- Hey, bienvenida- saludó Lauren con una amplia sonrisa al abrir la puerta.
Se había cambiado: llevaba unos vaqueros azules y una camisa a cuadros roja.Camila sintió la parte baja de su abdomen estremecerse ante esa rasgada voz.
Sólo sonrió y pasó.
- Ven, subamos y deja tus cosas en mi cuarto- comentó Lauren dirigiéndose a las escaleras.
Ella iba delante, sonriendo de lado al saber a dónde estaba mirando su novia.
Realmente no tenía expectativas para aquel fin de semana con ella, sólo pasarla bien, de cualquier forma.
Deseaba a su novia, por supuesto, pero se había hecho a la idea de que tal vez Camila tardaría en sentirse lista para dar el paso.
Porque sí, sabía que la excitaba y que había estado descubriendo su sexualidad últimamente, pero de ser curiosa a realmente actuar, había un paso... Y sabía que podría ser difícil para Camila el atreverse, debido a toda la presión que se le había impuesto en aquella iglesia.Por otro lado, Camila no dejaba de sorprenderla, así que contemplaba la opción de que las cosas tuvieran mejor final feliz del esperado... Lo que hacía que sintiera mucha emoción por los días que les esperaban.
Entraron en su cuarto, Lauren le quitó la maleta y la colocó debajo de la mesa.
- Cuando saques ropa puedes poner la maleta encima de la mesa, no hay problema- dijo. Se le hacía raro que Camila estuviera tan callada.
Ésta observaba la habitación, que tenía algo distinto desde la última vez que fue.
- Anda, has sacado el piano- comentó de forma casual, aunque sabía que era un detalle importante.
Lauren relacionaba de forma directa la música con su abuela, y el hecho de que no tuviera el piano encerrado en el fondo de su armario... Significaba algo.
- Sí... Pensé que no tenía sentido tenerlo cogiendo polvo- explicó ella con el mismo tono.
Las dos observaron el instrumento, que estaba posado cerca de la puerta que daba al balcón.Por un momento Camila pensó en pedirle que tocara algo, pero recordó cómo había resultado la última vez que se lo pidió y prefirió esperar a que la propia ojiverde se ofreciera a ello.
- ¿Vamos a comer? Me muero de hambre- dijo entonces.
Lauren se había quedado pensativa observando el teclado, y aquella bonita voz la sacó de sus pensamientos. La miró, sonrió suavemente y asintió.
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Habían decidido pedir pizza a domicilio, y la zampaban felices mientras veían un capítulo de Friends.
Camila nunca había visto esa serie, pero la ojiverde estaba haciendo que se aficionara... Sobre todo a ver a Lauren verla, mirándola de reojo cada dos por tres ya que sus reacciones y comentarios eran únicos.En aquel momento, Lauren chasqueaba la lengua disgustada.
- ¿Sabes? A veces Ross se me hace tan patético que me resulta... No sé, como que me da vergüenza ajena, ¿sabes?-
Camila la miraba atentamente, Lauren estaba comentando mirando a la pantalla pero en ese momento se giró para mirarla y sonrió.
Se distrajo por un momento gracias a esos ojazos marrones, pero no tardó en seguir con su discurso.
- O sea, ¿por qué hace esas bobadas? Rachel es genial, si él no fuera tan celoso...- Camila se encogió de hombros.
- A veces la gente hace cosas poco lógicas cuando están enamoradas- comentó distraída, observando cada detalle del rostro de su novia.
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Mala Influencia (Camren)
FanfictionLauren es la joven de 18 años misteriosa e inalcanzable reina del instituto, aunque siempre solitaria. Camila es una chica reservada de estrictos y religiosos padres, de 16 años. Ambas chicas se conocen en el lugar más inesperado y viven el romance...