Mala Influencia (Camren)

Capítulo 25: La excursión- Viernes

- ¡Venga, sonreíd como sabéis, reinaass!- animó Zayn justo antes de hacer la foto. 

Todo el grupo se hacía unos cuantos selfies para el recuerdo. Estaban en el autocar, justo antes de arrancar camino de su fin de semana de excursión.

- A ver, las tortolitas, mirad a la cámara un momentoo- se quejó Normani, pues Camila y Lauren estaban hablando y se miraban fijamente.

Camila estaba demasiado embobada mirándola como para escuchar a su amiga, pero Lauren sí lo oyó. Miró al frente cortando contacto visual con la morena. - Perdóónn- se disculpó adorablemente, exponiendo una gran sonrisa.

El bus arrancó y tras reñir a Camila por las muecas raras que hacía "estropeando las fotos con sus payasadas", como decía Dinah, el grupo logró fotografiar un par de selfies decentes que Zayn aprobó. - Voy a subirlas a Instagram- comentó ilusionado.

Y es que no era el único emocionado ante lo que se venía. Lauren no podía dejar de sonreír, bromeando con todo el mundo, molestando a las Taylee, que se sentaban delante de ellas, o proporcionando caricias furtivas a su novia.

La razón de su felicidad era, por supuesto, el hecho de pasar de nuevo un fin de semana con ella. La última vez había sido maravilloso, y no podía esperar para seguir creando preciosos recuerdos con ella. Se dirigían a un albergue en medio del bosque, alejado de la ciudad y cercano a un lago. Harían actividades de senderismo, canoa, tiro con arco e incluso irían a un parque de cuerdas. Se moría por vivir todo aquello con su novia y sus nuevos amigos.

Era mediados de abril y el paisaje de la carretera les mostraba un misterioso bosque plagado de esbeltos y elegantes árboles con sus ramas repletas de hojas de vivos colores y flores. Pero más allá de todo eso, Lauren no podía dejar de mirar a su morena, de cuyo perfil disfrutaba en esos instantes.

Camila miraba por la ventana, ajena a la admiración de Lauren hacia su persona. Ella también estaba muy ilusionada pero un poco apagada.

- Hey, ¿todo bien?- le preguntó Lauren.

Camila se giró a mirarla y le regaló una sonrisa suave. - Sí, sí- asintió-, es sólo que tengo sueño- explicó, y era cierto que mostraba un semblante somnoliento. Apenas eran las 8 de la mañana. Camila no era una persona demasiado mañanera.

Lauren sonrió enternecida. - Puedes apoyarte en mi hombro y dormir, que son casi dos horas de viaje- propuso.

Camila le sonrió y casi por acto reflejo miró un poco a su alrededor, como para asegurarse de que nadie las veía. Lauren suspiró, ya acostumbrada a ese comportamiento un poco paranoico de la morena. - Vale- accedió por fin poniendo una voz un poco más aguda de lo normal. Tan adorable como siempre.

Lauren usó la sudadera que se acababa de quitar para cubrir a ambas, a modo de manta, y no hablaron más. Lauren siguió admirando el paisaje, aspirando el aroma de Camila y sintiendo su respiración tranquila sobre ella.

El segundo trimestre del curso había finalizado unas semanas atrás, el 31 de marzo. Ya estaban, por tanto, en el tercer y último trimestre, que acabaría a mediados de junio. Esta excursión era totalmente opcional y por eso se hacía en un fin de semana, aunque los alumnos no asistían a las clases de ese viernes.

Era una excursión ofrecida a los alumnos de los tres últimos cursos. Lauren y Ally estaban en ese último curso, junto con otros 10 compañeros que se habían apuntado también; Zayn y Normani en el penúltimo, junto con muchas otras personas; y las otras cuatro chicas en el menor de los tres cursos, también junto a muchas más personas. 

Eran casi 50 personas en esa excursión. Podía entender que Camila estuviera atenta a que nadie las estuviera prestando atención: en el instituto nunca eran demasiado cariñosas, y en caso de serlo, siempre había poca gente delante. En cambio en esa ocasión los tres cursos estarían juntos, conviviendo, y además se los mezclaría para las actividades.