Amarte solo a ti

Podemos intentarlo

Capítulo 9
Nunca es tarde para iniciar de nuevo.
Elliot D.

Una hora antes del que Jenn se escapara del hospital, le llamo por teléfono a Ari para pedirle que la fuera a visitar, después de media hora llego al hospital, tan pronto entro al cuarto vio a Jenn descansando y mantuvieron esta conversación:

Jenn: Me alegra que hayas venido, solo quería disculparme. –con un tono serio-
Ari: Vine al otro día cuando ingresaste, pero no me quede porque te vi muy ocupada con Darla, pensé que habían regresado.
Jenn: Para nada, ella desde hace mucho ya me olvido, solo es mi amiga.
Ari: ¿Para qué querías que viniera?, ¿Qué quieres decirme? –con un tono de molestia-
Jenn: Estar al borde de la muerte, me ha hecho reflexionar sobre lo mal que me he comportado con las personas que llegue a amar, sé que es demasiado tarde para que yo pueda cambiar pero tu aún estas a tiempo.
Ari: ¿A qué te refieres?
Jenn: Darla siempre ha amado a Stella, incluso antes de que anduviéramos yo siempre estuve celosa del amor que sentía por ella, te conozco tan bien que sé que planeas separarlas, por favor deja de hacerles daño, tu eres una mujer maravillosa, no te conviertas en una pesadilla para Stella, aún puedes retomar tus proyectos. ¿Recuerdas cuando escribías versos para mí?

Ari se siente apenada por todo lo que Jenn le está diciendo, comienza a reflexionar sobre el daño que ha causado, pero su orgullo le impide se expresarse de forma honesta.

Ari: No te quieras hacer la santa, tú también has causado mucho daño.
Jenn: Sí, he sido la peor persona del mundo, por eso soy culpable de estar aquí, estos días me he sentido sucia, vacía, pensando que no vale la pena continuar, por eso quise disculparme sinceramente haciéndote reflexionar y que por fin abras tus ojos, yo ya soy un caso perdido pero tu aún puedes cambiar.
Ari: ¡Ya estoy harta de que todos crean que me conocen!
No debí venir, espero que te recuperes pero no vuelvas a llamarme...
Para ti siempre estaré ocupada. –alzando la voz-
Jenn: Eso lo sé, se cómo eres tan determinada, contigo nunca hay términos medios o es todo o es nada.

Ari sale enfadada del cuarto, mientras camina comienza a llorar, sabe que las palabras que dijo Jenn eran totalmente ciertas, afuera del hospital ve a lo lejos una tienda de café, el olor es tan delicioso que se mete a comprar uno, mientras ella está formada no se da cuenta de que Jenn sale corriendo del hospital se dirige hacia el puente, mientras que la Sr. Isabel comienza a buscar a su hija, le informa a los médicos y llama a Darla:

Sra. Isabel: Lamento llamarte tan temprano, pero me quede dormida y Jenn se escapó del hospital. – sonaba desesperada -
Darla: ¿Cómo que Jenn se escapó?, enseguida voy para allá.

Stella sin querer escucha la llamada, sabe perfectamente que Darla es muy leal con sus amigos por lo que tiene la iniciativa de ir a ayudar.

Stella: perdona cariño, escuche todo. ¿Crees que pueda ayudarte a buscarla?
Darla: Claro, su mamá me conto que desde hace días está deprimida por lo que le paso, sé que no es fácil superar que hayan intentado abusar de ti y mucho menos que te hayan herido gravente.
Stella: Entiendo, se ha de sentir tan indefensa y culpable, hay que apurarnos, es mejor no dejar pasar tanto tiempo.

Stella toma dos frutas que tenía en la mesa, para poder comer algo en el camino, rápidamente se suben al coche de Darla, ambas se sienten preocupadas por Jenn, temen que haga alguna locura, Darla maneja tan rápido que llegan en 15 minutos al hospital, Stella se baja una cuadra antes, mientras que Darla busca donde estacionar el coche.

Stella comienza a caminar mirando hacia su alrededor, cuando a lo lejos logra ver que Jenn está subiendo las escaleras del puente, se siente tan preocupada que camina más rápido en lo que le llama a Darla:
Stella: Cariño, acabo de ver a Jenn está en el puente que está a dos cuadras del hospital, voy a intentar hacer que regrese al hospital.
Darla: Mi amor en seguida voy para allá.

Stella llega al puente y comienza a subir las escaleras, ve que Jenn comienza a subirse a la barra de protección pero a lo lejos escucha la voz de Stella.
Stella: Jenn detente, no lo hagas. –gritando-
Jenn: Ja, ja, esto es irónico jamás me imagine que mi enemiga me intentara ayudar.

* Stella por fin logra estar cerca de Jenn *

Stella: No somos enemigas, solo creo que tenemos los mismos gustos. –entre risas-
Jenn: Eres una tonta. –comienza a reír-
Stella: Y tú eres muy valiente, mirarte aquí hace que yo también quiera saltar.
Jenn: Estás loca, este es mi momento. – entre risas-
¿Además tu por qué saltarías?
Stella: Todo el mundo tiene altas expectativas de mí, tengo miedo a equivocarme,
sabes a veces tengo miedo de quedarme sola.
Jenn: ¿Quedarte sola?, mira a tu alrededor, todo en ti es perfecto... Eres bonita, tienes un trabajo estable, dos mujeres hermosas están enamoras de ti. ¿Qué más puedes pedir?
Stella: Pues en mi trabajo tengo a veces problemas, no me siento tan bonita, mmm pues esas mujeres una me daña y la otra me hace feliz, pero aún es muy pronto para saber si es la indicada. Hay algo que me hace falta.
Jenn: Tus problemas, tienen solución pero los míos no. ¿Qué te hace falta?
Stella: Es una historia muy larga, ¿Quieres que este a lado de ti o tu bajas y vamos por un café?
Jenn: ¿Intentas engañarme?, realmente quiero saltar, te he hecho daño, lastime a mi familia, no tengo trabajo y mi vida es un caos, a nadie le importo, ni siquiera tengo una amiga.
Stella: Pues a mí me hace falta una amiga. ¿Quieres se mi amiga?
Jenn: ¿Quieres ser amiga de una basura como yo?
Stella: No eres una basura. ¿Por qué te sientes así?
Jenn: Siempre he aceptado que me traten como una segunda opción, mis malas decisiones provocaron que alguien intentara abusar de mí.
Stella: Yo creo que eres hermosa y aun puedes mejorar esas partes que no te agradan, por favor toma mi mano.
Jenn: ¿Realmente puedo cambiar?
Stella: Sí lo haces con todo el esfuerzo del mundo, podrás lograrlo.

Jenn siente consuelo al escuchar a Stella, comienza a sonreír, lentamente gira, intenta subirse de nuevo a la barda de protección para pasarse del otro lado del puente, en ese momento, Stella le toma la mano, pero Jenn pisa mal y pierde el equilibrio.

Stella: ¡Por favor Jenn resiste! – Desesperada-
¡Ayuda!, ¡Alguien, ayúdeme por favor! - comienza a gritar.-
Jenn: Realmente me hubiera gustado ser tu amiga, se ve que eres muy divertida.
Stella: Tranquila, tu puedes, sé que vamos a ser buenas amigas, solo resiste.
Jenn: Sí continuamos así también te puedes caer, Darla jamás me lo perdonaría,
es mejor si me suelto.
Stella: No pienses en eso, por favor resiste.
Jenn: Ves, yo no tengo solución. – comienza a desanimarse de nuevo-
Stella: No me sueltes, yo sé que puedes lograrlo.

En ese momento oportunamente Darla llega al puente, ayuda a Stella para que le pueda dar soporte a Jenn, Darla y Stella comienzan a jalarla para subirla a la barra de protección logrando salvarla, fue tanta preocupación que Stella comienza a llorar.

Jenn: Gracias por salvarme. – asustada.-
Stella: Eres una tonta, realmente me asuste. – con lágrimas en los ojos-
Darla: Que bueno que llegue a tiempo, Jenn por favor vamos al hospital tu mamá está muy preocupada.
Jenn: A pesar de todo siempre me has ayudado. ¡Gracias Darla!
Darla: No es nada, sé que tú harías lo mismo por mí.

Jenn con una mano abraza a Darla y con su otra mano abraza a Stella, comienza a llorar y a reír al ver que por fin tendrá una oportunidad de cambiar.

Jenn: Stella, ¿Quieres ser mi amiga?
Stella: Claro, prometo visitarte todos los días y cuando te den de alta puedes trabajar conmigo.
Jenn: Eres demasiado amable.
Darla: No entiendo que paso, pero me agrada la idea de que sean amigas.
¿Podemos ser como las tres mosqueteras?.
Stella: ja, ja, ja, eso suena interesante.
Jenn: pues seamos las tres mosqueteras.
Darla: Ay no es justo yo ya le había dicho a Jenn que trabajara conmigo.
Stella: Pues que ella decida ¿A dónde quiere ir?
Jenn: Lo pensaré sabiamente mientras estoy en el hospital.

Después de ese momento trágico las chicas no se percataron de que Ari observo todo desde el otro lado de la calle, pero en cuanto vio que Jenn estaba segura, solo se dio la vuelta, camino hacía el metro.
Las tres mosqueteras caminaron hacia el hospital, la Sra. Isabel estaba muy preocupada, pero en cuanto vio a su hija se sintió más tranquila, abrazo a Jenn, le dio un beso en la frente, le pidió que no volviera a escaparse.

Jenn pasó un mes en recuperación tanto psicológica como físicamente, todos los días Stella y Darla fueron a visitarla, en ese tiempo mientras platicaban empezaron a escuchar una nueva estación de radio con la locutora llamada "luna" la cual recitaba poemas de motivación y amor. Entre risas, charlas su amistad cada día se volvió más fuerte.

Jenn: Mañana me dan de alta, pero no quiero que vengan sé que tienen muchos planes de mudanza, si quieren en cuanto salga les ayudo a llevar las cosas.
Stella: ¿Cómo crees?, tenemos que consentirte o por lo menos tienes que descansar.
No sabíamos que mañana te daban de alta si no hubiéramos pospuesto la mudanza.
Jenn: Darla dile a tu mujer, que me deje ayudarles.
Aparte yo también estoy emocionada de que por fin ya a vivir juntas.

Darla: Jenn, mi hermosa novia tiene razón, tienes que descansar y no te preocupes,
cuando este todo ordenado preparare algo delicioso para todos nuestros amigos.

Stella y Darla salieron del Hospital, caminan hacia el carro Stella aún tiene algunas cosas por empacar, no se da cuenta de que Darla está tramando algo.