Esta vez tenemos de centro al japones, este caminaba ansioso a su cita ya que algo muy raro habia sucedido, bueno... peculiar, no todos los dias le pide a alguien ser su pareja tan derrepente, ya saben, gritandole por telefono, pero eso no importaba, estaba feliz, ahora ese alto y elegante chino era su pareja, ya desde hace tiempo le gustaba y no solo le gustaba, lo deseaba, lo queria, lo ansiaba, pero..., no eran pareja porque no estaba listo o almenos esa era su excuza.
ya estando en el parque que acordaron estar, visualizo el automovil del asiatico mayor, se acerco rapidamente casi corriendo y le dio unos pequeños toques a la ventana del conductor que bajo lentamente dejando ver a su amado.
-Sube, quiero llevarte a un lugar.- el chino miro a el tierno japones que se sonrojo al escuchar su voz.
Ya estando los dos en camino no eran capaces de empezar una conversacion, tal vez por los nervios, o porque tenian tantas cosas que decir que no sabian por donde empezar, pero ese silencio comenzaba a tornarse pesado, aunque se miraban esas miradas no decian nada, absolutamente nada.
-Tu... r-recuerdas... ¿el dia que nos conocimos?.- dijo el tierno japones mirando la ventana y jugando con sus dedos por el nerviosismo.
-Si, no dejaba de pensar en lo bien que te quedan las bufandas.- el chino miro de reojo al asiático mas bajo, este se había quitado los lentes para limpiarlos y al ponerselos miro al mayor pero notando que lo estaba mirando, no se pudo evitar sonrojar.
-Corea no dejaba de decir que nos veriamos bien juntos, aunque mi hermana se veia un poco molesta, haha creo que estaba celosa.- esta vez miro a china intensionalmente chocando miradas, ya no se sentia tan nervioso.
-¿celosa?, ¿por que tienes un pretendiente? o ¿por que tu eres su hermano?.- el chino puso su mano en la pierna del japones y este ante ese toque inesperado se tenso.
-n-no lo se...- nipon estaba rojo con un tomate,y sus manos frias como el hielo.
-yo tambien estaria celoso si te emparejaran con alguien mas.- el carro habia frenado por una luz roja, y el mayor no desaprovecho este tiempo asi que se acerco y lo beso aunque más que un beso, un roze de labios.
-¿S-Si?.- estas palabras salieron de los labios de japon recien separados del contrario.
-Si.- los ojos del chino se despegaron del menor para seguir viendo el camino, aunque si fuera por el, seguiría comiendo a besos al pequeño sin importar el resto de conductores.
Después de una media hora llegaron a un restaurante a las afuera de la ciudad, era un pequeño restaurante rustico pero sin quitar la elegancia del lugar.
Al entrar el japonés no pudo ignorar la privacidad del restaurante, ya que este en vez de estar todas las mesas en un mismo salón estaban en habitaciones apartadas, un toque único realmente.
Esa mesa con vista al bosque dejo maravillado completamente al japonés, no había luces artificiales y las estrellas junto a la luna podían brillar por si mismas, tan espectacular.
Ya sentados el asiático mas bajo no podía dejar de mirar el bosque mientras que el amado del menor no podía dejar de apreciar ese chico tan lindo, cuando nipón notó esa mirada, ese sonrojo no se hizo esperar.
-¿sucede algo?.- se escuchó esa voz tranquila que hizo calmar al pequeño.
-n-no, solo que no me acostumbro a que me mires.- bajo la mirada un poco avergonzado pero el dedo índice del mayor levanto su cara para que lo mirara a él.
-creo que te tendrás que acostumbrar, porque no dejaré de mirarte.- alticularon los labios de China.
Después de cenar se dirigieron a la casa del mayor ya que el japonés tenia una extraña curiosidad por ver su casa, y al entrar era exactamente lo que esperaba, un apartamento con toques modernos y un gato, este de color blanco con una mancha color naranja en la cara perfectamente redonda.
-wow, se parece a mi.- el sorprendido japonés acariciaba al minino mientras el chino trataba de ignorar el comentario.
-¿quieres ver algo?.- buscaba arrodillado algo por el computador conectado al televisor, mientras que el japonés lo abrazó por atrás un poco recostado.
-pon lo que quieras, de todos modos estaré mirándote a ti.- esos momentos en donde Japón se ponía de un modo feroz eran tan pocos a pesar de que esos momentos duren 8 o 10 segundos China los amaba.
Y aunque toda la noche fue tranquila viendo una serie bastante rara, que no estaban decididos si era amor o acción solo saben que termino bastante triste, la llamada de cierta japonesa hizo que toda esa paz se esfumara.
-¡¿DONDE ESTAS?!, ¡¿SABES QUE HORAS SON?!.- Ese grito hizo que el japonés junto al chino se erizaran del miedo, a nadie le gustaba ver a la chica enojada
Asique que sin rodeos se fueron en el carro a la casa y al llegar la japonesa parecía una madre completamente enojada, oh si, acababa de llegar con su novio cuando dijo que saldría con un amigo.
-Como me sentía sola invité a Corea para que me acompañaron- sentenció la chica con los brazos cruzados mientras que China salía del auto un poco asustado y con razón, la chica lo había intentado "apuñalar" antes con una pluma fuente.
-여보세요!.- dijo un alegre coreano en el marco de la puerta pero al ver la pareja bastante juntos no pudo evitar emocionarse.
-si Corea se queda, China se queda.- exclamó el japonés con un tono de autoridad.
-¡¿que?!, pero tú te quedaste toda la tarde con él. - grito la otaku.
-mirame a los ojos y dime que Corea no está aquí desde que salí.-
-¡AH!, okay, pero si hace o dice algo indebido, se las verá conmigo.- apunto amenazante la fanática del anime y entro a la casa.
Ya estando los cuatro, los shipers no los dejaban de ver, aunque para ser sinceros, este no era el ship favorito de la chica, pero esas miradas comenzaban a incomodar, así que Japón con todas las agallas de su ser jalo del brazo a China y lo llevó a su habitación y la cerró con seguro.
-disculpa si mi hermana y Corea te incomodaron espero que aquí estemos más tranquilos.- dijo sentándose en la cama y encendiendo su computadora.
-realmente no me molesta, es algo gracioso la verdad.- se sentó al lado del chico y le rodeó con su brazo.
Después de un rato viendo alguna película puesta al aza, nipón cayo en los brazos de morfeo tranquilamente y China al notar eso apagó el aparato, le besó la frente y se acurruco para dormir.
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-No Tan Malo- Countryhumans Uwu
RandomEn una ocasión más veremos cómo la "maldad" tiene justificación, aunque no todos son malos