-No Tan Malo- Countryhumans Uwu

16

Ya había pasado un mes desde esas palabras del americano y Rusia se sentía fatal, ¿por que lo dejó de amar así de golpe?, simplemente se alejó, lo bloqueó, cambió su número, cambio todo, ni siquiera lo había vuelto a ver.

Quien diría que utilizaría el último medio para desahogarse, el alcohol, junto a el ruso se encontraba en su cama oyendo la misma canción de desamor mientras lloraba y bebía por su ex-novio.

Ya varias personas lo habían venido a animarlo pero era inútil, se sentía tan mal, nadie podía llenar ese vacío.

-kaz se siente mal porque no comes su comida.- dijo el el Ucraniano en el marco de la puerta, cada vez ese cuarto se veía más triste y más descuidado.

-dile que lo siento, y que se lo recompensare, pero que ahora no tengo hambre.- dijo el ruso totalmente desarreglado, solo le dio un sorbo a esa botella de vidrio.

-ve y se lo dices tú, no soy el que debe pedir disculpas.- dijo ordenándole a su hermano mayor.

-me siento mal..., no me quiero levantar.- otra lágrima más salió por los ojos sin brillo del euroasiático.

-vamos Rusia, no puedes seguir así, te estás desgastando.- su hermano menor trató de levantarlo pero era inútil, ahora era más fuerte su dolor.

-esta parte es buena, escucha, "This love has taken its toll on me, She said goodbye too many times before, My heart is breaking in front of me, She said goodbye too many times before".- dijo casi cantando para después sollozar por su chico, sus labios se pusieron temblorosos y siguió llorando, parece que está pena no pararía.

-tu eres el único que en vez de pensar en un plan para tenerlo devuelta se pone a tomar vodka y llorar como un borracho.- ahora el ruso tenía sujetado su brazo y no lo dejaba ir.

-ya lo pensé todo, y lo intenté, nada funciona, el ya no me ama.- esas palabras eran como cuchillos, maldita sea, no quería más dolor, pero parece ser, que la única cura de este mal eran los labios de su americano.

-¿ya intentaste pedir ayuda?.- dijo en ucraniano ya jalando su brazo para ser libre fue cuando el ruso lo soltó dejándolo caer al piso.

-¿me ayudas?.- dijo el ruso con esos ojos de perrito que nadie soportaría.

-mmmm... déjame llamo a unas personas y ponemos manos a la obra.- dijo con una confiada sonrisa.

Toda la tarde Ucrania junto a Bielorrusia y Kazajistán llamaron a muchas personas mientras que Rusia como paga, limpiaba toda la casa y se limpiaba el mismo, nadie quería verlo así.

Después llamaron al ruso que traía una pañoleta en el cabello y una escoba en mano, se veía muy gracioso, en la noche estuvieron hablando del plan que habían formulado, que tenía que hacer y decir, y por supuesto las personas que ayudaran.

Rusia se sentía feliz de tener una familia tan grandiosa, aunque siempre tenían peleas de hermano, era normal, esas peleas no pondrían de lado el amor que se tenían.

En otro lado se encontraba Estados Unidos viendo el techo, todo se repetía, otra vez estaba solo, llorando por no tener a nadie, ya no tenía ganas de nada, ni siquiera de vivir, en su brazo habían más cortaduras que aún brotaban sangre, ese liquido ahora manchaba la alfombra pero esto no le importaba ya, se sentía mal, y todo era su culpa.

Todo estaba oscuro, esas gafas que lo cubrían ahora estaban rotas en algún lugar de casa, y toda su habitación está desordenada, era un desastre, lastimaba a todos, Colombia, Canadá, México, Rusia...

Hace unos minutos su hermano le había enviado un mensaje diciendo que iría allá a hablar y llevaría comida, así que se levanto, y se preparo para empezar con la farsa, lavo sus heridas y las vendo para que no sangraran más, se puso un hoodie color amarillo para cubrirlas y se lavó la cara para limpiar sus lagrimas, limpio la alfombra, el suelo y organizo todo, ahora se veía normal, que mal que su mente no.

Cuando Canadá llegó lo saludó igual que siempre, una sonrisa y un abrazo, pero esas ojeras mostraba que esa sonrisa no estaba ni por 10 minutos, eso era triste...

-¿y tus gafas?.- pregunto Canadá, el nunca se las quitaba, ¿por qué hacerlo ahora?.

-¿no te gusta ver a tu hermano a los ojos?.- era una graciosa pregunta, o al menos en la mente de Usa fue así.

-no, no es eso..., solo que nunca te las quitas y ahora que lo haces me hace pensar que algo les paso.- dijo directamente el menor, el conocía a su hermano mayor lo suficiente para saber que algo pasó.

-tal vez se me perdieron, solo se que no las quiero volver a ver...- cada vez que veía esas gafas, no sabe por qué pero siempre que las veía pensaba en el ruso, en como cada vez que se las quitaba lo besaba, esos besos que lo hacían feliz.

-bueno... cambiando de tema, Italia, Alemania y los japoneses harán una pequeña presentación en la cafetería del parque.- comentó su hermano menor en un tono agradable.

-quieres que valla ¿no?.- lo miro de una forma tierna, sabia lo que trataba de hacer, distraerlo.

-sip, si quieres vamos juntos.- dijo aún más entusiasmado, el plan estaba empezando.