauren asintió.

- Vale, ahí va... Vale, ¿te acuerdas del día que te pedí salir?- Esto hizo que Camila volviera a mirarla. Sonrió de lado y asintió. - Pues claro. El 7 de enero-.

- Sí. ¿Te acuerdas de lo que hablamos antes? ¿Antes... De que subiera a poner velas y poemas en mi habitación, y todo eso?- La morena frunció el ceño haciendo memoria y volvió a tensarse.

- Mmmm, ¿sobre mis padres y lo pesados que estuvieron en las cenas de Navidad? ¿O lo de que te pregunté qué éramos?- Lauren negó enérgicamente.

- Lo primero, lo primero. Vale, pues...- Carraspeó y Camila notó que a ella también le temblaban las manos. No tardó en tomar una y acariciarla con ambas manos.

Se miraron fijamente, Camila girando un poco el rostro en señal de completa atención y animándola a continuar. Lauren cerró los ojos un momento. Suspiró, los abrió.

- Lo que dijiste... De que a lo mejor sería una buena idea salir con él. - Camila se mostró confusa. - Con... Jonás. Salir con Jonás. Que... Tal vez sería una buena idea, dijiste.- La arruga entre las cejas de la morena se acentuó. Lauren supo que debía terminar de hablar ya o jamás lo diría.       

- Creo que podría funcionar. Que podrías... Quedar con él de vez en cuando, que la gente os viera juntos, que tus padres lo supieran. Para despistar. Para que no... Sospechen. Sobre nosotras.-  Jadeó y oteó expectante la respuesta de su novia.

Lo primero que Camila hizo fue apartar la mirada. Por un momento se lo imaginó.
Quedar con Jonás como quedaba con Lauren. Ilusionarle, darle esperanzas. Tener que ser cariñosa y coqueta con un hombre. Ella no le había contado a Lauren lo de sus recuerdos, pero le habían ayudado a darse cuenta de que era lesbiana.
No podría siquiera fingir atracción por él. Ya sólo imaginarlo hizo que creciera en su pecho la ansiedad y afloraran las lágrimas en sus ojos.

Le dirigió una mirada cristalina. - ¿Lo estás diciendo en serio?- preguntó en un tono más duro de lo que pretendía. Lauren tardó en contestar. Intentó comprender lo que Camila estaba pensando, sin llegar a nada concluyente. Dudó. - Sí...- soltó por fin en un hilo de voz.