Capítulo 18: ¿Me abrazas?
✵ :・゚✧ :・゚✵ *:・゚✧:・゚✵
Harriet Fitcher
La montaña rusa había sido la cosa más emocionante que había hecho. Los gritos, la adrenalina y la sensación de vértigo fueron arrasadoras, pero las disfruté al máximo. Luego habíamos estado en los diferentes juego y me había ganado un oso enorme y blanco por mi misma, aunque Sergey había ganado otro de color negro y los llevaba cada uno a ambos lados de mi cuerpo.
No faltaba ninguna atracción por lo que estábamos caminando hacia el puesto de helados para descansar un poco, pero antes de llegar en medio de los gritos de los niños y el ruido que provocaba el carrusel escuché unas quejas.
—Mamá, pero solo me subí a dos —la niña de cabello rubio iba apretando la mano de su mamá intentando llamar su atención.
—Pero no tengo más dinero, dulzura —la madre se detuvo unos segundos para mirarla desde arriba y pude observar su rostro algo triste.
—Pero es mi cumpleaños —la madre le dio una sonrisa y negó lentamente.
—Hice un esfuerzo para poder traerte, cariño —la niña asintió y si estuviese viendo sus ojos juraría que se le humedecieron.
—Sostenlo —le dije a sergey entregándole el peluche negro para después correr hacia la niña y su madre las cuales ya estaban acercándose a la puerta.
—¡Hey, niña! ¡Espera! —grité llamando la atención de la niña y su madre.
Ambas se detuvieron y cuando llegué a ellas solté un jadeo por la falta de aire, ella me miró expectante y yo le sonreí. Me agaché frente a ella y esta me miró atenta.
—¿Cómo te llamas? —ella sonrió.
—Daniela, pero mi mami me dice Dani —dijo orgullosa.
—Pero que lindo nombre -—su sonrisa se ensanchó dejándome ver una ventanita entre sus dientes. Juraba que no pasaba de seis años.
—Gracias —comentó.
—Escuché lo que le ibas diciendo a tu mami —le comenté y pude escuchar los pasos de Sergey acercándose a nosotras.
—Si, es que ya nos vamos —admitió - pero yo quería subirme en más juegos.
—¿Te digo algo? —ella asintió —esta es la primera vez que vengo al parque de diversiones —su boca se abrió con sorpresa.
—¿Tu mami nunca te trajo? —yo negué.
—Mi mamá murió cuando yo nací —admití y su boca formó un mohín —y mi papa nunca me trajo —me encogí de hombros —por eso tienes que agradecer el esfuerzo de tu mami ¿a cuáles te subiste? —ella sonrió.
—Al carrusel y a la tasita —dijo emocionada.
—Yo ya no puedo subirme al carrusel, soy muy grande —imité el mohín que ella había hecho y ella río estruendosamente.
—Si, estas muy grande —luego se quedó callada, pero rápidamente volvió a hablar —¿tu como te llamas?
—Harriet -—ella asintió —escuché que es tu cumpleaños —asintió emocionada.

ESTÁS LEYENDO
Morticia
Ficção AdolescenteLa vida para muchas personas es una completa montaña rusa llena de emociones nuevas y diferentes día tras día. Para mí era más una casa del terror, mientras más te adentrabas en ella más misterios y secretos colgaban de cada lugar. Pero en algún mom...