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Todos tenían las maletas listas, los países estaban en recepción apunto de irse a sus hogares, fueron unas lindas vacaciones, pero nuestro protagonista aun no había arreglado su pequeño problema, este se escondía detrás de un arbusto mientras que su pareja lo veía raro.

-Tal vez solo debería acercarte y hablarle.- dijo el ruso, parecía que le hablara al arbusto.

-Shh, te podría oír.- el americano había formulado su disculpa 3 días seguidos sin dormir, esperemos que valga la pena.

-Le iré a hablar.- el euroasiático se alejo de aquel arbusto parlante y se acerco al latino quien abrazaba a su pareja como un osito.

Usa no podía oír nada, solo veía como movían sus labios y reían, después los gestos de Colombia cambiaron, después Rusia movía mucho sus manos, Colombia rió, después los dos miraron el arbusto, Colombia lo miro un poco enojado y Rusia con cara de decepcionado, tal vez hablaban de el, cuando siguieron hablaron señalaron al pequeño país que tenia el colombiano entre brazos, los dos asintieron, todos rieron y el ruso se acerco al impactado americano.

-Ya puedes ir a hablarle, y después hablaremos de cuantas personas te odian.- el ruso se cruzo de brazos.

-no me importan los que me odien, me importan los que quiero.- este salio del arbusto después de 30 minutos y miro apenado a su pareja, quien solo lo abrazo sintiendo su tristeza.

10 minutos para partir al aeropuerto, Usa estaba tenso, practico con su amado su discurso, inhalaba y exhalaba, estaba listo, vio a Colombia de espaldas, momento perfecto, se acerco poco a poco, sus piernas comenzaron a temblar, le toco el hombro y este volteo para verlo mas calmado.

-¿Podemos hablar?.- el colombiano miro un poco indeciso pero asintió para adelantarse.

-Paraguay se pregunta a donde va cafecito.- este tenia un paquete de chicles en su manos mientras que el ruso se le acerco para hablarle un rato y que no se sintiera solo.

El latino y el estadounidense se encontraban en las escaleras de emergencia del hotel, un lugar que parecía embrujado por el silencio que gobernaba, el americano se quito esos lentes y miro al mas bajo haciéndolo sentir aun mas incomodo, ninguno de los dos sabia como comenzar, sabían que tenían que hacer algo pero era demasiado extraño.

-Colombia... lo siento, perdóname si te hice pensar que te traicione, no fue mi culpa, lo sabes, comprendo que te sientas mal y que te quieras desahogar, si te hice pensar que te abandonaría otra vez, perdóname, prometo que nunca volveré a hacer eso, he cambiado, y estoy seguro que notaste eso, pero por favor no te enojes, no quiero perder a los pocos amigos que tengo, yo...- los sollozos del colombiano comenzaron a sonar, el mas alto con las mismas ganas de llorar no comprendía lo que sucedía.

-También lo siento, no quería hacerte sentir culpable, lo siento tanto, ese día me sentía tan mal, me sentí como el día que te fuiste y me dolió tanto, te quiero Usa, gracias por ser un buen amigo, aunque aveces seas terco sigues siendo una buena persona, no eres tan malo como dicen los demás, Rusia tiene suerte de tenerte.- después de eso ultimo se rió, y lo abrazo, el americano correspondió ya calmado, aveces cuando te sientes afortunado de tener a alguien solo tienes que pensar, no solo tu eres el afortunado, ellos también lo son, todos cometemos errores, no te sientas mal por tenerlos, cometerlos no significa dejar de ser bueno o que te hace peor, de vez en cuando esos errores te hacen mas valioso que lo demás.

-Paraguay también tiene suerte y exijo como amigo que algún día lo invites a comer, quiero conocerlo.- los dos rieron y regresaron al lugar en donde estaban los otros dos, el suramericano mas bajo salio corriendo abrazando al tricolor y mirar enojado al norteamericano.

-¿que sucede, bebe?.- el colombiano lo alejo un poco para tomarlo de la mejilla y verle a la cara, el menor hacia un pequeño puchero que junto al sonrojo lo hacia ver tan tierno, Colombia no evito tener algún pensamiento subido de tono, solo se limito a besarle.

-¿como te fue?.- pregunto el ruso acercándose a su pareja.

-bastante bien, arreglamos todo... gracias.- este lo tomo de la mano y la beso, el ruso solo rió y lo abrazo.

-¡chicos!, ¡los taxis llegaron, así que hagan grupos 4 o 5 personas y suban a cada uno!.- grito ONU para que todos oyeran.

-¡¿podrías repetir?!, ¡creo que tus gemidos me dejaron sordo!.- las risas no se hicieron esperar, junto a los murmullos, mientras que ONU estaba que mataba a alguien, digamos que pareja ya se había adelantado persiguiendo a un grupo de latinos.

-¡NO CORRAN, COBARDES!... ¡HEY!, ¡NO TOQUES A CIA!.- la agencia rusa sintió como si dios le estuviera tocando el hombro, si no salia muerto saldría con un morado en su ojo, de eso estaba seguro.

-¡NO TE METAS!.- grito el agencia americana jalando el cuello de su pareja para besarle, su hermano solo sintió la traición frente a el, mientras que Usa sentía orgullo, al parecer su hijo tenia los mismos gustos.

ya todos regresarían a casa a vivir sus vidas felices, y con ese vuelo partiendo marcamos el fin de nuestro camino, un camino que espero que hallan disfrutado, que los halla alegrado como me alegro a mi, muchísimas gracias por el apoyo que tuvo, que sin importar mis desapariciones siguieron leyendo, agradezco cada uno de esos votos y leídas, enserio, muchísimas gracias .

así sin mas, me despido por ultima vez en este libro.

-con amor, happy ❤.




-No Tan Malo- Countryhumans UwuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora