Capítulo 17: El fin de semana 3/3

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Lauren estaba poniendo a calentar un puré que tenía preparado desde la mañana cuando sintió unos brazos tibios rodeando su cintura.

Giró un poco su cabeza hacia la derecha, sintiendo la respiración de Camila en su nuca y después un beso largo en ella.

- ¿Qué hay de cenar?- preguntó la morena en un susurro.

Lauren podía sentir la sonrisa traviesa de su novia posada en su piel. Sabía lo que estaba intentando, pero se necesitan dos para jugar.

- Puré de calabazín, y si quieres puedo hacer unos filetes-.
Camila apretó su agarre, apoyando su cabeza sobre la espalda de la más alta, esta vez en un gesto tierno.

Aspiró su aroma. - No hace falta- contestó simplemente.

Lauren se movía por la cocina cogiendo la vajilla necesaria y colocándola encima de la mesa, cuando notó sonriente que Camila seguía pegada a su espalda.

- Nena, ¿piensas soltarme en algún momento?- preguntó divertida.

Camila sintió todo su cuerpo temblar por dentro ante el apodo y apretó su agarre. - No- murmuró adorablemente . - Nunca- añadió.

Estaban en medio de la cocina en ese momento, yendo de la mesa a los armarios para coger más cosas; cuando Lauren paró en seco, sonrojándose ligeramente ante la respuesta de su novia, la cual, sacada de contexto, era tremendamente tierna.

Agarró las manos de la más pequeña y las soltó un poquito de su cintura, lo suficiente como para darse la vuelta y quedar de frente a su bonita chica.

No dijo nada, sólo sonrió de lado y la besó.

Sintió las manos de la morena recorriendo su espalda y bajando después a sus piernas. Cuando menos lo esperaba, Camila la agarró con fuerza del culo.

- Wow, Camila- suspiró separándose un momento entre divertida y excitada. Camila sonrió aún con los ojos cerrados y volvieron al beso.

Lauren estaba empezando a sentirse aturdida bajo los ardientes besos de su novia y sus certeros toques. Sin advertirlo apenas, notó cómo era empujada hasta que quedó empotrada contra la encimera, y ya ni sabía decir dónde estaban las manos de Camila.

Ésta, por su parte, estaba empezando a ponerse nerviosa y toqueteaba el cuerpo de la ojiverde con manos temblorosas.
En el último mes, había aprendido a besarla y a tocarla justo como a ella le gustaba... Pero sólo de cintura para arriba, y en el fondo le agobiaba tocarla mal... En lo que ella creía que era la zona más importante.

Se separó unos milímetros de la más alta y separó ligeramente sus cuerpos para tener espacio para desabrochar los vaqueros de la ojiverde. Lauren tenía los ojos cerrados aún, y cuando los abrió pudo sentir el fuego en los ojos de su novia, y sus manos trémulas desabrochando sus pantalones...

PI, PI, PI, PI,

La olla en la que se calentaba el puré comenzó a sonar anunciando que la comida se estaba calentando demasiado, tal y como las dos chicas.

Ambas dieron un respingo y Lauren se apartó de Camila para apagar la vitrocerámica. Una vez más, la morena se había quedado a punto.

- Lauren...- murmuró rodeándola por detrás de nuevo, con el tono de una niña caprichosa a la que se le está negando su mayor deseo.

La pelinegra estaba ocupada apagando todo, pero sonrió de lado.

- Tenemos tiempo- dijo girándose para mirarla, y le dio un corto pico.

Cenaron tranquilamente teniendo una conversación ligera. Camila intentaba distraerse del desastre que volvían a ser sus bragas.
Lauren, por su parte, estaba igual de excitada, pero sabía lo mucho que le valdría la pena la espera, y eso le excitaba aún más.

Mala Influencia (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora