Amarte solo a ti

Eres lo más maravilloso que puede pasar.

 
Capítulo 37
Tengo mucha ilusión de tenerte en mis brazos.
Elliot Durcet.

En algún hotel Querétaro Stella se estaba arreglando, se sentía demasiado emocionada pues aparte de que vería a Darla, tenía la ilusión de poder ver al bebé, observo su reloj y vio que ya era el momento de ir al encuentro pero antes pasó por una dulcería compro unos deliciosos chocolates y se dirigió a las oficinas de Casanova.

Darla: ¿Llevas mucho tiempo esperándome?

Darla se sentía muy feliz de estar con Stella, quería gritarle cuanto la amaba pero sentía que aún no era el momento.

Stella: No, recién acabo de llegar.
Toma te traje estos chocolates, espero los disfrutes mucho. 
Darla: ¡Muchas gracias! ¡Realmente los disfrutare mucho!

*Darla abrió la caja, saco un chocolate y lo saboreo, pensó que su sabor era delicioso, tomo otro y se lo dio a Stella*

Darla: Creo que tú también deberías probar uno.
Stella: Gracias.
–Al probarlo, sonrió pues al ver el rostro de Darla ya no sintió rechazo-

Darla: El consultorio está a dos cuadras de aquí, Bere me hablo maravillas de esa doctora, dice que su prima fue ahí cuando estaba embarazada.
Stella: Muchas gracias por dejarme acompañarte.
Darla: Tú también eres su mamá.

Stella toma de la mano de Darla, la mira como si fuera la mujer más maravillosa del mundo.

Stella: Escuche cuando dijiste que querías ser madre soltera, pero me estas permitiendo estar a tu lado, realmente agradezco que me dejes acompañarte y estar cerca de ti.
Darla: Dije eso porque estaba enojada, pero creo que el bebé merece crecer con sus dos mamás, bueno ya vamos al consultorio, sabes bien que no me gusta ser impuntual.
Stella: Vamos.

Stella y Darla comienzan a caminar, cuando llegan al consultorio inician haciéndole varias preguntas a Darla sobre los síntomas que ha tenido, su último día de periodo, le piden que tome un litro de agua para poder realizar el ultrasonido.

Ginecóloga: Puedo ver en sus rostros mucha ilusión
Creo que ahora es el momento de escuchar los latidos del bebé y que puedan conocerlo.

La ginecóloga comienza a poner gel en el vientre de Darla.

Ginecóloga: Es un poco incómodo pero voy a iniciar.
Darla: Esto se siente muy frío.
Ginecóloga: Solo es por un breve momento.

La ginecóloga con su mano toma el ecógrafo (maquinita que permite ver el feto dentro de la madre), le pone gel y lo dirige hacia el vientre de Darla.

Darla comienza a observar la pantalla, se siente tan conmovida al escuchar los latidos del bebé, cuando voltea a ver a Stella ve que ella está llorando de felicidad, así que estira la mano y Stella la toma, comienza a acariciar su mano, mientras que ambas continúan viendo la pantalla.

Ginecóloga: Darla el bebé está en perfectas condiciones, solo no olvides que debes cuidar tu alimentación y tomar ácido fólico, no debes hacer grandes esfuerzos, tampoco estresarte demasiado eso puede dañar al bebé.
Cualquier sangrado o síntoma fuera de lo común no dudes en llamarme, recuerda que cada mes debemos ver que el bebé y tú se encuentren saludables.
Darla: Muchas gracias.
Stella: Gracias Doctora.

Tan pronto salen del consultorio Stella abraza a Darla.

Stella: Eres la mujer más maravillosa del mundo, gracias por mantener tan saludable a nuestro bebé.

Stella se agacha le da un beso en el vientre de Darla.

Stella: Bebé ahorita no puedo estar todos los días contigo pero llevo muchas noches soñando con tenerte en mis brazos, por favor cuida a mamá y también mantente saludable.
¡No olvides que te amo con todo mi corazón!

Darla al escuchar esas palabras comienza a llorar.

Darla: No puedo continuar así.
¡Stella, yo te amo!
Stella: ¡Yo también te amo!
Darla: Quieres .....

Stella con su mano impide que Darla termine de hablar.

Stella: Eres el amor de mi vida, sé que aún tienes muchas dudas sobre mí.
Por eso quiero reconquistarte todos los días, no solo cuando peleemos, quiero amarte en los momentos difíciles, en los momentos maravillosos.
¡Quiero convertirme en esa mujer con la que quieras envejecer!

Darla quita la mano de Stella, se acerca a ella y le da un beso tierno, mientras acaricia su cabello, parecía como si el tiempo se detuviera, ese beso supo tan bien que no quería separarse de ella.

Darla: No te vayas de mi lado. –Entre susurros-
Stella: Siempre estar a tu lado, mi amor.

Ambas sonrieron al escucharse, su corazón latía al mil por ciento, hasta que empezó a gruñir el estómago de Darla.

Darla: Parece que el bebé tiene mucha hambre.
Stella: No conozco muy bien aquí, pero estos días he conocido varios lugares, cerca de aquí hay un restaurante.
¡Me encantaría invitarte a cenar!
Darla: Me parece muy bien.

Darla y Stella, se dirigen al restaurante a comer antojitos mexicanos, no dejan de mirarse, es como si hubieran sido flechadas nuevamente por cupido.

Mientras que en el hotel la Ceo Kim se dirige a la habitación de Ari.

Ari: Buenas noches Kim.
Kim: Buenas noches, hace rato estuve hablando con la gerente de Casanova.
Ari: Creí que ya había quedado claro ese tema. –enojada-
Kim: Se bien que no quieres ir a ese lugar, pero ve esta oportunidad para disculparte con Darla, ¿No tenías muchas ganas de hacer algo por Stella?
Ari: Creo que primero debo hablar con Darla.
Kim: Adelante, solo que quiero estar presente, no me gustaría que provocaras otra situación que deje perdidas a la empresa.
Ari: Eso jamás volverá a pasar.
Por cierto Kim, lamento mucho lo que paso anoche.
Kim: Cuando regresemos a México, ya tengo un suplente perfecto para que trabaje contigo.
Ari: No quiero que me dejes.
Kim: Ya no me siento cómoda, trabajando contigo.
Mis sentimientos por ti cada día crecen y creo que llegara el día en que no me pueda contener.
Ari: ¿Por qué no lo intentamos?
Kim: No me gusta recibir amores a medias.

Kim sale de la habitación de Ari, se dirige a su cuarto y ordena la cena.
Ari no puede sacar de su mente a Kim, continua pensando en el beso que se dieron ayer.

Darla y Stella terminan de cenar, Stella no quiere despedirse de Darla, quiere pasar más tiempo a su lado.

Stella: Ya es muy tarde, no me gustaría que manejaras sola.
Darla: He manejado a altas horas de la noche, no te preocupes por mí.
Stella: Pasado mañana tengo que regresarme a la escuela, será un poco complicado para mi venir a verte, pero ya me encargue de tus desayunos.
Darla: Te voy a extrañar.
¿En serio?, ¿Qué hiciste?
Stella: Yo también voy a extrañarte, pero espero que me recibas los fines de semana.
Y lo de los desayunos, le pedí al chico de la cafetería que todos los días te mandaran una rebanada y chocolate calientito, he escrito muchas notitas especialmente para ti.

Darla se siente muy conmovida, al ver como Stella la mira las dudas que tenía comienzan a desaparecer.

Darla: ¿Te gustaría quedarte a dormir conmigo?

Stella se sorprende al escuchar a Darla, se siente muy nerviosa pero no se quiere separar de su lado.

Stella: si no te incomodo, claro que me encantaría quedarme contigo. – con un tono de felicidad-
Darla: No me incomodas.

*Por favor no olvides comentar y/o votar *